Llegamos a Aranda de Duero, conocida ciudad burgalesa por sus vinos y lechazos, y desde hace ya trece ediciones, por acoger uno de los festivales veraniegos con mas solera y encanto de nuestro país. Es Jueves 12 de Agosto, Bienvenidos a Sonorama.
Foto: César Moreno http://www.myspace.com/drpelote
Sonorama es un festival organizado por la asociación cultural Art de Troya, natural de Aranda de Duero, motivo por el cual se palpa desde el principio, que estamos ante un festival “diferente” al resto. La organización del evento depende enteramente del voluntariado y de los socios que forman parte de la asociación, y en el que, tal y como nos aseguraba en una entrevista concedida a este medio Javier Ajenjo (coordinador del Sonorama), las ayudas públicas suponen menos de un 10 % del presupuesto establecido. Ante este panorama, y después de haber conocido desde dentro el festival, Slithersmusiczine no puede más que felicitar a Art de Troya y a todos sus miembros por como se ha desarrollado el festival en general.
Foto: César Moreno http://www.myspace.com/drpelote
No solo en lo que a su organización se refiere es diferente Sonorama, sino también en la forma que tienen de entender un festival de música independiente. Habitualmente, al ver un cartel de un festival cualquiera nos hacemos a la idea de que algún grupo no podremos ver, por el simple pero contundente hecho de que coinciden en el tiempo, y no en el espacio (osease, solapes). En Sonorama no existen solapes, pues los dos escenarios principales( Escenario Heineken y Escenario Ribera de Duero) se encuentran prácticamente uno enfrente de otro, y el directo en uno no comienza hasta que no se da por concluido el del otro escenario. Esto tiene como ventaja el que los grupos tienen 50 minutos para preparar su “show” y que el público no tiene porque perderse nada de nada.
Como todo en la vida tiene algo negativo: alto nivel de exigencia para el público, pues no encuentras tiempo para cenar, comprarte una cerveza o simplemente ir al baño sin que te pierdas “algo” del directo. A esto hay que sumarle los escasos 50 minutos de media por concierto, aunque hay que señalar que dependiendo del grupo del que hablemos, hubiesen bastado unos 20 minutos para “deleitarnos” con su música. Los conciertos no acaban en esos dos escenarios, pues se completan con una carpa dentro del mismo recinto (por cierto, con un sonido defeciente en muchos casos), y con escenarios repartidos a lo largo del pueblo que acogían directos en horario matutino. Si a esto le sumamos que incluido en los abonos encontramos la posibilidad de disfrutar de catas de vino en bodegas con denominación Ribera, tomarnos un tentempié demasiado mañanero (las 11 de la mañana es una hora criminal), piscina y el transporte entre unos puntos y otros de Aranda, hace del Sonorama una experiencia muy necesaria para todos aquellos que amemos la buena música, y con una excelente relación calidad/precio.
Foto: César Moreno http://www.myspace.com/drpelote
Jueves 12 de Agosto
Primer día de festival, maletas y bultos a la espalda y entrada a los conciertos gratuita, o lo que es lo mismo, caos. Raudos y veloces nos acercamos al parque municipal que hace las veces de camping durante el Sonorama, y en el que destaca su extensa zona arbolada con su correspondiente sombra (muy de agradecer). A lo largo de todo el festival se pudo comprobar quien era novato y quien experto en Sonorama, pues los primeros desfilaban con lo ultimísimo de la temporada primavera/verano(entre los que me incluyo), mientras que los segundos iban armados hasta los dientes con forros, sudaderas y mantas. El tiempo dio la razón a estos últimos, pues ya se sabe que la experiencia es un grado.
Una vez montado el campamento base nos dirigimos al recinto para que nos pusiesen las pulseritas y pudiésemos, por fin, disfrutar de los conciertos del Jueves. Desde que se supo el reparto de los grupos a lo largo de los tres días del festival, quedó claro que el Jueves sería, en teoría, el mas flojo de todos……. Amén.
Foto: César Moreno http://www.myspace.com/drpelote
Puesta ya la pulsera, nos dirigimos al Escenario Ribera de Duero a escuchar los tres últimos temas de Tachenko(desde aquí pedimos disculpas a Maikel de la Riva y a Tachenko por no disfrutar de su espectáculo). Con un aforo a media llenar (siendo generoso) debido al constante goteo de gente llegando y viniendo al camping, Tachenko sacó a pasear las canciones de su último disco “Os reís porque sois jóvenes”. Tratando en todo momento de tirar del poco público que se concentró, acabó consiguiéndolo cuando sonaron los acordes de Amable, Rayos y Centellas y Afganistán.
La siguiente actuación a remarcar, y a la larga, una de las mejores de todo el Sonorama fue la de los Arizona Baby. Estos vallisoletanos con pinta de heavys hicieron un repaso casi completo a su disco “Second to None” demostrando que el directo les sienta de maravilla. A base de country, folk, rock y unos punteos de guitarra endiablados(cortesía del “señor marron”) hicieron disfrutar al público de lo lindo, especialmente con temas como Shiralee, The Truth y la genial Ouch. Simpáticos, divertidos y cercanos al público, utilizaron, a modo de anécdota, cascabeles que tenían en su pelo como si fuese otro instrumento más.
Foto: César Moreno http://www.myspace.com/drpelote
Tras la segunda actuación en el escenario Ribera de Duero tocaba disfrutar del escenario principal, el Heineken. Allí vimos a los Soul Tellers, grupo de soul propio de los setenta, hecho que saltaba a la vista. Con un directo en el que por momentos parecíamos estar ante una orquesta de pueblo, especialmente por los estrambóticos bailes del dúo coral, un servidor decidió echarse un litro de “clara” (no se podía llamar cerveza a lo que servían dentro del recinto) esperando la actuación que estaba por venir: Vinila Von Bismark and The Lucky Dados.
Foto: César Moreno http://www.myspace.com/drpelote
Lo de Vinila ya es caso aparte. Es postureo, kilos de gomina, poca ropa y muchos gritos. Sino fuese porque encima del escenario la muchacha va quitándose ropa, no tendría sentido ir a uno solo de sus conciertos pudiendo escuchar su música, mucho mejor, en tu casa. Con una banda que sonaba a rock, no puedes poner encima del escenario solamente carnaza. Se salvó de la quema Evil Circus.
Foto: Antonio Moreno Flicker
Y para terminar la noche, José María Sanz Beltrán, mas conocido como Loquillo. Presentando un disco en el que repasa sus 30 años de carrera, dio lo que mas o menos todos podíamos esperar. Sin lugar a dudas, la comunión con el público se produjo en hits como Feo, fuerte y formal, La Mataré y Al Ritmo del Garaje, aunque temas recientes como Memorias de Jóvenes Aireados tuvieron mas éxito del esperado. Aún así se dejó en el tintero temas como Rock and Roll Star y Cuando fuimos los Mejores. Para terminar, broche de oro con Cadillac Solitario.
