Cronica Quique Gonzalez Granada

Quique González ha sido el tercero de los protagonistas de los ciclos ‘Los especiales de Alhambra y cía’ y embrujó a Granada.

Previo a su irrupción en el escenario, con veinte minutos de retraso, el público ya disfrutaba en la antesala del auditorio del divertido escenario improvisado para los asistentes. Provisto de batería, guitarra eléctrica e indumentaria rockera, el público podía ir animándose en el photocall y llevarse un recuerdo del concierto.

Una vez sentados en el auditorio, Quique y su banda, abrieron el concierto con un tema de su ‘Delantera mítica’. El pegadizo estribillo de La fábrica entonó la primera de
sus canciones, a la que siguió Parece mentira. Tan sólo dos temas rockeros antes del primer cambio de guitarra a acústica para continuar con Caminando en círculos.

Su timidez hasta esta altura del concierto sólo le permite interactuar con el público a través de cómplices gestos. Y vuelta a uno de sus primeros discos, ‘Pájaros mojados’, esta vez con Manhattan. La combinación entre eléctrico y acústico nos deja ver la versatilidad de los músicos que lo acompañan. Un incondicional Edu Ortega, capaz de manejar guitarra, mandolina y violín, aunque hay que destacar la ausencia de su característico piano que le ha acompañado en otros directos. Pero esto no es un problema para crear un ambiente intimista y emocional en Aunque tú no lo sepas, donde Quique se queda sólo con su acústica en el centro del escenario iluminado por un único foco para él. Rompedor silencio el que se crea con este clásico y rompedor el aplauso al acabar, el más intenso hasta ahora. En esta misma atmósfera suena Pequeño Rock & Roll.

Se anima la noche, y se anima Quique, que pasa de los gestos cómplices a contestar de forma simpática a un inoportuno espontáneo que grita entre el público que no mire la chuleta. La contestación por parte del cantautor madrileño es sencilla: “Es para asegurarme de que voy a cantar la misma canción que van a tocar ellos”, contesta señalando a su banda. El público ríe. Es la primera vez que dice algo más. Una canción más tarde de haber dicho esto se equivoca a mitad de Me lo agradecerás y vuelven a empezar. Y por fin el público del Manuel de Falla que lleva todo el concierto sentado, se va levantando poco a poco con Miss camiseta mojada.

Espléndido en su directo, como siempre, y entregado en cada canción, ha llenado el vacío del amplio escenario que ocupan dispersos entre sí los cinco componentes. Como atrezzo, tan sólo una pantera enjaulada, icono de la obra completa de su ‘Delantera mítica’. Como regalo, un tema nuevo grabado recientemente en Barcelona Clase media. Y como despedida, el mejor invitado que puede presentar en Granada sin previo anuncio, José Ignacio Lapido, ex componente de 091, con el que anuncia un nuevo proyecto para este año. Cierran ambos con Vidas cruzadas, un dúo preferible al que formase en anteriores ocasiones con Iván Ferreiro. 

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