Un año más, y ya son cuatro, el equipo de Slithersmusiczine se disponía a disfrutar del Monkey Week, que en esta edición 2012 presentaba bastantes novedades.
La novedad más negativa fue la desaparición de los "conciertos de noche" que se venían celebrando en el Monasterio, buscando concentrar todo el festival en el centro de El Puerto de Santa María.
Entre las novedades positivas, la ampliación de los horarios de showcases hasta las 04.00H, las fiestas de presentación de diferentes sellos discográficos, la Jägermeister Opening Night y el esfuerzo de la organización en confeccionar un cartel muy interesante en los difíciles momentos económicos que se viven.
Bien entrada la tardes hicimos acto de presencia en el Teatro Pedro Muñoz Seca para recoger nuestra acreditación, nuestro manual de supervivencia y ver a los primeros amigos, colegas de profesión y conocidos. Está claro que nadie quería perderse el Mono Monete, ni siquiera los sellos discográficos y demás inquilinos del Monkey Market, que daban los últimos retoques a sus stands, el momento estaba cerca.
Y el momento llegó casi a las 23.30H cuando Lisäbo hizo su aparición en las tablas de la sala Mucho Teatro, que debido a que este año era el centro neurálgico de la noche del Monkey Week y a las durísimas críticas recibidas años anteriores por el, cuanto menos discutible, sonido, presentaba este año un conjunto de altavoces y una mesa de sonido que casi llenaban 1/4 de sala.
Pero ser escenario principal de la noche Monkey Week tenía sus desventajas y claro, siendo una conocida marca de cerveza "muy del sur" patrocinador principal, no había más opción a elegir en la barra, salvo que diéramos el salto a los destilados de alta graduación.
Esta Opening Night tenía como punto de continuidad que Pony Bravo ejercía como comisarios de la noche, así pues todo lo que allí desfiló había sido propuesto por Pony Bravo.
Lisäbo son una banda que se deja ver demasiado poco de Madrid para abajo, tal vez aquello de cantar en Euskera hace pensar al grupo que no tiene suficiente público, esto se pudo comprobar que no es así, con una sala registrando una entrada más que notable los de Irún presentaron su propuesta con su simetría perfecta sobre el escenario.
Como una bandada de pájaros en formación, dos bajos en los extremos, dos guitarras y en el centro, dos baterías para hacer una apología del rock, ruidoso y contundente a la par que nítido. Un recital de sincronización que nos trajo, en su gran mayoría su último disco, Animalia Lotsatuen Putzua. Solo pudimos escuchar castellanos en dos ocasiones, una para agradecer al público su asistencia y dos para gritar “quemar” a todo trapo tras escuchar a Iban cantar literalmente a capela y dar la bienvenida a ZA! que fueron comodín a lo largo de toda la noche, orgía de ruido y precisión para arrancar de la mejor manera posible este MW.
Si Lisäbo a pesar de rudos son “organizados”, ZA! es esquizofrenia sonora, un taladro de vientos y gritos que presentó su Megaflow con una sala que se quedó perpleja ante la desorientación vivida. ZA! fue el trampolín para el grupo, que jugaba en casa y es que el MW es un festival que queda muy cerca de Sevilla y eso para las bandas de la capital Hispalense es un añadido. Pony Bravo, con un set más corto de lo habitual, pusieron aquello por los aires y es que las “Voz del hacha”, “Noche de setas”, “ El Rayo”, “Superbroker” empiezan a corearse de manera muy constatable entre el público, ZA! subían y bajaban al escenario como colaboradores de lujo. Pony Bravo presentaron en el Puerto dos canciones nuevas, “Mi DNI” que ya la habíamos escuchado y “Eurovegas” con un estribillo que decía algo así como “Lo que pasa en Eurovegas, en Eurovegas se queda”, en lo que era una cínica crítica al macroproyecto madrileño.
Que fuera un festival fue el motivo para no ver ningún tipo de proyección ni de bases en la aplaudidísima “La Rave De Dios” que la dejó algo menos sarcástica. Gigante noche programada como pistoletazo de salida para la cita portuense.
Fotografias tomadas por: Jesús Bragado (Flickr)
