Viernes 11 de Marzo. Llenazo absoluto en La Riviera en una noche de perros. Los alrededores de la sala a reventar y el cartel de entradas agotadas desde hacía semanas.
Foto: Alfredo Rodríguez
Todo para recibir al grupo del momento en lo que al punk-hardcore-melódico se refiere, Rise Against, que aterrizaba en Madrid con su sexto LP, ‘End Game’, después de haber reventado las listas de éxitos americanas, dónde se llegaron a colocar en el puesto número 3 de discos más vendidos con su anterior, ‘Appeal to Reason’ (2008).
Máxima expectación pues, para la gran mayoría del público asistente al evento, cuya media de edad no sobrepasaría los 20 años.
Como teloneros, Coliseum, un grupo con cuyo estilo que va desde el crust-punk de Integrity al sludge-stoner-melódico de Kylesa de su último ‘House with a curse (2010)’. Una buenísima oportunidad pues para poder ver a esta banda, procedente de Kentucky, ante un público que alucinaba en colores al ver a estos barbudos tatuados berrear encima del escenario. Concierto más que puntual, adelantado y de casi una hora de duración, donde los buenos de Coliseum deleitaron a los pocos afortunados, que entraron en la sala sobre todo para resguardarse de la lluvia, con repertorio más que digno de casi una hora de duración y donde repasaron la mayoría de los temas de su último disco. En resumen, una presentación de lujo con vísperas a una gira en solitario para finales de este año o principios del siguiente.
Foto: Alfredo Rodríguez
Con una puntualidad alemana y con mucho público todavía en las colas o en los bares colindantes, saltaban a escena los Rise Against capitaneados por Tim McIllrath, líder indiscutible de esta banda (cuyos componentes son todos Straight Edge a excepción del ex batera de 88 Fingers Louie, Brandon Barnes), que se hizo famosa mundialmente por apoyar de manera activa a la asociación PETA, contra el maltrato de animales y su actitud políticamente ‘incorrecta’ a favor de Obama en las pasadas elecciones yankis.
Debo reconocer que me alegro que grupos como Rise Against, que practican un estilo tan minoritario como el (seudo) punk-rock tengan una aceptación tan brutal entre los adolescentes de hoy en día. Triunfando al nivel que ya hicieron otras bandas como Blink 182, Green Day u OffSpring, y que sirvieron para que muchos chavales (entre los que me incluyo) tuvieran la oportunidad de descubrir a otros grupos.
Foto: Alfredo Rodríguez
Concierto más que completo, con un repaso general a su discografía y muy buena actitud de la banda con un público totalmente entregado. Lástima que La Riviera sea unas de las salas que peor suena de Madrid, porque hubiera disfrutado mucho más del concierto si hubiera podido reconocer los riffs pegadizos que despliega esta banda en directo. Empezaron con el tema que abre ‘ The Sufferer and the Witness’ (2006) y directamente se desató la locura en las primeras filas. Tras un repaso por sus primeros discos, Re- Education (Through Labor) causó estragos en la chavalería sudorosa y excitada que abarrotaba la sala. Y es que parece que la fórmula de Rise Against funciona a la perfección en sus shows. Auténticos himnos que sus fans corean al dedillo y que hacen que te traslades, o al menos en mi caso, a mi etapa juvenil.
No pudieron faltas sus auténticos himnos como ‘Give it all’ , cuyo videoclip está grabado como si fuera una concierto improvisado en un vagón de metro http://www.youtube.com/watch?v=Ng-cZRD7HxE o Savior, último tema antes de los bises, así como algún que otro tema de su nuevo disco como el "Help is on the way".
Foto: Alfredo Rodríguez
Quizás la parte más aburrida fue cuando Tim McIllrath saltó solo al escenario para realizar el primer bis, solo con su guitarra para cantarnos Swing ‘Life Away’, momento que aproveché astutamente para ir al guardarropas para recoger mi abrigo.
Un concierto, que me dejó un agridulce sabor de boca. Dulce por comprobar cómo grupos de punk rock siguen triunfando a nivel internacional y amargo porque este tren pasó para mí hace ya algunos años.
