Architecture In Helsinki Moment Bends

 


Architecture in Helsinki

Moment Bends

[Modular Recordings; 2011]

7.5


Desde   Fitzroy, Australia, nos llega este quinteto que presenta ya su cuarto álbum, con directrices muy parecidas a sus trabajos anteriores aunque con notable cambio. La percusión ha dado paso al arreglo algo más electrónico con los Synths, aunque sin salirse de su estilo buen-rollista y feliz que tan bien están estrujando.

Un disco al que no presté demasiada atención, pero fue la noticia de su gira en nuestro país, la que hizo retomar mi interes en él, dedicándole el tiempo que siempre merece cualquier disco. Os recordamos que estarán en nuestro país los días miércoles 26 de octubre en Barcelona - Razz 3 y el jueves 27 de octubre en Madrid - Moby Dick.

Architecture in Helsinki se encontró con un serio problema en su carrera, y es que tras la salida de su mejor álbum hasta la fecha, “In case We Die”, gran parte del público los comparó con una banda que por aquel entonces empezaba a sonar por Canadá llamada Arcade Fire, y por momentos parecieron tener caminos paralelos, siendo ambos abanderados del llamado pop orquestal.

El final ya lo sabemos, los australianos se vinieron abajo en su puesta en escena y con el su irregularísimo “Places Like This” mientras los de Canadá enamoraban definitivamente al mundo con “Neon Bible”.

Esta desvinculación de grupos, parece haber dotado a Architecture in Helsinki de la calma y la pausa para hacer un nuevo trabajo a la altura de las expectativas que teníamos sobre ellos. Un disco compuesto por once canciones muy variopintas donde los arreglos electrónicos, sin ser estridentes han mezclado de manera acertada con los coros, siempre tan multitudinarios, W.OW es una buena muestra de este pequeño paso del grupo.

Aunque si por algo se caracteriza este grupo, es por la cantidad de canciones que siempre nos regala para ponernos antes de salir un viernes a la calle. Resten la dificultad de Of Montreal y la mamacharrería de Scissor Sister y posiblemente encuentren este disco, un disco capaz de poner de buen humor a casi cualquiera. “YR Go to” con sus campanitas y sobretodo “I Know Deep Down” suenan a verano, huelen a fiesta en la piscina y a mojito, simples y complejas, eficaces, y por supuesto divertidas.

Aunque a diferencias de otros discos vienen perfectamente acompañadas por cortes tan interesantes como “Desert Island” y “That Beep”. El disco guarda en su final dos joyas donde podemos observar influencias del mismísimo Jamiroquai, como en “Everything´s Blue” con un bajo brillante y “B4 3D”. Que es el "patito feo" de todo el disco, por lo poco que pega y por la tristeza que trasmite, aunque acaba por convertirse en un cisne bien bonito.

En todo el disco encontramos a un Cameron Bird cantando al límite de sus posibilidades con un resultado más que satisfactorio, y un arreglo tanto vocal como instrumental muy coral que hace muy llevadero el paso de las canciones.

Posiblemente este Moment Bends no vaya a pasar a la historia de la música, pero sí que nos puede dejar grandes momentos durante un tiempo determinado. Actual y contemporáneo a los tiempos que corren, adaptado a la fecha en que salió (primavera- verano), no solo de joyas atemporales vivimos.

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