El sábado se presentaba lleno de propuestas interesantes, pero la afluencia de público fue bastante similar al día anterior.
Foto: Standstill - Marichispa
El primero en salir fue Emilio José (el gallego, no el de Fernan Núñez) y la expectación era evidente. Los pocos que nos acercamos temprano al teatro no sabíamos muy bien qué esperar de este concierto, y menos leyendo en su myspace que él sonaba como “se os Flaming Lips fichasen a Julio Iglesias de cantante”.
Foto: Emilio José - Marichispa
Lo cierto es que estando arriba solo con sus samplers y sus maquinitas el concierto parecía que iba a ser bastante relajado, hasta que un espectador gritó: “¡Pero dinos algo!” “¿Y qué queréis que os diga? Pues me gusta mucho Sevilla… Estuve una vez, en la Expo del 92, y descubrí las palomitas en el pabellón de Australia… No, en el de Nueva Zelanda.”
Tal vez el anónimo espectador ya conocía la labia de este artista, porque en cuanto soltó esto las canciones comenzaron a derivar de monólogo en monólogo. Con su acento gallego Emilio José empezó a explicarnos las motivaciones de sus canciones, las historias que había detrás… Como cuando le escribió una canción a una moza portuguesa que llegó a su pueblo (“Seguro que aquí hay mucha gente de pueblo, ¡arriba los de pueblo!”), o el por qué del estribillo “Rosa Díez Paredón”, que escribió cuando la política visitó su provincia,… Historias sencillas y críticas de la vida en un pueblo al que no llega bien el Wifi, enlazadas con acierto en su electrónica y cantadas como si fueran nanas… porque como él dice, lo de voz de Julio Iglesias sólo es conceptualmente, “por desgracia a miña voz pouco se parece á do maestro”.
Foto: Ornamento y Delito - Marichispa
Tras él llegaban los madrileños Ornamento y Delito, un grupo al que se le notan las tablas y la experiencia que traen los años. Cuando Gari empieza a cantar en el nuevo disco que han editado con Limbo Starr, “Rompecabezas de moda y perfección moral”, una no puede evitar acordarse de la voz de Nacho Vegas, aunque rápidamente desecha la idea pues se trata de propuestas bastante diferentes. En directo su voz pierde un poco ese tono familiar y presenta unas letras sórdidas y violentas, que lograron crear un clima bastante perturbador pero que no consiguieron realmente una conexión con el público. Aunque tal vez tampoco la buscaran.
Foto: Single - Marichispa
Así sin más miramientos desgranaron canciones tanto de su nuevo disco como de anteriores, despidiéndose escuetamente y dando paso al dueto Single. Teresa Iturrioz e Ibon Errazkin han vuelto a los escenarios con fuerza después de un parón bastante largo. Tras tres años desde aquel alabado “Pío, Pío”, presentan “Monólogo Interior” con un directo limpio y fresco, en el que Teresa es la indudable protagonista (las luces prácticamente la iluminan sólo a ella). Ella baila, canta, y sobre todo interpreta. Porque aunque a veces pueda parecer la de un cuentacuentos, su voz limpia y dulce puede contar historias más tristes que las que le cantarías a un niño, como “En el restaurante”. Sin embargo, sea la historia más triste o más feliz Teresa siempre aporta su sonrisa y su desparpajo, regalándonos un concierto encantador cuanto menos.
Foto: Margarita - Marichispa
Y tras este dúo llegó Margarita, grupo que ya no desconcertaba nada entre las diferentes propuestas que había traído el festival. Con un sonido pop estridente y siempre en tensión, ninguno de sus integrantes pararon de saltar y moverse mientras tocaban las canciones de su debut “Explota el cuerpo”. Un concierto también muy fresco y que animó más al público, que era evidente estaba ya esperando a los grandes de la noche, Standstill.
Y la espera por los catalanes no defraudó. A cada lado del escenario dos de sus integrantes se iban turnando en los teclados, y la voz de Enric Montefusco empezaba a vibrar sentada también al mando de otro. Standstill es un grupo polifacético y en constante evolución. No son pocas las personas que me han comentado que han dejado de escucharlo porque ya no eran de tal o cual género. No voy a entrar a debatir esto y no es que su música y lo que hacen actualmente sea realmente de mi agrado, pero si de algo puedo estar segura es de que el sábado 16 de abril de 2011 Standstill ofrecieron un concierto impecable y rotundo. Brutal es la palabra para definir al sonido de esta banda, aderezada con la voz flexible y experimentada de su cantante. Presentando “Adelante Bonaparte” pero sin olvidarse de canciones míticas de sus anteriores discos, no dejaron a nadie indiferente y arrancaron del público saltos, gritos y seguro que alguna lágrima que otra. Impresionantes.
Con ellos finalizó esta edición del South Pop en Sevilla, que aunque este año ha apostado por propuestas nacionales lo suficientemente dispares como para atraer a gente muy variada, no ha brillado esta vez por su afluencia de público. Hasta otro año más.
