Acciones como estas merecen un monumento
El pasado 29 de marzo se celebró en Orihuela (Alicante) el evento Retro Santo Domingo, videojuegos por alimentos, en el colegio diocesano de mismo nombre, un antiguo monasterio del siglo XVI, un marco incomparable para este tipo de eventos.
Como os podéis imaginar se trata de otro evento relacionado con los videojuegos retro, que siguen en auge, para alegría de los aficionados, entre otros el que suscribe. A diferencia de otros eventos similares se contó con
la ayuda de ASUPIVA (Asociación sin ánimo de lucro de usuarios de pc, internet, videojuegos y arcade) y la propia Cáritas en una iniciativa en la que se unieron los videjuegos y la ayuda a los más necesitados. De hecho la entrada era gratuita, pero si querías podías entregar una serie de alimentos básicos destinados a beneficencia, que además podías intercambiar por videojuegos donados previamente, una gran idea.
Nada más entrar al edificio te topabas con una exposición de consolas clásicas que hizo las delicias de propios y extraños, todo un clásico en este tipo de organizaciones. Reconozco que disfruté mucho viendo de cerca sistemas que no había visto jamás, sobretodo alguno que no apareció en su día por estos lares, como la propia PC Engine, la cual me sorprendió por su reducidísimo tamaño, o las consolas de Nintendo previas a la Nes.
En el siguiente patio estaban colocados también los típicos mercadillos de material retro, en los que también se pudo ver el no menos típico baile de precios alrededor de estos objetos de culto, entre los que podíamos encontrar de todo, desde precios razonables a esperpénticas cifras. En este mismo patio se encontraba el acceso al taller, donde se impartió un cursillo sobre programación básica y en el que también había acceso a diferentes sistemas, sin contar con los correspondientes torneos videojueguiles.
La otra estancia utilizada para la organización fue el salón de actos, donde tuvieron lugar las conferencias, que es lo que realmente me atrae de este tipo de eventos, y esta no iba a ser menos. Entre ellos pudimos disfrutar de las ponencias de Pablo Avilés, presidente de ASUPIVA, con un rápido recorrido sobre los 40 años de historia del videojuego, ideal para los no iniciados en el mundillo retro. Así como una interesante conferencia sobre la relación entre el cine y los videojuegos por Pablo Riquelme, director de cine, que fue enriquecida por un improvisado debate junto con los asistentes. Aunque más tarde me perdí por un despiste la charla sobre ordenadores japoneses que impartió una famoso YouTuber de la escena, Pep Alacant, aunque más tarde me desquité al escucharlo en su aportación al programa de podcast Rejugando, uno de los mejores programas de radio enlatada surgidos en los últimos años, y que dejé injustamente fuera de aquella recopilación de podcast sobre videojuegos que realicé hace algún tipo.
Y para terminar el locutor del programa Fasebonus, el más longevo de los podcast de temática retro españoles, Ignacio Zarranz, nos deleitó con una exposición muy personal en la que nos habló de “Videojuegos que nos marcaron”, en la que de nuevo puso de manifiesto sus grandes dotes comunicativas.
Y poco más que contar de este evento, que para ser su primera edición y dado su modesta organización me dejó un buen sabor de boca, que espero repetir el año que viene, y sobretodo tener en cuenta el objetivo final y más importante de la organización, la solidaridad de la gente que aportó su granito de arena, con un total de más de 2000 kilos de alimentos, que se dice pronto.
