El 29 de agosto se cumplían 2 meses desde que el grupo sueco MF/MB abriera la octava edición del festival sevillano Nocturama, celebrado en ese precioso enclave de la capital andaluza, que es el Monasterio de la Cartuja, actual sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.
El festival ha ofrecido veinte noches de música pop alternativa en esos dos meses de verano, pero este 29 de agosto la noche estaba reservada para el esperado concierto acústico de Iván Ferreiro, el que para muchos ya es más que el excantante del grupo gallego Los Piratas.
Un solitario teclado y una guitarra esperaban en el escenario, junto a varios centenares de asistentes, a que Iván y su hermano Amaro (quien lo acompaña en esta gira) hicieran sonar los primeros acordes. Por fin, con un poco de retraso, en la noche sevillana suena con fuerza el primer tema -Me toca tirar- que termina con toda una declaración de intenciones por parte del artista, quien sorprendido por la cantidad de gente que se reúne en torno al escenario afirma que "es el concierto íntimo con más gente que hemos dado en nuestra puta vida" a pesar de que esa misma noche se jugaba la vuelta de la Supercopa de España entre Real Madrid y Barcelona. Promete, pues, que lo que seguirá será todo un espectáculo.
A continuación y como un homenaje al lugar donde se celebra el concierto y a la magnifica noche estrellada suena Paraísos Perdidos para, seguidamente y sin pausas, deleitar al público, que se va entonando, con una fusión de Jet Lag y Tristeza. Termina esta intensa entrada en acción con una propuesta, Iván ofrece la inusitada opción de disfrutar de todo el espectáculo sentados y relajados; una propuesta que no deja indiferente a cierto sector que hace gala de su elección.
Prosigue la interacción con el público y el cantante presenta un trío de canciones que nombra como "canciones de la zona sucia o canto a las miserias": Extrema Pobreza, Ciudadano A y Fahrenheit 451 no son sino el reflejo del malestar del cantante ante lo que ocurre a su alrededor y el público así lo siente. "Cerdos, ignorantes sois unos hijosdeputa lo siento no puedo evitarlo, de verdad que no puedo evitarlo" es cantado por los asistentes con fuerza.
Un Iván Ferreiro cada vez más cómodo, acompañado por la guitarra de Amaro Ferreiro y una buena copa de vino, enlaza uno tras otro temas de todos sus álbumes haciendo un repaso a su completa discografía en solitario. Suenan NYC, Santadrenalina, Canción para el tiempo y la distancia, Mi furia paranoica y la siempre indispensable Inerte, en una sucesión de temas que, coreados por el público, son interpretados con maestría por el cantante gallego.
Y en el momento en el que Amaro abandona el escenario, la figura de Iván se hace más grande, cambiando el tercio del concierto. Es el turno de la mágica Diecinueve que bajo las estrellas suena deliciosa y de la versión muy personal de Tierra de Xoel López. Pero si aún los asistentes no estaban lo suficientemente emocionados el recuerdo de antiguos temas de Los Piratas completa la efervescencia del público. La preciosa M y las imprescindibles Años 80 y Promesas que no valen nada junto al inconfundible "dónde estabas entonces" no faltan a la cita y el público devuelve el obsequio: cantando, aplaudiendo y ansiosos de más Iván Ferreiro.
La guitarra vuelve, la copa baja, y prosigue el repaso a alguno de los temas más representativos de su carrera en solitario: Toda la verdad, Rocco Sigfredi y Turnedo, precisamente presagio de un final que se palpa en el ambiente, no sólo del término del concierto, sino también del fin de este verano de 2012. Pero nadie entre los asistentes "parecía tener el valor para marcharse" así que Iván sucumbe a las peticiones del público con El viaje de Chihiro y Días Azules..."la casualidad nos va a salvar".
El concierto ya termina, Iván hace un amago de despedida pero el público aún se resiste y le pide más. El cantante no defrauda a los espectadores retomando dos clásicos de Los Piratas que el público corea junto a él: El equilibrio es imposible y Mi Coco.
Se apagan las luces y la gente desfila si olvidar que..."mi coco me dice que hoy mi vida entera pasará ante mis ojos..."
