A las 19:00 de la tarde se abrían las puertas de la nueva edición del festival sevillano, y unos puntuales Dënver salían al escenario del teatro Alameda ante un público no muy numeroso.
Foto: Manel - Marichispa
“Gracias por llegar temprano”, comentó la joven voz del dueto chileno, Mariana Montenegro. En compañía del guitarra y también voz Milton Mahan comenzaron a desgranar poco a poco su nuevo disco, el que están presentando por todo nuestro país, ya que por fin les dejan (es digno de recordar que estuvieron retenidos en Barajas gracias a la ineptitud de la seguridad de nuestro país).
Foto: Dënver- Marichispa
Pero ninguno mencionó nada aunque seguro resultara un mal trago, y el concierto siguió su curso. Educados y un poco tímidos empezaron con la instrumental “Mi primer oro”, tema que abre su debut “Música, Gramática, Gimnasia”. Su pop electrónico y sencillo consiguió encandilar a todos los presentes, aunque su esperado hit “Los Adolescentes” no consiguiera arrancar muchos bailes, tal vez porque sonó un poco más lenta de lo habitual. De cualquier manera, la voz de Mariana brilló como su camisa de lentejuelas, y después de un poco menos de una hora de concierto se despidieron entre sonrisas.
Los siguientes en subir a la palestra fueron Ellos, que contaron en su directo con la ayuda de un público muy animado que coreaba todas y cada una de sus canciones como si fueran himnos. Guille Mostaza consiguió una muy buena conexión con éste, y nadie paró de saltar junto a él durante todo el repertorio.
Foto: Ellos - Marichispa
Y tras Ellos, le llegó el turno de la cantante franco-argentina Mercedes Audras, que se pasea por España haciendo entrevistas, acústicos y conciertos para presentar su nuevo disco, “10.000Km”. Acompañada de un guitarrista y un excelente violinista, interpretó con acierto y precisión matemática las canciones de su nuevo disco, entre las que se encuentran colaboraciones de todo tipo. Y es que no cabe duda de que Mercedes tiene muy buenos amigos, porque entre canción y canción comentaba que tal o cual se la había escrito un componente de Mclan, o el francés Françoise Hardy, o cualquier otra persona. Ante esto queda la duda sobre qué canciones habrá escrito o compuesto ella, puesto que las que cantaba en castellano rozaban casi siempre la rima fácil, como “Once, doce de la noche, yo te espero en mi coche” o “Sale París el sol, y los agentes de circulación…” Desde luego dejó claro que se desenvolvía mucho mejor en su francés de adopción, como en la delicada “Tu se là” o “Á découvert”.
Foto: Mercedes Audras - Marichispa
Pero con el final de este concierto llegó el momento más esperado de la noche. Mientras el escenario se preparaba en los baños una muchacha se quejaba de estar cansada, y su amiga le respondía: “Venga, ¡que ya por fin toca Manel!”
Y es que la revolución catalana por fin ha llegado a Sevilla. Presentando su nuevo disco, “10 milles per veure una bona armadura”, Manel salieron al escenario y el público rompió en cantos, gritos, aplausos y bailes. No hay duda de que entre la audiencia se encontraba mucha población catalana porque las primeras filas cantaban sin parar, pero tal vez sea la magia de la música la que haya hecho que Sevilla se aprenda las letras. Como yo, que aunque no tengo ni idea del idioma, no puedo evitar chaspurrear el catalán con timidez al escuchar canciones tan hermosas como “La canço del soldadet”, “Boomerang” o “El gran salt”. Pero Manel no se olvidaban del disco que les dio la fama, y de “El millons professors europeus” no faltaron entre otras “Ai Dolors”, “En la que el Bernat se’t troba” o “Al mar”. El concierto avanzaba entre ukeleles, guitarras, armónicas, coros y monólogos del carismático Guillem Gisbert. Le llegó el momento a la única versión de la noche,“La gent normal”, el Common People en catalán. Acertadísimos en ir poco a poco acelerando, la canción llegó a su culmen y todo el público cantaba y saltaba, mientras una cámara con un foco bastante potente de vez en cuando grababa dejándonos ciegos por momentos. Pero nadie paraba de sonreír, porque quedó claro que la música es un idioma que consigue que queramos entender lo que nos intenta transmitir el otro, sea en el idioma que sea. Y creo que no hace falta decir que personalmente (y sin hacerlo personal también) fue el mejor concierto de toda noche.
Cuando se despidieron casi se me había olvidado que todavía le quedaba el turno a La Bien Querida. Sin ninguna duda fue el descenso anímico de la noche, ya que en directo y a pesar de lo bien acompañada que está, Ana no posee fuerza ni presencia para emocionar a un público a las once de la noche. Aun así presentó con seguridad los temas de su nuevo disco, “Fiesta”, entre ellos el aclamado single “Hoy”, cerrando así el primer día del festival.
Foto: La Bien Querida - Marichispa
