La última jornada del FIB hay que empezarla con tranquilidad, ya que el cansancio acumulado es mucho, y el pop de Cooper es perfecto para ello.
En el escenario Maravillas con su voz peculiar, sus melodías llenas de amor y emociones casi juveniles y el sol poniéndose nos hizo empezar la tarde con una gran sonrisa. Un poco después y en el mismo escenario, el grupo Hype de la actualidad, los ingleses The Vaccines, nos quisieron hacer bailar y cantar con sus hits habitualmente cortos. El objetivo lo cumplieron gracias a temas como “If you wanna” “Post breack-up sex” o “Wolf pack” ideal para el principio de la noche.
Totally enormous extinct dinosaurs, TEED para los amigos, hizo que empezáramos bien pronto a desgastar nuestras zapatillas en un escenario Fib Club lleno hasta la bandera. Disfrazado y acompañado de dos chicas que bailaban de forma peculiar sus canciones electrónicas. No se dejó ninguno de sus hits, que fueron bailados y coreados hasta la saciedad.
Ed Sheeran derritió a todas las féminas reunidas en el escenario Maravillas, que mechero o teléfono móvil en mano (la tecnología, ya se sabe...) corearon sus canciones. Un concierto aburrido y nada apropiado para esta hora de la noche..
Los problemas de sonido esta vez acompañaron al tímido Guille Milkyway, La casa azul, pero no hicieron que éste se viniera abajo. Se mostró más simpático y hablador de lo que nos tiene acostumbrados y nos volvió a regalar todos sus temas más pop como “los chicos hoy saltarán a la pista” o “la revolución sexual” que utilizó para terminar y que el público adornó con confeti y globos.
Los “dinosaurios” del día, New order, tienen un buen directo pero le falta intensidad y sobre todo falta de ganas. No nos dejaron disfrutar del todo de sus temas por un sonido que no pudo ser más bajo. Eso no importó cuando el momento karaoke de la noche llegó con “Blue Monday” y “Bizarre Love Triangle” y la versión que hicieron del “Love will tear us apart”, las tres canciones más aclamadas por el público, que seguro que con un sonido mejor y con un poco más de predisposición hubieran hecho uno de los conciertos inolvidables del festival. Es verdad que dicen que la edad no importa, sino que se lo pregunten a los Buzzcocks, pero en este caso una de las mejores bandas del Siglo XX parece que ya no está para tantos trotes.
“Que hablen de mí, aunque sea mal” es la frase que debió pensar la organización del festival cuando contrató a David Guetta. Para bien o para mal fue de lo más comentado de la noche. El Maravillas estaba lleno hasta los topes de gente que esperaba con impaciencia sus temas propios y las mezclas de las canciones más conocidas del momento, pero también estábamos todos aquellos que no queríamos que nos lo contaran y poder criticar con conocimiento de causa. Y es que el dj francés es un dj porque muchos se empeñan en decirlo. No se molestó ni en disimular poniéndose los cascos, solamente se dedicó a poner un tema detrás de otro, a hacer la pelota al público diciendo que era el mejor que había tenido y a subir y bajar el volumen para que el público cantase sus canciones y subirse aún más el ego. Que los de slithersmusiczine bailamos no lo vamos a negar, pero algo teníamos que hacer mientras esperábamos para bailar el ya tradicional “El Danubio azul” que cierra año tras año el festival.
Para terminar bien el festival fuimos al fib club esperando encontrar buenos temazos para poder descargar la poca energía que queda tras tantos días de festival pero no los encontramos. La sesión de two pias dj's no estuvo a la altura de lo que nos tiene acostumbrados Aldo Linares.
Con la edición en la que el Festival de Benicassim cumplía su mayoría de edad se nos ha quedado una sensación agridulce. Por una parte la de este año ha sido la peor edición musicalmente hablando de sus dieciocho, no habrá ningún concierto que entrará en nuestra lista de momentos históricos vividos en el FIB. Pero por la otra parte está la típica frase, que todos hemos pronunciado alguna vez, “es que el FIB es el FIB” porque todos le tenemos un cariño muy especial a este festival y año tras año se convierte en “la gran aventura del verano”. Nos vemos el año que viene.
