Diecisiete años cumplió el Contempopranea el pasado fin de semana, la Tierra Prometida del Indie nacional sigue siendo Sagrada.
Una edición capicúa, que empieza y acaba con el mismo titular, la amenaza del cambio de emplazamiento o desaparición del festival por parte de la organización. La falta presupuestaria, una edición que se ha visto amordazada por la crisis más los futuros incrementos de impuestos hacen que el Contempopranea se encuentre en estado crítico.
En lo musical, el Jueves, el festival abría sus puertas a todo el mundo con el incentivo de una parrillada para todos los poseedores del abono, aun así, el recinto se encontraba a media asta para ver a los grupos en esta inaugural jornada.
La cena, como ganadores del Grupo Revelación Nacional 2012, con un pop luminoso, el encerrado en “Sus historias al Revés”, daban la salida cuesta abajo, cierre para su gran as de Picas de nombre “Blackjack”. Un grupo que bebe de la misma esencia de esa primera etapa de grupos como Lori Meyers o Los Ángeles. Otros debutantes en el festival fueron Cosmen Adelaida, los del Genio Equivocado venían con su “7 Picos” bajo el brazo y tuvieron tiempo hasta para cumplir con el homenaje a Pedro San Martín y su Buena Vida que no todos hicieron.
Viaje por “7 picos” con algunos problemas iniciales en el sonido, para acabar por todo lo alto. “Si quieres, salgo” y “Alcobendas” como grandes momentos de un concierto sobrio, a la altura del festival y con el aliciente de ver el cambio de instrumentación y coros a lo largo de toda la actuación.
En Rusos Blancos llegó una nueva marcha, con el cuarteto en línea, llegaron las canciones de arranque planetario como “Supermodelo” o “Gorka o Cabano”, carne o pescado que dice su letra. Un disco y un Ep que han catapultado a los madrileños a los mentideros de los bares musicales, con canciones como “Tus padres, tu novio, tú y yo” todo parece más fácil.
Tras los niños, llegaron los mayores, Álex Díez y sus Cooper pusieron los años sobre las tablas y la veteranía es un grado. Un concierto que mezcló canciones de “Mi Universo” para fans recién instruidos, un disco mucho más guitarrero de lo que nos tienen acostumbrados que casó a la perfeccción con los clásicos tipo “La rabia” para seguidores de larga trayectoria. Si los Flechazos ya tuvieron su homenaje en Alburquerque, Cooper se dio el suyo sobre el escenario del Paseo de las Laderas.
Ellos es un dúo que se las sabe todas y como bien dijo su carismático líder Guille Mostaza, “quién necesita una banda teniéndome a mí”, una nueva sobrada que junto con la de irse al camerino con el micro encendido puso la nota cómica a un concierto que fue un ciclón. Si a este principio de “Cardiopaía Irreversible” se le aliña con canciones tan bailables como “Dicen que te vas” y el himno patrio de casi toda una generación como “Diferentes” el jolgorio puede convertirse en algo fuera de lo común, bravo por Ellos.
Ellos dio paso a un Man Pop que acabó por levantar el dichoso polvo del recinto, con una selección de música autóctona y elegante aderezada con algún clásico atemporal de Pulp, dando al público lo que pedía, baile, estrofas y estribillos para no parar hasta el final, con versus incluido de Raül Leiva, especialmente celebrada la coreografía del Disfraz de Tigre.
Esta sesión sirvió para dar el punto y seguido a un festival que crecería de manera notable en asistencia de público en los días venideros.
Fotos: Toni Delong
