Moby
Destroyed
[Little Idiot; 2011]
6.5
Destroyed ocupa la nada despreciable cifra del número diez en la carrera de este músico. Un número diez que es el número de los dioses, el examen perfecto, la excelencia, pués Moby la ha rozado, lo ha tenido y lo ha dejado escapar.
El disco salió el pasado 13 de mayo, y ¿por qué hemos tardado tanto en hablar de él? Se preguntarán muchos, porque dura 72 minutos, como viene siendo normal, disco larguísimo para el de Nueva York.
La historia de este disco es una historia muy curiosa, que merece la pena escuchar. Moby padece de insomnio, y este disco ha sido concebido a lo largo de todo el mundo, encarcelado en habitaciones de hotel, grababando canciones a veces de manera precaria, lo que dota al al disco de un sentido de una linea, muy marcada pero que acaba siendo demasiado difusa. Especialista en los ambientes y texturas electrónicas más llevaderas, Moby nos presenta un disco, algo menos electrónico, pero con altas dosis de “madrugada”, con un comienzo que pareció recordar a sus obras cumbre “play” y “18”.
"The Broken Places" , "Be The One" y "Sevastopol" son la máxima expresión de disco, y es que consiguen que pueda imaginar a Moby en su habitación del hotel, desesperado, con los ojos como platos, mientras entra el sol por la ventana, y suena en su cabeza la melodía de “Sevastopol”, que maravilla de canción, sencilla, directa, con la marca de Moby grabada en la frente, tal estigma de Caín que diría Hesse.
“The Day” es la canción que presentó como single, y que según dice el propio artista, fue escrita en una bonita habitación de un hotel de España. Y como ya le pasará en su disco “Hotel”, Moby no ha sabido elegir su single, un single que no dice nada, y que supone una ruptura con este concepto del insomnio. Antes quedó otro gran momento, como “The Low Hum” con featuring fémino que tanto gustan.
Este disco se ha tardado en grabar dos años, y el pecado mayor del disco es la poca selección y orden de las canciones. Porque en un periódo tan largo músicos como Moby pasan por fases muy distintas y de este “Destroyed” pudo sacar dos discos totalmente distintos, uno para los más electrónicos y otro para los más clásicos. “Victoria Lucas” recuerda mucho al origen del músico, pero con tintes mucho más oscuros, electrónica simple, sonidos simplistas pero con un efecto muy positivo sobre la melodía. Soy mucho más afín a la electrónica “mobydiana” que a su faceta rockero-festiva que quede claro. “Stella Maris” es una nueva vuelta de tuerca que puede pasar desapercibida tras el cansancio de escuchar de seguido “After”, “Blue Moon” y “Lie Down In Darkness” , en lo que es la parte más floja del disco, tres canciones que debió de descartar, o simplemente suprimir para siempre.
A pesar de dejarnos algún momento para el cierre destacable como “The Violent Bear It Away” y sobretodo “Lacrimae”, el disco se disipa en su parte final. Tachado de fraude y de genio, Moby demuestra que tiene talento, y que todavía tiene que contarnos muchas cosas buenas, pero tras 72 minutos, este décimo disco no toca la excelencia, o por lo menos si lo hizo en algún momento, no lo recuerdo. Demasiada información en un disco innecesariamante largo.