La XIV edición del festival Territorios llegó a su fin con un éxito abrumador del púbico, Sevilla tiene festival para rato.
Foto: Lolo Vasco
Esta nueva edición del Territorios llegó a su fin con un rediseño total para la ocasión, y es que se había incluido un escenario mucho mayor. Esta ampliación y con la mezcla de todos los estilos durante las dos jornadas hicieron que la afluencia de público sobrepasara lo esperado. Las cifras oficiales hablan de 14.000 personas por jornada, mientras que ediciones anteriores estábamos en 5.000. Un salto que durante las primeras horas pareció coger por sorpresa a la organización.
La entrada había cambiado de sitio mientras la gente se amontonaba en la puerta de botellón, las colas para colocarse la pulsera y acceder eran del todo considerables, y la sensación de agobio en la puerta crecía por momentos. Tras el checking, la adquisición de tickets no era fácil tampoco aunque en los escenarios más alejados de la entrada era mucho más sencillo.
Foto: Lolo Vasco
Aunque el problema más serio se presentaba en la entrada de los dos escenarios menores, perfectamente comprobado en los exitosos Miss Cafeína, escenarios con una sola entrada y salida que en momentos puntuales pudo ser una ratonera, aunque la cosa no llegó a mayores. Los madrileños en el escenario CAAC, desplegaban su pop, llamados a compartir protagonismo en la escena con Supersubmarina, tirando de este rollo, más comercial, aunque encontrando una excelente acogida del público, que es lo que manda.
El primer plato fuerte de la noche eran The Fall, tal vez el show más extraño que vimos en el festival. Mark E. Smith es un auténtico jefe, ataviado con una ropa de lo más común dejó claro que las pintas no son lo suyo, como una banda de amigos subieron a tocar. Impasible y frio con respecto al público, no solo él sino toda su banda. Aunque consiguieronganarse de sobra al público. Un sonido propio de otro tiempo, Mark utilizó varios micrófonos y dio un recital (corto) sobre las tablas, la experiencia se nota, aunque en un ambiente tan festivo como este Territorios no todo el mundo entendió la propuesta post-punk de los ingleses.
Foto: Lolo Vasco
Aunque si había un grupo que volvía a poner un ambientazo sobre el festival esos eran, Vetusta Morla. Llamados a ser las grandes estrellas del festival. Y otra vez la sensación de encorsetamiento del concierto. Demasiado poco improvisado, a pesar de mostrarse más cálido que en el SOS, hablaron de la revolución del 15M, que subió aún más la temperatura, repartiendo sus mejores canciones durante todo el concierto, dejando para la parte final perlas como “el Hombre del Saco” con un final perfecto y bastante potente. De menos a más con un final muy acorde con la expectación.
El Territorios tiene una ventaja con respecto a muchos otros festivales es la variedad de estilos, tras Pop, Rock, Punk turno para Raimundo Amador. El guitarrista clasificado como Blues, flamenco, o lo que quieran, gorro vaquero en lo alto repasó sus mejores canciones, dejando en la parte final la larguísima “Bolleré”, que entre percusión y punteos parecía una rave flamenca, recital de Raimundo y su gigante banda. Y como no podía ser de otra manera, cambio de estilo, la locura de Asian Dub Foundation . Que cierto es quedó algo deslucida su actuación por el sonido tan bajo que registro el escenario ICAS. Saltos, fiesta y sobre todo mucha energía del colectivo. Menos gamberros que en sus juventudes pero igual de entregados.
Y para cerrar la noche del viernes nada menos que 2many djs en su versión Dj. Sorpresa para muchos que literalmente flipaban con el viaje de los hermanos. Samples de grupos como LCD soundsystem y su “You wanted a hit”, MGMT o Hot Chip, locura en la primera jornada del viernes que tuvo de todo.
