Beirut
The Rip Tide
[Pompeii Records; 2011]
8.6
Zach Condon el súperhombre que se esconde detrás de Beirut, fue hospitalizado en 2006, según fuentes oficiales por agotamiento, aunque en los mentideros festivaleros donde había cancelado, se decía que era debido a su mala vida. O buena según se mire.
Tras un periodo de pausa, Beirut volvió a los escenarios, y al estudio para parir este The Ripe Tide. Encuadrado en la música folk, y tras dos discos sublimes como fueron Gulag Orkestar y The Flying Club Cup llegaba otra obra mestiza y maestra a partes iguales.
Porque el folk es la música típica de una región del mundo, así que Beirut hace folk mundial o folk planetario, o el folk de la Tierra, debido a la cantidad de referencias de Europa y Ámerica que tiene en su repertorio, especial atención la prestada a la región balcánica.
Tanto es así que el disco cuenta con orquesta de allí, aunque no descuida pequeños guiños especialmente en letras al continente americano. Un viaje por el mudo y por estos sonidos tradicionales, llenos de trompetas y percusiones berbeneras que empieza con “A Candle's Fire”, tal vez más cerca de parajes americanos, que da paso a la canción dedicada a su niñez “Santa Fe”.
No podemos olvidar que Condon nació y se crió en esa ciudad, y prueba que la recuerda con un gran cariño, es la animadísima canción que le ha compuesto a su niñez. Si algo tiene de negativo el nuevo trabajo de Beirut es la brevedad del mismo. Un disco que pasa de manera escuálida la media hora de duración, exactamente 33 minutos en lo que es demasiado poco para lo mucho que hemos esperado para este nuevo L.P. Auqnue esa brevedad puede perdonarse con momentos tan "Beirudienses" como "Port of call", mi favorita, por la excelente mezcla y producción de la canción.
Y si pasamos por México o los valcanoes, por qué no por el “East Harlem” aunque la fusión musical suena rara, o demasiado atrevida. La parte más sentimental del viaje, nos llega con “Payne´s Bay” donde los violines toman la capitanía del disco dando pausa y ayudando a disfrutar mucho más de este envite. Que encuentra en la canción que da nombre al título el valle melancólico de The Ripe Tide.
Y a pesar de ese poco tiempo que le podemos dedicar al disco, las canciones que ponen el broche final, suenan a Beirut, suenan a madurez, “Vagabond” es además de un juego de palabras, un corte soberbio que hace que apreciemos el mimo y la calma que el bueno de Zach se ha tomado con su nueva obra.
Un artista que demuestra que hoy todavía se pueden proponer cosas nuevas con la etiqueta de clásicas, o añejas. Beirut lo ha hecho, y lo ha hecho muy bien, esperemos que la próxima vez nos de un poquito más porque nos hemos quedado con las ganas de más.