El festival de Luz abrió sus puertas el sábado a la mañana con la intención de dar vida a la música en un entorno rural, entorno que vio crecer a Luz Casal. Hectáreas de terreno listo y acondicionado para recibir el Festival de la Luz.
Vaya por delante que el cartel aunaba una cantidad de nombres dispersos, barriendo no pocos estilos y aunque normalmente este tipo de compotas no suelen funcionar bien, que el este festival fuera benéfico ayudaba y mucho que público que iría a ver a sus grupos favoritos no les importase que estos compartieran escenario con otros de circuitos muy distintos, con un número final cercano a las 4.000 personas, podemos hablar de un éxito rotundo de la propuesta de Boimorto (A Coruña).
El primer grupo en tocar, fue Riff Raff con versiones de ACDC, rock de alto voltaje con el repertorio de los hermanos Young que aunque parezca que todo es fácil porque el repertorio es inmejorable no pocas veces nos hemos desilusionado con bandas que tributan a otras porque no llegaban a un mínimo decente, este no fue el caso de Riff Raff que tan solo les faltó bajar la campana del cielo. El Viejo Caracol en el escenario secundario fueron los siguientes, pop de bodega para repasar las canciones de ese “Autopia” llena de vientos y guitarras.
La voz de María Blanco al frente de Mäbu hechizó a los asistentes con su dulce timbre, canciones desnudas recogidas en su lindo “buenos días”, con su estilo cercano a la mismísima Russian Red fue uno de los descubrimientos de la tarde. Luar na Lubre, no necesitan presentación y menos tocando en casa, aires gallegos tan inconfundibles como siempre, secciones de cuerda incluidas y gaitas para poner una banda sonora acorde con el festival y uno de los primeros karaokes con el imprescindible "Camariñas, Camariñas xa me vas Camariñando". Alondra Bentley fue la siguiente, se sintió simpática y delicada mientras presentaba su reciente “Sings for children it's holidays”, la trovadora anglo española derrocha dulzura y buenas formas con su guitarra.
Eladio y los seres queridos, son uno de esos grupos que desde hace un tiempo seguimos muy de cerca por la web, y claro jugar con tu público ayuda a que tu propuesta tan diferente y creativa arranque con un público que recibía a la primera banda de pop de la tarde, “Están ustedes unidos” sonó tal vez más propia que nunca.
Vega, tal vez la triunfita que mejor ha sabido llevar su carrera, por lo menos desde la decencia, tiró de sus temas entre lo cantautor y lo pegadizo. Vega todavía tiene un gran camino que recorrer ya que no ha encontrado todavía un estilo propio y su música siga pareciendo un refrito de otros, eso sí, está en el camino, mención especial para su vestuario, muy acorde al entorno.
La anfitriona y organizadora, Luz Casal cautivó con sus canciones de siempre y erizó la piel de muchos de los que estábamos disfrutando de sus canciones bajo la luz de la luna, es siempre emocionante ver a alguien que vencido la lucha contra el cáncer y ha recuperado su vitalidad no solo en las tablas sino también organizando saraos como este. Apertura de manual con “Mar y Cielo” aunque los mejores momentos llegaría con sus imprescindibles “Entre mis recuerdos” “y No me importa nada” y “Un nuevo día brillará”, nuestra favorita.
Di Elas, que no sabíamos nada del grupo para que cuenta con el plus que en él participa el gran Luis Tósar, desde luego no faltó nadie. Iván Ferreiro, quien sustituyó a Manolo Tena, el ausente de este festival a causa de una lumbalgia, se dedicó a repartir a parte casi iguales sus canciones en solitario con las ya clásicas versiones de su extinta banda, Los Piratas, momento noventero con “M”. Iván con su ya clásica formación actual de un piano y dos guitarras regaló un pequeño homenaje a otro gallego de pura cepa como es Xoel López interpretando “Tierra”.
ITH subieron las revoluciones del Festival con su rock gallego de alta frecuencia, en lo que fue el comienzo de la cuesta abajo o principio de una fiesta de saltos y bailes que continuó con el broche final de Eme Dj, que volvió a demostrar porque es una de las Djs mejor valoradas de todo el panorama nacional, es imposible no bailar con esta tipa, que salió bajo la incertidumbre de unas previsiones meteorológicas muy adversas. Predicciones que se cumplieron al día siguiente, y que obligaron a cerrar las puertas del Festival de Luz.
Gran iniciativa de lucha contra el maldito cáncer a cargo de una luchadora como Luz que sirvió para colaborar con la guerra contra la dichosa enferedad, para disfrutar de grandes conciertos y descubrir otras bandas. Hasta el año que viene.
