La franco-israelí “The KinderGarten Teacher”, de Nadav Lapid se alza con el Giraldillo de Plata
Esta mañana en la capital hispalense se ha dado a conocer el listado de galardones con los que los jurados de las distintas secciones que han conformado la programación han coincidido en destacar como los mejores ejercicios vistos en ellas. Hemos de decir que la imposibilidad de acudir a Sevilla durante todos los días que ha durado el certamen nos impide, obviamente, hacer una valoración crítica del desvelado por el jurado encargado de otorgar los de la Sección Oficial, que ha sido la que ha centrado el interés de nuestros dos enviados.
Lo que sí vamos a hacer son dos observaciones. Una, con respecto al cambio de sede por el que han optado los organizadores; otra, con respecto a la programación de este año. Respecto a la primera, hemos de decir que, a priori, contemplábamos el cambio de sede desde los cines del centro de la ciudad hasta el complejo comercial de Nervión Plaza como un hecho negativo. Nos parecía que la dificultad de llegar hasta una zona no céntrica de la ciudad iba a ir en su perjuicio. Sin embargo, una vez comenzado el certamen y nuestra asistencia, tal prejuicio se ha visto rebatido: la comodidad dirimida del hecho de poder asistir a todas las proyecciones deseadas sin efectuar desplazamiento, y de la amplitud y características de las salas han hecho que consideremos como afortunado el cambio emplazado.
Con respecto a la programación, al igual que el año pasado, no queda otra opción que la de felicitar al equipo encargado de configurarla: nos hallamos, sin duda, frente a una selección mayúscula, muy coherente con las características que definen al Festival, en la que, más allá de las decepciones personales, figuran títulos imprescindibles, arriesgados y muy apetecibles de visionar. El único pero es el inherente a todo buen certamen: la obligación de tener que descartar ante la coincidencia en horarios de films estimulantes de visión imprescindible. Desde MUSICZINE.ES, por lo tanto, no nos queda más remedio que felicitar al equipo aunado bajo el mando de José Luis Cienfuegos.
El listado de galardones más importantes del film es el siguiente:
GIRALDILLO DE ORO: TURIST (Suecia, Dinamarca, Noruega), de Ruben Östlund
GIRALDILLO DE PLATA: THE KINDERGARTEN TEACHER (Israel, Francia, 2014), de Nadav Lapid
Premio ESPECIAL DEL JURADO: THE WONDERS / LE MERAVIGLIE (Italia, Suiza, Alemania, 2014), de Alice Rohrwacher
Premio a la Mejor DIRECCIÓN: Mike Leigh, por MR TURNER (Reino Unido, 2014)
Premio al Mejor GUIÓN: Ruben Östlund, por TURIST (Suecia, Dinamarca, Noruega, 2014)
Premio a la Mejor ACTRIZ: Ex –aequo a Arielle Holmes por HEAVEN KNOWS WHAT (Estados Unidos, Francia, 2014, y a Maria Alexandra Lungu por THE WONDERS / LE MERAVIGLIE (Italia, Suiza, Alemania)
Premio al Mejor ACTOR: Timothy Spall, por MR. TURNER (Reino Unido, 2014)
PREMIO A LA MEJOR PELÍCULA DE LA SECCIÓN LAS NUEVAS OLAS: LAS ALTAS PRESIONES (España, 2014), de Ángel Santos
SEGUNDO PREMIO DE LA SECCIÓN LAS NUEVAS OLAS: L’ABRI (Suiza, 2014), de Fernand Melgar
MENCIÓN ESPECIAL: LOS HONGOS (Colombia, Francia, Argentina, Alemania, 2014), de Óscar Ruiz Navia
PREMIO A LA MEJOR PELÍCULA DE LA SECCIÓN LAS NUEVAS OLAS. NO FICCIÓN: REMINE, EL ÚLTIMO MOVIMIENTO OBRERO (España, 2014), de Marcos Martínez Merino
GRAN PREMIO DEL PÚBLICO: EL CAPITAL HUMANO (Italia, 2014), de Paolo Virzí
THE KINDERGARDEN TEACHER, de Nadav Lapid
Nota: 6.9
Tras la premiada POLICEMAN, el israelí Nadav Lapid presenta ahora un film radicalmente distinto a éste, que, de primeras, nos apercibe de la voluntad por el cambio de riesgos y por la facilidad de implicación en ellos que dirime aquel. La efectiva disección efectuada sobre los grupos policiales antiterroristas y sobre ciertos grupúsculos de jóvenes revolucionarios israelíes da paso aquí a un film de marcada prioridad intimista, subjetiva, silente y escrutativa. Lejos del violento campo de acción de la anterior, THE KINDERGARDEN TEACHER pretende el retrato de una obsesión callada tan peligrosa como inaplazable, gestada en un ámbito de frágil, atento y vigilador como el de una guardería.
THE KINDERGARTEN TEACHER nos presenta a un interesantísimo personaje femenino. Se trata de Nira, una maestra de guardería que, de súbito, descubre un talento completamente inesperado en Yoav, un niño de cinco años que acude al centro donde ella trabaja de la mano de una cuidadora. Yoav declama poemas compuestos por él; en ellos demuestra un sorprendente talento para la lírica adulta. El hallazgo, poco a poco, va a ir originando en la maestra una irrefrenable querencia por el pequeño, que, en primer lugar, le hará intentar apartar a la cuidadora de Yoav de su cuidado, y, posteriormente, la abocará a una serie de peligrosas decisiones.
Lo mejor de THE KINDERGARTEN TEACHER lo acumula la observación del personaje femenino central. El director amolda su posicionamiento tras la cámara al carácter un tanto frío, siempre sereno, incluso melancólico que define el comportamiento y las reacciones de Nira. De ahí que prime la templanza, el comedimiento, la ausencia de excesos, cierto secretismo ambiental durante todo el ejercicio. En ese sentido, el realizador halla un impecable aliado en la intensa severidad silente con la que la actriz Sarit Larry resuelve la dificultad de un personaje que se mueve siempre entre una cierta decepción con respecto al mundo cotidiano que la rodea (escenas de junto a su marido, la frialdad que dirimen ambos en el hogar, más por parte de ella que de él) y el intrigante recelo celador con el que va a autoimponerse para tratar de arrimar la existencia de Yoav a los designios por ella dictados.
El interés del film, con todo, ve menoscabada la amplitud de sus posibilidades por la decisión del realizador de aplicar la misma naturalidad inmutable, sigilosa a la observación del niño. El film se ceba con el análisis de la obsesión de la adulta sin saber encajar con verosimilitud o con la misma hondura ese símbolo del talento a flor de piel que representa Yoav. De ahí que, una vez planteada notablemente la peligrosa atracción, el film durante su segundo tercio adolezca de una parálisis, de un estancamiento, de los que, por fortuna sabe salir gracias a la escenificación de un desenlace francamente soberbio.