Crystal Fighters provocan el Nirvana juvenil.
Bajo el manto del “Singular Music Festival” organizado por “Pepe Jeans London”, en el que un grupo ofrece un concierto en un sitio único, Crystal Fighters se presentaba en la sala Razzmatazz llena hasta la bandera de juventud ansiosa por ver a al grupo indie mainstream del momento. Dicho evento debería haberse realizado en la cúpula de la antigua plaza de toros de las Arenas, pero problemas técnicos de última hora obligaron a trasladar el concierto a la emblemática sala barcelonesa.
A la hora prevista y tras una intro verbenera que termino de encender a la masa post-adolescente, Graham -el guitarrista- apareció en el escenario a pecho descubierto, seguido por Gilbert -el hombre de los teclados - y el cantante Sebastian Pringle -vestido de Tino Casal- que provoco la catarsis total entre el público.
El inicio con “Solar System” seguida de “Follow” hizo que la banda terminara de meterse al público en el bolsillo. El sonido mostraba deficiencias sobre todo en las voces machacadas por los sintetizadores, pero eso no parecía importar a un público lozano e impresionable que entró en cólera al escuchar los primeros segundos de la tropical “L.A. Calling” y corearon su estribillo de “OH OH OH” como si de una final de la Champions se tratara. Se fueron alternando temas de sus dos discos como -“Separator”, “Champion sound”, “I Do This Everyday”- mientras Sebastian ejercía de gurú hippie de ceremonias a base de contoneos estrambóticos y ánimos incendiarios hacia el público. Después llegaría “You and I”, el single del último disco, fue uno de los momentos álgidos de la noche. El ambiente festivo y efervescente de la velada seguiría con los temas “Plague”, “Are We One” ,“Love Natural” y la amalgama musical de psicodélica y dance de la banda londinense llevarían en volandas el final del concierto con un combo ganador formado por “In The Summer” y “At Home” que provoco un feedback con el público que alcanzó cotas inalcanzables.
Tras un breve descanso la banda volvió a aparecer en el escenario con el pelotazo de la noche, “I Love London”. Tras la famosa frase: “Hola, me llamo Mimi, I love London” y el aquelarre ravero que provoca el sonido de la Txalaparta, la sala “Razzmatazz” se terminó de poner patas arriba -por si aun no lo estuviera suficientemente-. La bastante más pausada “Wave” apaciguaría algo los ánimos para volver a subirlos al cielo en el ahora si final del concierto protagonizado por su hit “Xtatic Truth”, un melocotonazo electrónico que cerró una noche apoteósica cercana al nirvana juvenil.
Crystal Fighters lo tienen. Poseen todo para triunfar entre un público joven y más impresionable. Letras que hablan del verano, del amor y de los peces de colores, estribillos pegadizos fáciles de corear, guitarras simplonas y electrónica buen rollista. Los directos llenos de confeti en los que le dan una vuelta de tuerca a sus temas funcionan a la perfección, aunque quizás chirríe algún tema más potente del primer disco que no termina de encajar en el rumbo más lírico que tiene la banda en su segundo trabajo. De momento los compro aunque con restricciones, la crítica cree que porque lleven una Txalaparta en la percusión ya tienen un estilo único, para mi esos detalles no son argumentos suficientes. Habrá que ver si en su tercer trabajo se acaba el hype o se consolidan en su “estilo único”.
