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Ficha

Compañía: Compañía Joven Réplika teatro

Adaptación y Dirección:  Mikolaj Bielski y Borja Manero

Autor: Bernard-Marie Koltés

Espacio Escénico: Mikolaj Bielski y Borja Manero

Iluminación: Jaroslaw Bielski.

Reparto: Manuel Tiedra, Raúl Chacón, Malcolm Sité e Isabel Cano

Precio: 15 €.

Duración: 2h (aprox.)

Cuando y dónde: Última función 25 de Noviembre. En espera de noticias sobre una futura gira.

Una oscuridad casi total inunda la sala mientras nos acomodamos a los cuatro lados del escenario,  como si fuésemos a presenciar un combate de boxeo en toda regla. Se intuye una verja y en su interior tres personajes congelados aguardan el ensordecedor sonido de los timbales que marca el comienzo al espectáculo.

La compañía joven de Réplika teatro finiquitó el pasado fin de semana (24 y 25 de noviembre) la puesta en escena de la obra “Combate de negro y perros”, que estrenó el pasado mes de febrero con motivo de un ciclo sobre  el dramaturgo francés Bernard-Marie Koltès.

Dentro de la verja, protegidos del exterior pero al mismo tiempo encerrados, se encuentran Horn y Cal (Manuel y Raúl), jefe y ayudante de la constructora europea que les ha destinado allí para trabajar. Pronto aparece al otro lado de la verja Alboury (Malcolm), un imponente y musculado vecino del poblado, en busca del cadáver de un trabajador que murió en la obra. Horn es el encargado de lidiar con Alboury, al que intentará sobornar a lo largo de toda la pieza para que olvide el asunto de cualquier manera que tenga a su alcance. 

Al mismo tiempo aparece Liona (Isabel), una mujer frágil, infeliz, desencantada con su vida e inestable, que llega desde Europa para casarse con Horn y quizá así dar el giro que busca en su vida.

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Con todos estos ingredientes sobre el escenario, se desencadenan una serie de conflictos que implican a los cuatro personajes y que consiguen que en las dos horas de espectáculo, no haya ningún momento ausente de ritmo.

La puesta escena resulta bastante original. El hecho de que el espacio escénico quede reducido por la presencia de la verja plantea un reto para los actores, añadido al tener a los espectadores observándoles desde cuatro puntos de vista, y un impacto para el espectador,  pues este encarcelamiento está asociado a animales que a personas. 

La aparición intermitente de Alboury, que se mueve por toda la sala, provoca la inquietud del público acentuada por una iluminación que se centra en el interior de la verja y solo asoma puntualmente en el exterior.

La interpretación es en general notable, pero para mi gusto chirria el personaje de Cal. Me explico, comienza alto, demostrando su imponente carácter animal con una actitud física dura, unos matices muy marcados que hacen quede perfectamente descrito, pero conforme pasa la obra, sigue subiendo, no se pausa, no hay un cambio de registro evidente lo que termina por quemar al propio personaje haciéndole perder mucha de la fuerza con la que comenzaba, diluyéndose en él mismo. Destaco en oposición a Isabel Cano, que aporta con su personaje una fragilidad e inocencia tremenda, siendo la víctima final de todos los conflictos.

El texto, que escribió Koltès tras un viaje al continente negro, es una crítica, una muestra de la lucha por valores que en las sociedades actuales están tan manidos que desaparecen. Un relato donde todo gira en torno a la búsqueda, por un lado de  justicia y por otro de intereses, aderezado con una falta de comunicación y entendimiento entre los propios seres humanos.

Espero que pronto pueda pasar por otros teatros y tengáis la oportunidad de verla.

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