Qué grande eres
Quedó inundada de soul La Riviera después de que Sharon Jones y su banda The Dap Kings pasasen como un huracán por encima de su escenario. Y es que cuando esta mujer aparece en directo delante del público, nadie queda indiferente.
El ritmo y la fuerza que corren por las venas de esta norteamericana es algo digno de ver en vivo. A pesar de contar con más de medio siglo de vida, a pesar del conciertazo en el Palau de la música de Barcelona apenas 24 horas antes, a pesar de haber superado un cáncer hace un año, a pesar de los tacones, a pesar de todo esto, la diva del soul no paraba de moverse ante una sala enfervorecida con su presencia.
Comenzó el concierto con la presentación de la banda que acompaña en cada velada a Sharon Jones a través de su speaker. Aparecieron luego las Dapettes, dos imponentes mujeres cuyas voces parecían sacadas de lo más profundo de Harlem. Tras marcarse un par de temas y pasados ya casi 20 minutos, por fin apareció la de Augusta al ritmo de Retreat! Primer corte de su último álbum Give The People What they want, sin duda de los más potentes de este trabajo.
No es ella una mujer alta y estilosa sino casi todo lo contrario pero con su sola presencia, arrolladora, no le hace falta nada de eso para meterse al público en el bolsillo desde su el primer minuto. Fueron enganchándose unos temas con otros alternándose baladas como If you call con temas donde la potencia de su voz eras más notable como He said I can y de esta manera ella misma podía regular el derroche de pasión. Cuando ya pasaban los 45 minutos de espectáculo asomó la complicidad que esta artista siempre guarda con su público y saco a un sinfín de improvisados bailarines y bailarinas que saltaban las vallas de seguridad como exaltados quinceañeros poseídos por el fenómeno fan generando situaciones interesantes y demostrando la cercanía de esta mujer por sus oyentes.
Después de unas clases de baile recordando los guateques sesenteros y de sonar I Heard It Through The Grapevine, una de las pocas versiones que hizo, tuvo lugar uno de los momentos más emotivos con Get up and get out , tema del que se adueñó para lanzar un speech de su lucha personal, casi en trance, dando muestras de su singularidad, de su raza.
Se acercaba el final del concierto después de casi hora y media sin apenas descanso con el Making Up and Breaking Up (And Making Up and Breaking Up Over Again), donde la banda mostró su tremenda calidad musical arropando a la estrella del escenario, al que siguió uno de sus mayores éxitos '100 days, 100 nights un tema muy potente, con el que el público terminó de desgañitarse, dentro y fuera del escenario, antes de que sonase Stranger to my Hapiness para cerrar un brillante espectáculo, uno más, de Sharon Jones y sus Dap Kings.
Crónica Alberto Gómez
Foto tomada del Facebook Oficial de Sharon Jones tomada por Pícara Photo para Music News Television