Los británicos The Electric Soft Parade ofrecerán un festín de pop psicodélico en la capital
Un hachazo de historia reciente. Una reivindicación, actualizada, de aquel adhesivo que le colocaron en su día a este grupo de Brighton, el de “next big thing” a punto de explotar, cuando en 2003 ficharon por una multinacional y su tercer disco, “The American Adventure”, parecía solo destinado a grandes empresas.
Antes ya habían roto el cascarón con su mezcla de sensibilidades brit-pop y rock norteamericano del momento. Tras aquel salto a una major giraron durante un año casi sin parar y compartieron escenarios con Elbow, Starsailor y The Who. Iban viento en popa, pero poco después de su cuarto larga duración, “No Need To Be Down” (2007), decidieron echar el freno, agotados. Dejaron en el aire el interrogante de si sus canciones, cada vez menos raras, un encuentro entre el fuzz de Silverchair y los Pink Floyd oníricos, con ganchos para que se agarraran a ellas fans de Bloc Party y hasta de Kaiser Chiefs, no merecían mayor continuidad.
La publicación de “Idiots” este 2013 retoma su carrera justo donde la dejaron tras su parón -roto por un EP en 2011-, incidiendo en su faceta más sosegada. Aparcado también Brakes, el proyecto paralelo de sus dos jefes, los hermanos Alex y Tom White, ha llegado el momento de reivindicarlos.
Una oportunidad para reencontrarse con la propuesta de The Electric Soft Parade en la capital, será el próximo 21 de febrero en la Sala Moby Dick. Puedes comprar tus entradas en ESTE ENLACE.