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La suprema STRAY DOGS logra un merecidísimo premio a su dirección y la estimulante SACRO GRA obtiene el Giraldillo de Plata

A tenor de lo visto, no habrá sido tarea fácil elaborar el veredicto. El jurado presidido por Manuel Martín Cuenca, e integrado por Mar Coll, Carlotto Cotta, Mira Fornay y Liza Linardou dio a conocer ayer el listado de vencedores de esta exitosa X edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla. A continuación extraemos los párrafos más importantes del comunicado oficial que lo daba a conocer:

“El Festival de Cine Europeo de Sevilla, en su décima edición, otorga el Giraldillo de Oro a EL DESCONOCIDO DEL LAGO (Francia), de Alain Guiraudie, “por su sincero y original acercamiento a la naturaleza del amor”. Esta película consigue también el premio a la Mejor Dirección de Fotografía, a cargo de Claire Mathon.

También de la Sección Oficial, SACRO GRA (Italia, Francia), dirigida por Gianfranco Rosi, ha ganado el Giraldillo de Plata, “por su manera de retratar la vida cotidiana con extraordinaria sensibilidad y humanidad”. El  premio a la Mejor Dirección ha sido para Tsai Ming-Liang, por STRAY DOGS (Francia, Taiwán), EL-DESCONOCIDO-DEL-LAGO-POSTERmientras que ha sido reconocido como Mejor Guión el de SELFISH GIANT (Reino Unido), escrito por Clio Barnard.

El galardón a la Mejor Actriz ha recaído en Alexandra Finder, por su papel en THE POLICE OFFICER´S WIFE (Alemania), y el de Mejor Actor ha sido para Toni Servillo, protagonista de LA GRANDE BELEZZA (Italia, Francia). Esta última película ha sido también reconocida con el premio Eurimages a la Mejor Coproducción Europea.

Para el galardón a la Mejor Película de Nuevas Olas. No ficción, el jurado se ha decantado por COSTA DA MORTE, de Lois Patiño, “por su exploración poética del paisaje físico y humano de un territorio mítico como el Finisterrae”, mientras que ha otorgado una mención especial a IT FOR OTHERS, de Duncan Campbell, “por su apuesta política radical y sin concesiones en un momento histórico tan difícil como el que vivimos”.

El premio a la Mejor Película de Resistencias, sección que se estrenaba en esta edición y que otorgaba el jurado Fipresci, recae en EL TRISTE OLOR DE LA CARNE, de Cristóbal Arteaga, “por la manera en la que el autor representa la crisis a través del rostro de un hombre que lo está perdiendo todo y muestra su última lucha por la dignidad”. Este jurado ha destacado también de esta película su “sofisticado y disciplinado minimalismo en la narración, que combina el cine de arte y ensayo y el thriller social”.

Obviamente, el hecho de no haber poder estado en Sevilla durante todos los días que ha durado el certamen provoca la imposibilidad del visionado de todas las obras a concurso y, por lo tanto, la de enjuiciar la elección de galardonados efectuada por el jurado. No pudimos ver EL DESCONOCIDO DEL LAGO, pero si nos congratula el hecho de que entre la lista de vencedores se hallen dos obras como la interesantísima SACRO GRA, de Gianfranco Rossi y, sobre todo, la magistral STRAY DOGS, del taiwanés Tsai Ming-Liang. De la misma forma, nos parece justísimo el reconocimiento, dentro de la sección Nuevas Olas, a COSTA DA MORTE, de Lois Patiño, un magnífico ejercicio cinematográfico de hechuras documentales, sobre el que volveremos en una próxima crónica.

SACRO GRA, de Gianfranco Rosi

Nota: 8

Más allá de su incuestionable acopio de virtudes, SACRO GRA pasará a la historia del cine contemporáneo por el hecho de haber sido el primer film documental que se alza con el León de Oro del Festival de Cine de Venecia. La cita italiana reconocía la disfrutable fluidez cinematográfica con la que Gianfranco Rosi despacha una intentona nada fácil de escudriñar como es la que él se propone.sacro-gra-poster

SACRO GRA  aborda la semblanza de un paraje muy singular : el denominado  GRA (Grande Raccordo Anulare), la gran autovía que circunvala toda la capital del país transalpino, una arteria circulatoria por la que a diario transcurren cientos de miles de automóviles, sin la que el caótico tráfico romano no podría asimilar la enorme cantidad de salidas y entradas a la urbe.

Sin embargo, el acercamiento a tan populoso e impersonal aledaño, pese a lo que pudiera desprenderse del párrafo anterior no va a ser un merodeo histórico por la importancia de esa carretera, ni un estudio sobre su importancia cotidiana. Rosi va a centrar su interés en el paisaje humano que habita al otro lado de los arcenes de la importante vía de tráfico. SACRO GRA convoca a una serie de variopintos personajes reales a los que la cámara del realizador acompañará en su cotidianeidad sita junto a la vasta autovía.

Uno de los personajes más curiosos que se nos presenta es un hombre mayor que se dedica a la conservación de las palmeras que persisten, allí, plantadas. Al poco de conocerlo, Rossi nos describe su tarea: el veterano jardinero introduce una especie de aguja en uno de los tallos recortados de una palmera y comienza a grabar los sonidos del interior del árbol. Más tarde, en su casa, la audición revela la existencia de unas orugas nocivas para el crecimiento de aquel.

De alguna manera, la preponderancia que adquiere este personaje actúa como paradigma intencional del realizador: su cámara pretende actuar de la misma forma con el paisanaje humano que trata de sacar a la luz. SACRO GRA tiene esa intención hurgadora, escarbativa: investigar, sacar a la luz, ponerle cara al paisanaje humano que el ruido  incesante del tráfico del autovía no permite ver. Prostitutas, aristócratas venidos a menos, devotos desaforados, pescadores de anguilas, emigrantes, exhumadores de tumbas… sacro-gra-2todos los personajes convocados por la intromisión de Rosi ejercen de larvas tras el asfalto, de ruido humano ensordecido por el alquitrán, de criaturas con vida no automovilística.

Lo más notable de la obra del autor italiano, más allá del interés particular que despierta cada uno de los invitados a la hurgación, es la sensibilidad con la que están encuadrados todos ellos y, como, gracias a una soberbia labor de montaje, lo que en un principio pudiera parecer pasto de la dispersión, acaba adquiriendo un pleno sentido de amena, entretenida y fiera integración.

Mimetizando el eterno fluido del tráfico, hay momentos en los que la película parece conducirse  sola. La fusión entre el ambiente meteorológico muchas veces hostil (las escenas de la nieve), la hilera en movimiento de los coches en los que queda vetada la figura humana y las pinceladas extraídas de unos y otros personajes (en el interior de sus casas –excelente la del abuelo con su nieta antes de acostarse-, en su lugar de trabajo, en su lugar de recreo) depara una extraña fluidez, un sinuoso movimiento que logra combatir, reformular y enriquecer el afán realista desde el que se parte. 

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