Los Punsetes
Una montaña es una montaña
[Everlasting; 2012]
7.4
“He estado en situaciones inauditas he visto mezclar cerveza con Licor 43” esta es la frase que define el nuevo disco de Los Punsetes, “Una montaña es una montaña” es cerveza para los gaznates musicales. Ari, Anntona y el resto firman (posiblemente) su mejor trabajo.
Tras la presentación de “Alferez Provisional” hace unas semanas de estribillo pegadizo y con las guitarras bastante afiladas Los Punsetes ilusionaban a los fieles. Pero la prudencia ante el siempre difícil tercer disco siempre estaba patente. Como buen grupo atípico Los Punsetes firman un trabajo muy destacable, “Tráfico de órganos de Iglesia” funciona desde el primer momento, de letra ambigua pero con un sonido en las guitarras altísimas con los punteos “marca de la casa”, atronando.
Cuatro años de silencio que se rompían a lo grande, el descorchar de esta nueva botella de Champagne Kalimochero es directo, sin concesiones aunque durante el disco, echamos de menos el recurso de escuchar en la voz de una mujer los pensamientos de un hombre, esa sátira constante que parecía dar la legalidad de decir lo que quisieran, durante este tercer disco explotan menos este recurso. A pesar de dejar algunas perlas en “Mis Amigos” el disco está contando en primera persona pero de género neutro, tal vez Antonna quiera darle un poco seriedad a unas letras de por sí bastante cómicas-cínicas-hijoputescas.
El Guincho (productor) ha conseguido sacar un sonido bastante “guarro” con unas guitarras duras en muchas partes del disco, las ya comentadas junto con “155”, “Los Glaciares” o en el cierre de “John Cage”. Pero esta subida de la parte instrumental en detrimento de la voz de Ari no hace perder ni un ápice el espíritu “punseta” y ahí quedan esas canciones tan lentas y que tanto recuerdan a su homónimo de allá por el año 2009. “Un corte Limpio” o “Paraiso”.
Los Punsetes en “una montaña es una montaña” se han profesionalizado, pero los fans antiguos no se pueden sentir fuera de esta aventura que es hacerse mayores, notable disco para los madrileños que cierran hasta la fecha una trilogía impecable.
