Fib Heineken 2009 (Sábado y Domingo)

El sol que entraba por las ventanas del polideportivo de Benicasim era esperanzador. Ni una mísera nube, y sobre todo: ni gota de aire. A la entrada del Campfib, una furgoneta repartía a pares botellas de agua de 1.5l a temperatura ambiente. ¡Qué detalle! Nos quedamos sin medio cartel del viernes y nos dais agua gratis… ¡Vaya, gracias por no cobrarnos otros 2.5€! De vuelta al camping y tras asegurarse de que todo estaba en orden (bueno, faltan la mitad de los toldos, y la macro tienda de los vecinos guiris ya no existe…), el plan de siempre: playa-comida-baño-siesta-mercadona-camping.

Los horarios habían cambiado: Lily Allen se había caído (joder, Foals también) y Maxïmo Park tocaría en su lugar. Los Planetas, por su parte, serían recolocados de alguna manera en el horario del domingo. Un cartel cutre para los extranjeros que decía “Kings of Leon don’t play” lo dejaba claro. Lo intentaron todo, pero los cabezas de anoche ya estaban en Suiza continuando su gira. ¡No estamos tan mal! Lily era prescindible, y nuestros ídolos aún seguían en pie…

Así que saca tu camiseta de groupy con la cara de Alex Kapranos  en ella y ponte en marcha. Tonight: Franz Ferdinand.

Tras la actuación de los españoles The Unfinished Sympathy en el Verde, lo primero en nuestra lista era Maxïmo Park, recién añadidos al cartel del sábado (y a los que en su día habríamos ignorado viendo a The Horrors), sustitutos de Lily Allen. No es un grupo que nos haya llamado especialmente la atención nunca, pero estábamos ansiosos de algo potente tras la decepción de ayer. Menos frescos de lo habitual a mi parecer (se ve que no les moló eso de ser sustitutos), con un público entregado y un directo bastante respetable, llegaron al momento de su actuación con “Apply some pressure”, tras la cual una pequeña fracción del grupo (que ya habíamos oído lo que queríamos) nos escapamos hasta Russian Red (a eso de las 22:00h), una de las dolorosas “solapaciones” plenas del sábado.

Foto: Archivo Fib/ Francois Ollivier

“I love your glasses” ya desprendía dulzura a borbotones, pero lo de esta chica definitivamente no es normal. La guapísima Lourdes nos dejó boquiabiertos con canciones de su disco como la preciosa “Cigarettes” o “Just Like a Wall”, y su cover de “Mr Lonely”, que no dejó a nadie indiferente. La propia Lourdes se quedó sin palabras ante la cantidad de fans entregadísimos que abarrotamos el escenario Fiberfib, que este año estrenaba look, iluminación y pantallas gigantes, y donde la chiquilla con cara de ángel nos dejó clavados en el sitio como por arte de magia.

Los siguientes en el Fiberfib eran The Wave Pictures (22:45h), y dolorosísimo el solape con Elbow en el Verde. ¡A repartir el tiempo se ha dicho!

Los jovencísimos The Wave Pictures prometían mucho, y eran, posiblemente, el grupo de segunda línea de cartel que más ganas tenía de ver. Recomendadísimos por fat, eran un “must-see” de la noche del sábado. Y por supuesto, no desilusionaron. Desprendían frescura, descaro y buen rollo mientras ejecutaban prácticamente a la perfección sus temazos.

Foto: Archivo Fib/ Francois Ollivier

El inicio del concierto fue protagonizado sobre todo por temas de su segundo trabajo “If you leave it alone”, hasta la llegada de “Strange fruit for David”, donde la voz del cantante y las guitarras sonaban al más puro estilo “Instant Coffee Baby” que tanto nos gusta… vaya, momentazo del trocito de concierto que pudimos ver. Lamentando que Elbow ya llevase 15 minutos tocando, abandonamos el Escenario Fiberfib y nos hicimos nuestro sitio en el Verde, donde a las 11 de la noche, se hizo la luz.

Durante un escasísimo concierto de una hora de duración (40 minutos en mi caso), no dejaron insatisfechos a sus fans más fieles, aunque entre la audiencia se podría encontrar a alguno que otro que no sabía bien dónde estaba. Y es que Elbow es posiblemente una de las mejores bandas británicas menos reconocidas, y eso se notaba entre aquéllos que los escuchaban por primera vez.

Foto: Archivo Fib/Óscar.L Tejeda

Con un directo excelente, fueron enérgicos en temas como “Leaders Of The Free World” o “Grounds Of Divorce”, y emotivos con “Weather to Fly” o “On a Day Like This”, con la que cerraron su actuación y pusieron al Verde la piel de gallina coreando: “Throw those curtains wide; One day like this a year’d see me right”; Momento clave de la noche del sábado, tras el cual tuvimos tiempo para ocupar el mejor sitio para la actuación que llevábamos toda la tarde esperando: Franz Ferdinand.

Tras haber presenciado su excelente actuación meses antes en Madrid, sabíamos que no nos podríamos perder su paso por el festival presentando su último disco “Tonight” (aunque sea la enésima vez que visiten el FIB). Se habrían solapado con Foals de no haberse caído días antes (“alivio”). Esperando impacientes a la banda a la que le debo mi nickname, serán eso de las 00:30, cuando tras luces rojas y humo denso hacían su aparición Kapranos y compañía. Con un atuendo cercano a las excentricidades propias del mismísimo Brandon Flowers (sólo para la triunfal entrada), y con los brazos en cruz, Alex levantó el Verde en cuestión de segundos.

Foto: Archivo Fib /Óscar L. Tejeda

Tras abrir con “No you girls”, de su último trabajo, Alex dio unas palabritas y animó al público presente invitándonos a concentrarnos en esta noche (Tonight) y olvidarnos de la pasada. Franz Ferdinand hizo un recorrido tomando lo mejorcito de su breve discografía, pasando por “The Fallen”, “Do You Want To”, “Michael”, “This Fire” y las imprescindibles “Dark Of The Matinée”, “Take Me Out” y “Walk Away”. Presentando las nuevas joyitas de su último trabajo: “Ulysses”, “What She Came For” y “Bite Hard” confeccionaron un setlist que junto a las guitarras frenéticas y los ritmos entrecortados nos hicieron botar sin parar. Supieron defender la extrañísima versión del B-side “Lucid Dreams” que añadieron a su último disco, que en los últimos minutos se hizo un pelín cansina. Esto último y dejarse en el tintero la grandísima “Jacqueline (was seventeen…)” fueron los dos únicos “peros” de la actuación de Franz Ferdinand en el Verde, que no bajó en ningún momento de notable alto.

Tras darlo todo y más, el organismo de uno se resiente, y pide comida. Al mismo tiempo que nos hidratábamos y nos metíamos entre pecho y espalda un buen bocadillo y un mega-vaso de papas fritas (si no miras el precio, ¡la comida estaba rica y todo!), 2ManyDjs en el Escenario Verde daban comienzo sobre las 2:30h a la electrónica del sábado con una sesión bastante completa. Si bien no la pudimos ver completamente (amigos perdidos sin móvil, amigas sin otro mejor momento para comprar camisetas y souvenirs que éste mismo, etc.) el trocito que presenciamos invitaba a quedarse a quemar la noche con los primeros Djs que ocupaban el Verde en lo que llevábamos de festival. Pasando por tópicos  como The Gossip y los ya algo refritos MGMT, se marcaron una sesión plagada de lo que uno espera oír (bastante acertada lo que pudimos ver de ella). La fiesta así se vivía desde el Verde hasta las zonas de descanso y los puestos de comida.

Foto: Archivo Fib/Óscar L Tejeda

El día anterior no tuvimos juerga, y eso se nos notaba. Tragarnos a Steve Aoki hasta el final (de 5:30h a 7:45h) entraba perfectamente en nuestros planes. Haciendo hora, y sin nada conocido a lo que asistir, la Carpa Pop y el Escenario Vodafone FibClub cumplieron su misión (a ver qué ponen), dándonos baile non-stop (copazo en mano) con Paul Woolford y Tadeo en el Fibclub y Smart en la Carpa Pop, donde el sonido dejaba mucho que desear (todo sea dicho).

No fue hasta las 5:30h cuando un pintas con vaqueros manchados de lejía, camiseta psicodélica y pelazo hasta media espalda puso patas arriba el escenario FiberFib (el sonido mejoraba por momentos) donde los efectos de luz y el desfase colectivo hicieron de la suya una sesionaca de electro con mayúsculas. El personaje era cuanto menos llamativo, y con micrófono en mano animaba a la sorprendente muchedumbre que abarrotaba el segundo escenario del festival al amanecer. Desde los Bloody Beetroots y Bloc Party hasta Michael Jackson, pasando por Justice, Klaxons y Rage Against The Machine, Aoki y su Macbook no dejaron a nadie indiferente, y mucho menos cuando a una hora de cerrar el recinto, el sol de Benicasim ya daba comienzo al domingo. Aún no sabría decir quién se lo pasó mejor: si el público trasnochador plagado de camareros que habían terminado su jornada, o el propio Steve vaciando botellitas de agua sobre su negra melena y sacudiéndola como un poseso.

Último día de festival y ya es inútil intentar dormir en el camping. El sábado será definitivamente difícil de mejorar.

DOMINGO 19: DÍA 4

Tras haber dado la bienvenida al domingo como unos campeones, ahora había que afrontar el último día de festival decentemente,  a pesar del sueño y la extraña sensación de no saber en qué día vives. Las sombras de Benicásim pueblo y la carpa del camping son expertas en reordenar el organismo de cualquiera a ronquido puro. No podíamos dejar que la pereza nos hiciese perdernos uno de los días más completos del cartel.

Hoy también tuvimos cambio de horarios, ¡y menudo follón!: Los Planetas actuarían en el escenario Fiberfib, metidos con calzador en la programación tras Friendly Fires y delante de Peter Doherty. Para medio cuadrar todos los grupos, la organización adelantó los horarios de todas las actuaciones del Fiberfib, y lo hicieron de tal manera que nadie sabía a qué hora empezaría cada grupo. El mismo FIB INFO no se prestaba a dar información a menos que comprases los nuevos horarios (por 7€ más), o eso nos dieron a entender. Me guardaré la violencia escrita para otro momento; sigamos con el domingo.

Foto: Archivo Fib/Francois Ollivier

El Escenario Verde comenzaba la programación con Catpeople (20:00h), que actuaban a la misma vez que Calexico en el Fiberfib. Dejando un poco de lado a los de Vigo, programamos nuestra tarde para ver al menos un trozo de Calexico, y estar presentes en TV on The Radio. Pero juntando nuestros propios retrasos y los adelantamientos del programa del escenario Fiberfib (que llegó a los 40 minutos antes de lo previsto, frente a los 15 que nos dijeron en información), me tuve que conformar con escuchar “Victor Jara’s Hands” y “Love again or…” desde el camping con cara de tonto.

Foto: Archivo Fib/Francois Ollivier

Corriendo como locos, y con cara de cabreo, llegamos al Fiberfib habiendo ya empezado el grupo de segunda línea más esperado de la tarde: TV on The Radio. Los creadores del que fue considerado uno de los mejores discos del 2008 “Dear Science,”, llenaron como pocos la explanada de delante del escenario, que vibraba ante la contundencia de canciones de su último trabajo “Dancing Choose”, “Shout Me Out” o la increíble “DLZ”, y la esperadísima “Wolf Like Me” de su anterior trabajo. Pudimos ver a nuestra espalda a Jota (sí, el de Los Planetas) presenciando el espectáculo. “¿Tú no deberías estar calentando?” bromeaba el hombre que lo reconoció. Finalizado el concierto, el desorden seguía.

Foto: Archivo Fib/Francois Ollivier

Mirando la hora, y tras el cambio de horario, a la actuación de White Lies en el Escenario Verde le quedarían unos treinta minutos, lo suficiente para escuchar “Death” con suerte, con la que posiblemente cerraran su actuación. Pero una muchedumbre  procedente del Verde hacia el Fiberfib nos hacía intuir que ya habían terminado su actuación, y que no era éste el único escenario con el horario alterado. Caos. Tus 7€ de horario a la basura. ¡Ya uno no sabía ni dónde ir!

Ante la situación de pérdida horaria, decidimos quedarnos donde estábamos y ver la actuación de los bailables Friendly Fires. Y finalmente, 45 minutos antes de la hora original, empezó el que fue nuestro segundo concierto de la tarde (de 3 previstos…). En las primeras filas, los fans de Los Planetas ya ocupaban su lugar, que con esto de los horarios, cualquiera sabe.

Abriendo con “Lovesick”, los jovencísimos y – a juzgar por lo abarrotado del lugar – famosos Friendly Fires dieron un espectáculo marcado por los ritmos frescos, fácilmente bailables y divertidos, y los estribillos altamente pegadizos. Sorprendieron a los que no sabían nada de ellos y nos dejaron satisfechos a aquéllos que ya llevamos un tiempecito escuchándolos. Eran, junto a Late Of The Pier (cancelados en la última tanda de confirmaciones), una de las aportaciones juveniles con aire de pop electrónico que refrescaban el programa musical del festival. Contundentes en “Paris” y divertidísimos en “Skeleton Boy” o “In The Hospital” (véase movimiento de caderas del vocalista), dieron la bienvenida a la noche del domingo, mejorando el humor del menda, que falta hacía.

Ante el desorden horario y temiendo perdernos algo sin previo aviso, nos dirigimos hacia el Escenario Verde donde, tras la actuación de White Lies, se encontraban terminando su show los Psychedelic Furs. Quizá no tan bien recibidos como su trayectoria merece, cerraron su actuación 45 minutazos antes de lo que aparecía en el horario, es decir, a las 23:40h aproximadamente. Lo que parecía pleno show, no era otra cosa sino el final de su actuación, que no pudimos prácticamente valorar, tras la cual obtuvimos en la pantalla del Verde los nuevos horarios de dicho escenario. Y como era de esperar, el Verde empezó a llenarse. En media hora, los “cabezones” del domingo estarían en el escenario principal del FIB.

Palmeras, bombillitas propias de un cartel de Las Vegas, luces de neón, espejitos por doquier y una gran “K” tras la cual se escondía un teclado. Todo estaba preparado para que los asesinos de Nevada, esta vez más comerciales y famosos que nunca, hicieran su aparición. 00:15: The Killers.

Su presencia en el Festival de Benicasim era esperadísima desde hace ya varios años. No ha sido hasta la gira de su último “disco” “Day & Age” cuando se han dignado a aparecer por el Escenario Verde. Un par de años, o incluso un año antes, y más de uno (y más de dos) estaríamos “tatuándonos una “K” en la espalda” en honor a estos tipos, que con su último álbum no nos han hecho precisamente “tilín”. Si no es por lo que son ahora, lo hicimos por lo que han sido para nosotros. Miradas expectantes al escenario: humo denso, focos y el sonido de un reloj con los acordes de “Human”; ya están aquí.

Con hombreras repletas de plumas, pantalones ceñidos y botas, todo de negro apareció el ambiguo excéntrico Brandon Flowers al ritmo de “Human”, tema con el que dieron comienzo a su tan esperado como decepcionante último disco. Pero como estamos de fiesta, ni el más insufrible de los cortes del Day & Age eran motivo de una pausa. Con un público bastante variado (frente a la chiquillería esperada) y totalmente entregado desde el principio hasta el final del concierto, los de Las Vegas hicieron un comienzo plagado de canciones del último disco como “Human”, la insustancial “The World that We Live In”, “Joyride” o “Dustland Fairytale”, sólo interrumpidas por la “intromisión” de “Somebody Told Me”. Sorprendentemente coreadas fueron, sin embargo, todas ellas. Pero cuando se propusieron tocar realmente las canciones que habíamos venido a escuchar, no hubo pausa: brillantes en “For reasons unknown”, “Bling (Confession of a King)”, la grandiosa “Mr. Brightside”, “Smile Like You Mean It” e incluso, si me permitís “Spaceman”, de las pocas salvables de su último trabajo. El momento más “oscuro” (dentro de lo que cabe) lo protagonizó “Shadowplay”, versión de Joy Division que incluyeron su el álbum de rarezas “Sawdust”.

El momento de su actuación fue posiblemente la esperada y coreada hasta la saciedad “All these things that I’ve done”, de su primer y genial trabajo “Hot Fuss”. “I’ve got soul, but I’m not a soldier”, que aunque no tenga sentido alguno a pelo, cantado al unísono por miles de fibers entregados, pone el pelo de punta a cualquiera. Tras ésta, un encore compuesto por la excelente “Bones”, la incombustible “Jenny Was a Friend Of Mine” y por último, repleta de efectos visuales como llamaradas o fuegos de artificio, “When You Were Young”, dejando a todos los presentes con un perfecto sabor de boca tras la que sería una de las actuaciones más esperadas del festival.

Tras ellos, y (cómo no) 45 minutos antes del horario oficial, los tremendísimos , que no dieron tregua en ninguna de los temas que interpretaron. Especialmente enérgicos en “Cubicle”, pusieron toda la carne en el asador, agotando las últimas reservas energéticas de los presentes.

Foto: Archivo Fib / Óscar L. Tejeda

Para la noche del domingo, Laurent Garnier prometía un cierre del FIB con mayúsculas, aunque (evitando tomar drogas duras, que somos gente “sana”) nos fue imposible hacer guardia hasta el amanecer como el día anterior. A las 5 a.m. y deseando tener una batería humana con la que recargar, abandonamos el recinto de conciertos como zombies, con una sensación de satisfacción con pocas ocasiones comparables.

Foto: Archivo Fib /Francois Ollivier

Ha sido uno de las mejores semanas de nuestras vidas, y las ampollas de nuestros pies dan fe. Con miles de anécdotas que contar, emprendimos el camino de vuelta, camino que esperamos recorrer en sentido contrario dentro de un año hasta hartarnos. Definitivamente: FIB Heineken; quien va, repite.

Texto: FranzcoholiC