Por desgracia, todo principio tiene un final. Última jornada del Dreambeach Villaricos.
Comienza el sábado, el día que más artistas por minuto albergará el festival (sin menospreciar a The Prodigy). Por mi parte me surge una duda aunque sea para última hora de la noche, o primera hora de la mañana según se mire, tener que decidir entre Ben Sims, Dj Pepo o Los Suruba para decir adiós al Dreambeach Villaricos. Difícil decisión.
Aparte de la música, ya podíamos corroborar cosas como que no faltó gente como la última edición Creamfields que se celebró en Jerez de la Frontera. Que el sitio elegido para el festival, aunque a nosotros nos cogiera enormemente más lejos, es mucho mejor que el circuito de velocidad de Jerez, en primerísima línea de unas estupendas playas, buena organización con el camping, buen rollo entre los asistentes y lo más importante, buenas actuaciones que estaban englobadas dentro de un abanico de amplia oferta: desde techno más ortodoxo hasta electro comercial.
Empezamos nuestra andadura del sábado con buena gente y buena música. Alberto Rodríguez, siendo amigo de unos conocidos de tierras extremeñas, no podíamos faltar a ver a un dj que lleva muchos años en esto y que fue la mejor forma de empezar el día del sábado.
Muy a nuestro pesar, desde que empieza a sonar JC Morillo, debemos tomárnoslo con más calma de lo querido si queríamos estar activos para los cabezas de cartel. Artistas como Josh Wink, Anthony Rother o Mauro Picotto debimos verlos más entrecortadamente y sin poder disfrutar de ellos como seguro se requería, pero en un festival en el que se alberga tanto artista llega el momento de tener que elegir.
Mención especial a Monsta, dj que no había tenido tiempo de escuchar profundamente, el cual hizo un buen show, buena música mezclando Dubstep, drum and bass en incluso sonidos más raperos.
Llega Vitalic, y con él, el momento en el que personalmente había puesto mis mayores expectativas. Tenía muchas ganas de verlo acompañado del espectáculo “VTLZR”, un concepto de puesta en escena nuevo e incendiario, con un conjunto de luces en sincronía con la música, que crea un ambiente único en sus actuaciones. Esta producción cuenta con el apoyo de 1024 Arquitecture, una de las agencias de diseño más sofisticadas de Francia. Espectacular sonido y no menos que los efectos visuales el cual hizo que el creador de “My friend Dario” fuese para mí lo mejor de la noche del sábado.
Le seguiría en el mismo escenario principal, del cual nos moveríamos muy poco, un dj muy de moda: Laidback Luke. Hizo las delicias de todo el que se quedó a escucharlo, aunque hubo mucha gente que prefirió cambiar de aires antes sonidos tan poperos como traía el dj afincado en los Países Bajos. No conectó demasiado con el público, pero las horas que eran ya hacían que el cuerpo se moviese solo.
Pendulum no necesitan presentación, ni aún en un DJ set. La fuerza de estos en sus directos hace que puedas sufrir lesiones o un posible infarto. El escenario San Miguel se quedó pequeño para los australianos. Iban de cabeza de cartel y así fue. Lástima que no todo el mundo sea partidario de este tipo de sonido.
Empezó Feed Me, con un electro que no estaba mal, y bases potentes que aplastaban. A partir de aquí más dubstep, con lo bueno de esto pero también lo malo, mucha gente sigue siendo reacia a estar más de 40 minutos escuchando sonidos que se repiten una y otra vez y hacen que la gente se vuelva violenta. Mucha gente que no paraba de botar y de bailar.
Se iba acercando el final y en cuanto acabó el extremeño Raúl Pacheco, con el que también teníamos una cita, decidimos que el broche final lo pasaríamos con Los Suruba. Estaban en el escenario principal y teníamos ganas del buen house underground que manejan estos dj's afincados en Ibiza. Hicimos bien puesto que acabaron todos los escenarios simultáneamente, pero ellos nos deleitaron con un último tema que nos tragamos a pie de escenario y que hizo que todo el público contenido en los demás escenarios acudieran en masa e hicieron que el final del primer Dreambeach Villaricos fuese apoteósico.
Esto hizo que nos quedásemos con ganas de más, contando los días para el próximo Dreambeach Villaricos que no podemos definir más que como éxito rotundo!
