Jornada inaugural del Blibao BBK Live 2013
En cualquier cartel de gran festival que se preste, hay un común denominador sobre todo en forma de banda. Pero para esta primera jornada del festival, ese común que estaba en boca de casi todos los presentes no iba por esos derroteros, sino más bien en definir con una sola palabra la sensación generalizada: caos. A las largas colas que se formaron en ambas paradas de buses se sumó otra marabunta a la hora de canjear la entrada por la pulsera. Y lo malo es que no es la primera edición que pasa. Pero vayamos a lo que importa que es la música, el motivo que nos llevó allí.
Aún con, seguramente, muchos deseosos de poder verlos e imposibilitados por lo anterior, TOY se encargaban de abrir fuego en esta edición. Impasibles, sin dirigirse al público más allá que por sus canciones y consiguiendo atraparlos poco a poco, desgranaron su homónimo debut donde ‘Kopter’ remató pese a que tanta luz del día no les hace bien. The Horrors los han apadrinado y ellos dando razones con creces. Ya tienen secuela e igual para rato.
Otra de las bromas pesadas de esta edición fue ver como Alt-J tocaría cuando seguro más de uno ni había llegado a Bilbao. Y es que las ganas de verlos es por culpa de ese magnífico “An Awesome Wave” con el que han deslumbrado este año. Y su concierto certificó porqué están donde están con ‘Matilda’ o ‘Breezeblocks’. Un recital por todo lo alto donde el broche de oro lo puso ‘Taro’ o como hacer que el público establezca una inquebrantable comunión con la banda.
Edward Sharpe and the Magnetic Zeros llevan en esto un tiempo más que largo y quizás por eso, la explanada del Live! Stage estaba abarrotada. O también puede ser por la gran presencia de público británico y por la espera de que ‘Home’ sonara, ese tema que ahora es archiconocido gracias a un anuncio. Y sí, ese parecía ser uno de los motivos. Si la banda tenía ganas de animar el cotarro cuando ésta fue la encargada de cerrar su actuación no hubo asistente que no la corease. Esperemos que esto haga que sus visitas por nuestra geografía se empiecen a contar más a menudo.
Lo de Editors se puede catalogar como una banda habitual en la segunda fila de los grandes festivales y que no ha sabido salir de ahí. Si antes se encaraban con Interpol, ahora intenta convertirse en otro de esos grupos de la épica a lo U2 –ya ‘Bones’ y ‘Desire’ parecían separadas al nacer-. Hicieron un concierto con dos partes, una incontestable con ‘Smokers Outside The Hospital Doors’, ‘An End Has a Start’, ‘A Ton of Love’ o ‘The Racing Rats’ y otra donde solo el final con ‘Papillon’ frenó la cuesta abajo.
Por su parte L.A. tenían doble difícil papeleta en su camino. La primera, atraer público mientras el fantástico Charles Bradley and his Extraordinaries actuaba en el Live! Stage y otra, retener a las hordas que más tarde abarrotarían el Bilbao Stage para ver a Depeche Mode. Y cumplieron con creces, sobrados y sin necesidad de pomposidades ya casi habituales en los grupos patrios. Impresionante el vuelco que dio la carpa con ‘In The Meadow’, justificación más que suficiente para entender porqué han llegado donde están.
Quizás no a los estratos que han llegado Depeche Mode, pero solo ver la congregación y las pisadas que han dejado en la historia de la música es para darse cuenta que ellos juegan en otra liga. Se les puede incluso perdonar el corte de sonido en ‘Precious’ –más aún si deciden comenzarla de nuevo- o que como otros mitos, el sacar discos no sirva más que como excusa de peso para desempolvar sus grandes hits en una gira; pero si esos hits son ‘Personal Jesus’, ‘I Feel You’ –tremendo potencial-, ‘Just Can’t Get Enough’ o ‘Enjoy the Silence’, como si quieren hacer un disco de cumbia. Es cierto que por momentos el nivel de intensidad bajó peligrosamente, que los bailes de Gahan parecen previsibles o que quien pasara por allí con ganas de convencerse pudiera no estar en el momento adecuado. Pero tan cierto como que ofrecieron un concierto digno de cabeza de cartel con unos audiovisuales hipnóticos que te sumergen en su mundo. Como ellos decían, ‘Welcome to My World’ y ahora se entiende el porqué.
De curtidos a jóvenes. De potencia a músculo. Biffy Clyro ocupaba el otro gran escenario ante un público entregadísimo pero con una propuesta que no logró justificar a quien escribe el permanecer allí ni un minuto más. Tampoco lo hicieron Miss Caffeina, pareciendo un batiburrillo de lo que se cuece en los grupos ¿indies? de masas y que tiene en ‘Gigantes’ su máximo exponente.
Two Door Cinema Club por su parte solo tiene que hacer una cosa para reventar un escenario: tocar. Parece obvio, pero la intensidad de sus canciones y el ritmo que transmiten hacen que poca gente se pudiera estar quieta cuando ‘Come Back Home’ o ‘I Can Talk’ hicieron acto de presencia. ‘Beacon’ no ofrecía nada nuevo, pero que con dos largos cuenten sus canciones por hits, es digno de alabar. ‘Undercover Martyn’ o ‘Next Year’ son solo algunos de ellos y si encima te cierran con ‘What You Know’ lo único que puedes hacer es mirar al suelo porque seguro que has quemado la zapatilla. El resto de la noche se lo quedó Delorean, ‘Apar’ es uno de los deseos más esperados para este año y con todo el arsenal que dejaron salir en la carpa Vodafone Yu: -‘Stay Close’ rompe allá donde suene- el cierre de esta primera jornada fue pletórico. A pesar de que todo comenzara de un modo algo abrupto
Fotos tomadas del Facebook Oficial del Bilbao BBK Live 2013, realizadas por Foto: Musicsnapper & Tom Hagen & Rhythm And Photos
