La secuela de la saga más conocida de Pixar ha llegado a nuestros cines para mostrarnos que se puede hacer buen cine todavía. Toy Story 3 se ha estrenado en España y no pudimos esperar asi que fuimos al estreno.
Como siempre, Pixar nos deleita con un corto antes de comenzar el film. Un corto muy original, no solo en el argumento sino en las formas, obviamente no voy a adelantar nada solo diré que han conseguido reinventarse de nuevo.
Supongo que es difícil esperar una tercera parte de un film sin sentir un cierto agnosticismo, ¿cuantos privilegiados han conseguido esto? George Lucas, Peter Jackson y no muchos más, supongo que más de uno estará rasgándose las vestiduras con mi comparación pero cuando entramos rozando la media noche en la sala no había demasiados huecos.
Toy Story 3 nos narra la difícil situación en la que nuestros protagonistas se encuentran cuando su dueño crece y llega a la mayoría de edad. La similitud con sus predecesoras es notable en cuanto a enredos, aventuras y situaciones extremas. Este parecido no es casual ya que el director ha sido Lee Unkrich, co-director de la segunda parte y montador de la primera.
Sobre el argumento creo que no debo adelantar más pero si comentaré varios detalles de los que merece la pena estar atento. Mi madre me enseñó aquello de “Dios los cria y ellos se juntan” y no puedo evitar acordarme de esta frase cuando vi a un “Totoro” de peluche en el cuarto de una niña junto a Woody, dos genios como Pixar y Ghibli simbolizados a través de dos muñecos, un autentico giño a Hayao Miyazaki que demuestra la devoción y el respeto de los creadores y guionistas hacia el Japonés, creador de maravillas como “El viaje de Chihiro”.
Es cierto que quizás la mano de Disney se nota en los angustiosos y eternos finales a los que nos tienen acostumbrados y del que no se han librado nuestros juguetes favoritos, pero he de reconocer que en este corte encontramos escenas realmente intensas a la vez que instructivas. El final de esta tercera parte nos ha parecido el mejor de las tres y nos ha transmitido con mucha más intensidad que sus predecesoras.
Y como no, la parte que no podemos pasar desapercibida es la parte del humor. Si algo sabe hacer Pixar es reír, y vaya si nos hemos reído, solo puedo decir que atentos al señor potato y a Buzz, dos personajes que os harán saltar las lágrimas.
En el tema de la música cabe destacar el tema central de toda la saga, “hay un amigo en mi” interpretada por los Gipsy Kings. Por último, aconsejar a los posibles asistentes que no abandonen la sala hasta que terminen los créditos, ya que como siempre hay cosas divertidas hasta el final.
Un sobresaliente, sin duda, para este largometraje de animación que, siendo sincero, no llega a la genialidad de Up ni de Wall-E pero que cumple las expectativas creadas (con creces) por el que escribe.
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