Loquemequedavivir

Título: Lo que me queda por vivir

Autor@: Elvira Lindo

Editorial: Seix Barral

Año de publicación: 2010

Género: Narrativa / Novela intimista

Es contradictorio que una novela impregnada de recuerdos se llame Lo que me queda por vivir, pero lo cierto es que a Antonia, la protagonista de 26 años de edad, aún le queda mucho por vivir. Puede que ya tenga un hijo de cuatro años, Gabi, un exmarido, una madre fallecida y muchos sueños rotos, pero ella no desfallece en su intento de seguir viviendo, sobre todo, porque la responsabilidad y la alegría de ver crecer a su hijo difumina todo la amargura vivida.

La novela posee una estructura que refleja la confrontación entre pasado y presente con el fin de mostrar los sinsabores a los que se ha visto avocada en su corta vida en contraposición con los sabores más dulces que una simple mirada de su hijo le ofrece y le ofrecerá por mucho tiempo. En una anarquía total del orden, la línea cronológica del tiempo desaparece para sumirnos en unos saltos temporales que han de mantener atentos al lector pero no con demasiado esfuerzo ya que la fusión entre pensamientos y recuerdos de la protagonista con su presente más inmediato se han hilvanado con bastante naturalidad y la lectura no se hace difícil de seguir. Sin embargo, sí he de advertir que es una novela exenta de hilo argumental, apenas sí hay acción, y el lector ávido de historias puede desesperarse al sumar páginas que tan sólo enumeran sensaciones de la protagonista en relación a unos personajes muy concretos de su pasado y de su presente que remueven su interior; incluso también encontraremos personajes que simplemente están en un momento concreto cerca de ella. Digamos que intimismo y realismo casi costumbrista pesan en esta novela, sin la magia de la ironía y el humor al que Elvira Lindo nos tiene acostumbrados.

En esta vertiente realista donde reconocemos a la autora, prima más el tono apesadumbrado de quien ha conocido la soledad y la decepción. A pesar de ser Antonia una mujer independiente y luchadora, el contexto temporal, los años ochenta, hace más difícil la vida de una madre soltera . Menos mal que la maternidad aflora el sentimiento de superación de tal manera que acabamos leyendo una historia íntima y personal de una mujer que sabe no puede claudicar ante la vida. Es una narración en primera persona cuyo intento es empatizar con el lector o en este caso mejor decir las lectoras ya que éstas pueden quizá sentir la maternidad tal y como ella la cuenta.

No obstante, es una novela que se aleja de los cánones a los que Elvira Lindo nos tiene acostumbrados, más bien al hablar de esta autora se nos vienen a la cabeza los artículos de opinión en El país, o la colección infantil de Manolito Gafotas, o libros juveniles como El otro barrio, incluso novelas premiadas como Una palabra tuya, pero Lo que me queda por vivir es otra versión de Elvira Lindo, quizá más cercana a la novela femenina del siglo XX, y consecuentemente de un público minoritario, pero desde luego es una forma más de conocer las mil caras de esta autora polifacética, que desde luego no nos va a dejar impasibles.

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