El Viernes decíamos que la media de edad de los asistentes había aumentado considerablemente y la tercera jornada de festival veíamos que se mantenía alta gracias a uno de los conciertos que ha marcado a toda una generación, The Stone Roses
Para empezar la jornada maratoniana fuimos a ver a School of seven bells. La banda New yeorkina apareció en el Maravillas para mostrarnos su maravilloso directo, pero la poca presencia de público a esas horas dejo un ambiente enrarecido. Al caer la tarde en el escenario fib club actuaron Fujiya & Miyagi. Los de Brighton nos ofrecieron un gran concierto, muy correcto y animado repleto de rock-electrónico, marcado por unos excelentes visuales.
Buzzcocks demostraron por qué llegaron a ser uno de los referentes dentro del mundo del Punk ya que siguen con las mismas ganas y actitud para ser una banda con más de 30 años a sus espaldas, donde las canas y sus arrugas están presentes. Nos ofrecieron 45minutos de pura adrenalina que culminaron con “Orgasm Addict”.
Maverick Sabre salió en plan niño malo al escenario trident senses, pero eso no fue un problema para demostrarnos todo el talento que tiene, sacando a lucir su timbre de voz tan especial. Un negro en la piel de un blanco que nos deleitó con todo un recital de rimas y melodías, sin parar ni un solo minuto. Se le ve en forma y con ganas de comerse el mundo. El catalán The New Raemon era uno de los desafortunados de tener que actuar a la misma hora que un cabeza de cartel como és Noel Gallagher. Pese a ello intento darlo todo y presentarnos algunas canciones de su nuevo álbum, con un setlist un tanto aburrido no logró enganchar al poco público que tenía.
La esperada banda de Noel Gallagher, High Flying Birds, sonó con poca fuerza, pero eso no impidió que el público se entregara cantando sus canciones como si fueran las de los mismísimos Oasis. Un Noel correcto e incluso simpático triunfó en el FIB con un concierto de final apoteósico donde sonaron las canciones de Oasis “Whatever” y el todavía más aclamado “Don't look back in anger” .
Los Stone Roses era la banda del día que muchos estaban esperando, un grupo para los de una generación nacida entre los 70-80 que empezaron ha dar sus primeros pasos dentro de la música con ellos. Empezar con “I Wanna a be adored” presagiaba una gran actuación e hizo que los fanáticos empezaran a darlo todo. Un repaso entero a su álbum homonimo, junto alguna cara B y “Love Spreads” del “second coming”, son las canciones que nos representaron, algunas de ellas demasiado alargadas, pero con un Ian Brown que superó la prueba. Para aquellos que escuchaban a los Stone Roses por primera vez o que somos un par de décadas más jóvenes el concierto les pareció un concierto más. Sin embargo todo lo contrario sucedió con el resto de gente que ha crecido con Stone Roses, muchos se quitaron aquella espina que tenían clavada y aseguraron que fue uno de los conciertos del Festival.
A la misma hora, en el escenario fib club se encontraba el grupo estadounidense Matmos, que parecía que se habían perdido en su camino hacia el Sonar de día de Barcelona, ya que son un grupo con una propuesta más adecuada para éste festival que no para el FIB. Con sus sonidos estridentes y sus canciones raras no convencieron a la mayoría de los allí presentes. Como bien dijimos en twitter fue más divertido dedicarnos a perseguir a un cienpies que se perdió por el medio del escenario...
Dizze Rascal reunió a una masa enfurecida con ganas de bailar que abarrotaban el escenario trident senses, y que corearon y bailaron hasta la saciedad todos sus hits. También le afectaron algunos problemas de sonido, casi al final del concierto, pero tanto él como el público se lo tomaron con humor coreando los acordes más conocidos del Seven Nation Army y “Let's Go Fucking Bonkers” hasta que se arreglaron los problemas. Para culminar la fiesta eligieron el “You've got the love”de Florence y su tema más conocido Bonkers.
Shitrobot fue uno de los shows electrónicos más decepcionantes de la noche. Si en anteriores videos podíamos ver que llevaba un showcase con varias pantallas con unos visuales muy agradable y con unos cambios rítmicos muy acertados, esta vez fue todo lo contrario, sin visuales y con una monotonía que hizo que la gente acabase marchándose.
Sin ninguna duda podemos asegurar que Crystal Castles es una banda que no comprendemos como pueden cerrar el Maravillas. Los gritos estridentes y realmente molestos de su cantante hacen de este un concierto insoportable y no entendemos que es lo que quieren retransmitir al público. Si te los cruzas en un festival hazte un favor y no vayas a verlos.