Ben Frost1

Ben frost vuelve a Barcelona tras su paso por el Primavera Sound, para demostrarnos lo cerca que se puede estar de tocar el sonido con la yema de los dedos.

Foto: Raquel Calvo

La noche empezó con unas treinta o cuarenta personas esperando, durante un retraso que duró en torno a la hora. Antes de que hubieran pasado la primera media, llegó una furgoneta con tres o cuatro pares de subs con conos de dos o tres palmos de diámetro y a los diez minutos empecé a notar como mi espalda, que estaba pegada a la pared empezaba a vibrar… lo siguiente fue escuchar como un miembro del personal de seguridad le decía a alguien que preguntó, que se iba a retrasar aun algunos minutos más, porque habían tenido algún problema con los altavoces. Más tarde me di cuenta de cuáles podrían ser los 2 problemas. 1. había roto los anteriores en la prueba de sonido (esto lo pensé a medio concierto al ver como petardeaba uno de los altavoces cuando metía caña el bombo y el bajo) y 2, que los altavoces que tenían en la Becool ni de lejos estaban al nivel de lo que necesitaba Ben Frost.

Pasada esta hora entramos, y me encontré lo que ya había visto en otro de sus conciertos, un mac, una mesa de mezclas una guitarra un combo y lo que más llamaba la atención, dos cabezales y pantallas de dos metros que tenía detrás escoltándole.

Ben_Frost2

Foto: Raquel Calvo

Y si! lo primero que quise hacer cuando empezó, fue lo mismo que hace mi gata cuando le pongo By the throat a todo volumen, quedarse parada flipando, y cuando eso empieza a reventar correr a esconderse debajo de mi cama, pero en la BeCool no hay camas y me tocó quedarme en estado de trance sónico sin mover los pies esperando seguir siendo bombardeado por el tito Ben. Diría que la sensación general es la de estar en un túnel de Vietnam en el 67 mientras un médico autóctono te hace una colonoscopia. Esto de la colonoscopia viene a que en determinadas canciones notabas como una onda de 30hz empieza masajeándote luego quitándote la ropa sutilmente y por último se te metía en lo más profundo de ti, no me preguntéis por dónde. Esto suena mal, pero no, esta sensación es la hostia si sabes que después de esos…ummm 40 minutos? vas a volver en bici tan tranquilo a casa, bueno con los tímpanos dados la vuelta pero eso es lo de menos.

La noche en general nos sorprendió a muchos a mí en especial, aunque porque en el Primavera Sound el ambiente no tenía nada que ver, este músico está hecho para exponer su música a ese nivel, teniendo a la gente a 2 metros de la fuente de sonido al estilo rave y en un sitio cerrado que deje todo lo que pasa ahí!. En el primavera vació el ATP, pero por que el aire se llevaba el vómito de los altavoces, porque eso es lo que hacen los altavoces en un concierto de este tío, vomitarte, son sodomizados cuando a base de ruido blanco que morphea en el grito de un orco de 30 metros y que vuelve a convertirse en un ruido que empalma con una respiración de jabalí, todo esto con juegos locos de panorama, y a 120dbs… cerrar los ojos era viajar, ver un puto gorila gigante, volvías a abrirlos y veías a una persona que podría ser tu cuñado descalzo en el escenario… di por hecho que estaba descalzo por que ya ha perdido totalmente los oídos, es lo más coherente.

Ben_Frost3

Foto: Raquel Calvo

Pero diría que para explicar mejor la explosión de un sonido de tonos grises que te pega en el pecho cuando estás ahí, creo que es necesario mencionar que cada tres minutos tenía que sacudirme la cabeza para quitarme el yeso que me caía del techo. Diría que si dejaran una de estas canciones en loop, el edificio se hubiera venido abajo en un par de días.

Sentido todo esto, terminó el concierto y de repente parecía que él había cambiado, Ben Frost había dejado de parecer el monstruo de Amsteten (o como cojones se escriba) haciendo música mientras bebe batido de hígados de persona, para pasar a ser el hijo bueno pero bastardo de alguna familia Real Escandinava…con barba.

Publica tu comentario en Facebook

 

Lo más leído