La Delicadeza David Foenkinos

 

Título: La Delicadeza

Autora@: David Foenkinos

Editorial: Seix Barral

Año de publicación: 2011

Género: Narrativa / Novela intimista

De un título previsiblemente delicado, nace una historia que quiere hacer las veces de entrañable, pero que no lo consigue en su totalidad. Confunde el hecho también de que si parece tener fundamento para una película podríamos pensar que es uno de esos libros cuanto menos interesante o distraído de leer, sólo por el mero hecho de abarcar dos tipos de arte: cine y literatura. Siento deciros que nada más lejos de la realidad. No es un libro tan bueno como para hacer una película de él ni es un libro tan bueno como el principio de la novela nos podría hacer creer. Eso sí, debo reconocer que ese principio es, literariamente hablando, un fragmento  bastante delicado y cuidado, además podríamos salvar el final finalísimo donde la delicadeza vuelve a mostrarse desde un punto de vista emocional.

Sin embargo, todo lo que pertenece al nudo narrativo supone una historia carente de interés, e incluso podría decirse que previsible para películas y novelas de género rosa, cuya síntesis es a rey muerto, rey puesto, y nunca mejor dicho, puesto que Nathalie , la protagonista, se describe como una mujer afortunada en el amor debido a la suerte de haber conocido y vivido con quien fue su marido François. De este fortunio se cuenta su inicio, desde que se conocieron, y su persistencia en la vida diaria siendo ya matrimonio, hasta que dramáticamente él muere.

A partir de este suceso, dicha fortuna se ve resquebrajada,  y Nathalie se suma en un intenso luto que muestra todo el dolor que surge de la sorpresiva huida de la felicidad. Este es el momento más desgarrador  a la vez que preciado de la novela. Sin embargo, se me hace corto, puesto que esta prosa elegante y delicada se mezcla con la banalidad de la vuelta al trabajo y a las relaciones de una manera un tanto vertiginosa.  Para los optimistas, esta lectura habla de superación, de aferrarse a la vida y de no dejar de creer en las grandes cosas que esta nos ofrece. Personalmente, no es este el caso, me ha parecido falta de esencia puesto que si la clave es la que acabamos de mencionar, no hay demasiada expresión de la psique de la protagonista como para descubrir que ella ha luchado por no naufragar y por recuperar el aliento de esperanza. En contraposición a la falta de intimismo lo que predomina es la acumulación de acciones en las que entra en juego su jefe, que está enamorado de ella e intenta servirse del momento para empezar una relación con la protagonista; y Markus, el compañero de trabajo en el que encuentra la posibilidad de continuar viviendo con alguna opción de felicidad.

Finalmente, no encontramos una acción cerrada, donde el desenlace muestre un final feliz, sino que simplemente da pie a que se respire un ambiente en el que el dolor ha pasado a un segundo plano porque para Nathalie cabe la posibilidad de pensar que puede disfrutar de algún aspecto de la vida sin François, sin llegar a olvidar a su marido, abre la puerta a la felicidad sin que el dolor la oprima. Precisamente este desenlace un tanto abierto hace que el final de la novela recupere esa esencia delicada de la que hablábamos al principio. Pero en suma total sólo nos encontramos con una lectura distraída, simple y llana.

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