Palabras Encadenadas   OFF De La Latina 1

La Latina sigue apostando por el teatro

 

La sala Off de la Latina, incluida en el programa “Lavapiés, barrio de teatros” apuesta por una de las grandes obras del teatro contemporáneo español. Palabras encadenadas ( Jordi Galcerán, 1995 ) es un inquietante thriller psicológico entre una mujer y un asesino en serie. Los dos, solos, encerrados, sin salida y un sencillo juego: las palabras encadenadas. Pero cuando la vida depende de este inocente pasatiempo, las reglas del juego cambian constantemente sin llegar a saber quién persigue a quién. Verdades y mentiras, hasta el minuto final.

Autor-Adaptación: Jordi Galcerán

Director: Iván Muriel

Reparto: Carmen Comendador, Fernando Moreno Duración: 90 minutos

Dónde y cuándo: Off de la Latina. Miércoles 22h Precio: 10€

La compañía “Entreparentesis Teatro” pone sobre el escenario del Off de la Latina una de
las mejores piezas escritas por el autor y director catalán Jordi Galcerán. El texto, que ya
fue llevado a la gran pantalla bajo la dirección de Laura Mañá, es un vertiginoso tiovivo de acusaciones y reproches, un intercambio de posiciones de víctima y verdugo que hace dudar al espectador sobre quien es quien dentro de este thriller.

La pequeña sala de la Latina se transforma en un sótano tenuemente iluminado y con el espacio completamente cubierto de plásticos, una propuesta escénica parca en elementos pero suficiente para lograr un ambiente frío, aséptico y lúgubre. La imponente presencia de Laura sobre el escenario, interpretado por Carmen Comendador, maniatada y amordaza recordando a un ritual sadomasoquista, hace que el público quede impactado antes siquiera de empezar. Esta imagen, sin embargo, pierde fuerza con el sonido de la música que acompaña la espera del comienzo del espectáculo.

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La proyección del primero de una serie de videos protagonizado por Ramón (Fernando Moreno) que Laura escucha aterrorizada marca el inicio de la pieza. Aparece Ramón y con el comienza un ataque verbal hacia Laura, que desemboca en una propuesta para salvar su vida jugando a las palabras encadenadas. Ya en estos primeros momentos no se ven atisbos de un asesino en serie en el personaje de Ramón, algo que confirmaremos con el desarrollo de la trama y que lastrará la calidad de la representación dejando eclipsada la buena interpretación y presencia escénica de Laura.

Cierto es que el ritmo es alto y no decae durante la hora y media que dura la obra, pero no es suficiente para transmitir y mantener una tensión al espectador que lo tenga en vilo. Las transiciones, inexistentes, las acciones físicas, muy poco trabaj los cambios de registro, se quedan diluidos en una excesiva focalización en el verbo, demostrando que un gran texto, por sí solo, no consigue una gran obra. Y como guinda a un flojo trabajo de dirección, una desalineación de vestuario entre video y realidad, termina por confirmar que esta pieza está más cerca del circuito amateur que del profesional.

A pesar del desencanto general de esta versión en comparación con otras que hemos podido ver anteriormente, siempre se agradece poder volver a jugar con las palabras encadenadas de Galcerán.

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