Lori Meyers se hospedan en la sala Joy de Madrid durante cuatro noches. Como es de esperar, en la segunda de ellas, el alojamiento corre a cargo de su ‘Hostal Pimodán’.
La reserva en la hospedería estaba prevista el jueves 2 de febrero a las 21,00h pero no es hasta las 21,30h cuando Julio Ruiz, veterano de Radio 3, hace las veces de recepcionista del Pimodán y recibe a los huéspedes desde uno de los palcos del teatro. Presenta “el segundo capítulo” de esta sucesión de conciertos que significan “un paseo por el toque más bohemio y parisino de la banda”, afirma Ruiz. Después Lori Meyers hacen el check-in en el escenario donde el vocalista del grupo da la bienvenida: “Os queremos invitar a nuestro Hostal Pimodán”, dice el anfitrión a los cerca de mil invitados que se encuentran en la sala.
Acogedores con el público, comienzan con el tema que da título al álbum, pero Noni (vocalista) pronto cambia el teclado por el micro central y comienzan a caldear la sala con Dilema. No tarda en salir el primero de los invitados, Iván Ferreiro, presentado por el líder de la banda como “el más bajito de todos pero mucho más grande que nosotros” que interpreta El aprendiz. Ahora sí que el público ha entrado en calor y se ha olvidado de la ola de frío siberiano que hay fuera.
Tras esto, la escenografía cambia los focos intermitentes por la luz tenue y Noni deja el micro central para volver al teclado situado en un lateral del escenario. Creada la atmósfera, propia del piano bar de este hostal musical, los Lori se convierten en unos baladistas indies y comienzan a tocar El mejor de sus trabajos. Si el espacio lo ha permitido en la pista, seguro que las parejas han bailado agarradas, hasta se podían oír los suspiros de los asistentes al compás del sonido sesentero de esta canción.
Como transición entre la calma que se ha creado y el siguiente invitado comienza El gallo ventrilocuo. A estas alturas se puede afirmar que los temas suenan muy limpios y el sonido de la sala es bastante bueno, pero es que Lori están cargados de energía y su vocalista ha dejado atrás los susurros de la edición de 2006 para interpretar con un potencial de voz muy mejorado. Además no para de interactuar con los asistentes que tienen el abono para los cuatro conciertos bromeando constantemente con ellos entre trago y trago de cerveza.
Siguiendo el orden del disco, llega el segundo invitado, Guille Mostaza, que interpreta el tema más acorde con las chicas, Sus nuevos zapatos.
El cambio a la cara B del álbum interrumpe el concierto con un descanso en el que el público no hace ni el amago de reclamarles de nuevo al escenario, aunque en pocos minutos, como era de esperar, vuelven a la carga con Televisión.
Para la última colaboración, el director del Pimodán trae refuerzos con dos invitados más; José chino y Jaime de Supersubmarina, el híbrido Indie más fresco y joven que ha participado en la reapertura del nuevo hostal en 2012. Antes de comenzar a cantar Vigilia, José Chino confiesa que una parte de esta canción era su contraseña del Messenger cuando era pequeño. Quizá esa admiración que sentía por los Lori se refleja en la complicidad que los baezanos demuestran con los granadinos en el escenario. El resultado de la mezcla es uno de los temas más aplaudidos por el público.
Acercándose el fin Lori Meyers vuelven a los sesenta versionando La Caza del dúo Juan y Junior, que levanta los ánimos del público aún más porque ven cerca el final.
Para cerrar, un adelanto de lo que cantarán el sábado 4 de febrero cuando el álbum a interpretar sea "cuando el destino nos alcance". Con ¿A-HA han vuelto? se despiden del público que canta melódicamente el estribillo en mitad de una lluvia de papelillos y flyers que anuncian la reedición de lujo del nuevo hostal Pimodán. Pero antes de acabar, y con la melodía de este último tema, Noni cierra con una estrofa de la canción De viaje de sus paisanos Los Planetas.
El viernes 3 seguirán alojados en la madrileña sala Joy con ‘Cronolánea’ y el sábado 4 culminan la idea de esta sucesión con ‘Cuando el destino nos alcance’.