Música, faldas, cerveza. Dropkick Murphys
La semana pasada fue una de las más intensas que recuerdo por Madrid. Nada menos que 5 conciertos en 7 días: Napalm Death, No Turning Back, GAS Drummers, Mordida…y el sábado, uno de los platos fuertes, los bostonianos Dropkick Murphys, que venían presentando su nuevo disco, ‘Signed and Sealed In Blood’ (2013), acompañados del gran Frank Turner.
La cita era en la Riviera, y desde primera hora se palpaba bastante buen ambiente por los alrededores a pesar del frío. Coincidía con carnavales, así que muchos aprovecharon para sacar del armario sus faldas escocesas, camisetas de los Celtics y de los Boston Bruins, el equipo de Hockey de la ciudad, del que Al Barr, vocalista de DKM, nos declaró ser fiel seguidor durante el concierto.
La velada comenzó con La Maravillosa Orquesta Del Alcohol (La M.O.D.A), y los burgaleses no defraudaron en absoluto. Gran concierto a pesar del mediocre sonido. Consiguieron que el escenario no se les quedara grande con su elegante mezcla de Blues, Rock Clásico y Folk. Seguro que después de su gran actuación se ganaron unos cuantos fans.
Posteriormente fue el turno de Frank Turner, que a la postre fue el gran triunfador de la noche. Este simpático cantautor inglés, que comenzó su carrera como vocalista de la banda post-hardcore Million Dead, hizo las delicias del público, acompañado por su banda ‘Sleeping Souls’. Tocó todo lo que esperábamos que tocara, incluido por supuesto ‘I Still Believe’ en la que consiguió que prácticamente todo el publico se sentara en el suelo, bailara, saltara y corease con él el estribillo, todo en una misma canción. Rebosante de buen rollo, calidad y energía. Su carisma es imbatible, animó y bailó con el público como pocos.
Dropkick Murphys siguen siendo los más grandes del género, pero están en pleno declive. Y en esta ocasión encima hubo una baja demasiado importante: el segundo cantante y bajista, Ken Casey, único miembro-fundador que queda de la formación original (1996).
El concierto, a pesar de contar con una Riviera completamente abarrotada y un público entregadísimo y muy motivado después de la actuación de Frank Turner, comenzó bastante flojo, con un exceso de temas de los últimos discos, que hicieron que la primera media hora se hiciera un tanto larga. Al Barr se lo curró mucho para suplir la baja de Ken Casey y estuvo muy activo durante toda la noche, pero no fue hasta la salida a escena de Frank (salió a cantar ‘Rose Tattoo’ y se quedó como media hora más), que consiguieron levantar su actuación.
Con respecto al setlist, sonaron sus grandes hits como ‘The State of Massachusetts’, ‘The Boys Are Back’, o ‘I’m Shipping Up To Boston’, pero se echaron en falta algunos básicos como ‘Walk Away’ o ‘Gonna Be a Blackout Tonight’. El bis, de 4 o 5 temas, tuvo un final bastante emotivo, cuando cientos de personas se subieron al escenario mientras el guitarra seguía tocando en lo alto de una de las barras.
En resumen, una noche de lo más divertida y sudorosa entre gaitas, acordeones, mandolinas y sobre todo, mucha cerveza.
Foto portada: De L.A Records en Fox Theatre (Url: http://larecord.com/photos/2011/07/05/dropkick-murphys-fox-theatre )
