56.000 personas disfrutan de un festival que se está convirtiendo en uno de los grandes.
Burriana 2013.
Vuelve el Arenal Sound, uno de los festivales más exitosos del territorio nacional en cuanto a público y diversidad se refiere.
Las entradas se agotaron tres meses antes del evento, así que todo indicaba el gran éxito que al final sí obtuvo este casi recién nacido festival.
Uno de los motivos por los cuáles este acto llega a ser tan multitudinario es no se cerrarse a ningún estilo ni pretender llegar a un público en particular. Esto forma parte del “encanto Arenal Sound”, la diversidad de gente tan dispar disfrutando de una misma cosa resulta curiosa y gratificante a su vez.
Todo esto se consigue por varios componentes que resultan atractivos; ya sea el cartel, el modo de organización, el dinamismo, o por el hecho de la fiestaza asegurada hasta las 9 de la mañana en el Beach Club. Una auténtica pasada ver el amanecer en la playa rodeada de tanta gente disfrutando. Y ya se sabe que la fiesta a todos gusta, sea cuál sea nuestro estilo.
Sea por lo que fuere, su fórmula de aunar distintos conceptos ha dado sus frutos con un soldout histórico.
Jueves 01 de Agosto. Con un Sol de justicia pero provistos de una cervecita bien fría y del ya mítico sombrero blanco de Legendario, abría Izal La primera jornada del festival. Este grupo madrileño lleva un año y medio dándolo todo. Merecedores del galardón a la mejor banda Revelación en los premios del a Música Independiente, dieron la talla en su actuación. La falta de afluencia estaba más que justificada dado el clima y que algunos aun andaban algo despistados a las 18:00 hrs.
No fue hasta Delafé y las Flores Azules con su energizante y divertido show cuando el recinto comenzó a llenarse. Transmitiendo complicidad y buen rollo, Helena Miquel y Óscar D`aniello forman un dúo que sabe cómo llegar a la gente. Los de Barcelona han dado un salto de calidad en su directo, acompañados por una banda que les hace transmitir mucha más intensidad, dejando de lado su papel de moñas. Tanto las canciones de su nuevo disco “De ti sin mi, de mi sin ti” como las de los anteriores trabajos “La fuerza” “Hoy Rio por no llorar” o “La juani” parecen otras y convencen a los allí presentes.
El escenario Desperados se inauguró a las 20:30 hrs. Con los granaínos Lori Meyers. Con el recinto algo más lleno y las pilas más cargadas, dieron una buena actuación. Impronta empieza a hacer un hueco entre los grandes exitos. Temas como "Planilandia"o “Emborracharme”. Como viene siendo habitual, Anny B. Sweet colaboró en “El Tiempo pasará”
Llega el turno de Fuel Fandango de nuevo en “El Legendario” Sólo pudimos ver la mitad del concierto. Una lástima porque Nita estuvo genial y muy flamenca repasando los temas de “Trece Lunas”
Dándonos un ratito para descansar en la zona de prensa y ver de qué manera podíamos saciar los rugidos de nuestros enfurecidos estómagos, nos dimos una vuelta por el recinto en busca de algo bueno, bonito y barato. Nos encontramos con lo de siempre y lo que apetece a esas horas, comida suculenta y grasienta. Lo que viene siendo comida rápida, aunque suena paradójico con las colas que se formaban entre concierto y concierto. Los precios bastante razonables teniendo en cuenta dónde estábamos.
Bocata en mano y cervecita en la otra, fuimos al Desperados a ver qué nos deparaba la actuación de White Lies.
Primera impresión, bastante vacío y flojo. Tuvieron la mala suerte de coincidir con La Pegatina y se notó en la poca concurrencia de espectadores. La banda inglesa no supo aprovechar tocar en un escenario óptimo como el Desperados, donde anteriormente Lori Meyers sí que supo sacarle partido a todo el sonido. El grupo liderado por Harry McVeigh presentó canciones de su futuro álbum, “Big Tv” y repasó viejos temas como “Death” o “Farewell to The Fairground” que fueron de los pocos momentos que parecieron conectar con unos espectadores algo dispersos.
La Habitación Roja con un público fiel y rompiendo la media de edad de 20 años del festival, estuvieron magníficos. Dirigiéndose en ocasiones en Valenciano a los allí presentes, sabían que jugaban en casa. Repasando temas de Fue eléctrico y Universal, ofrecieron un concierto corto pero intenso. Sin embargo, los nostálgicos echamos de menos viejos temas como “Un Día Perfecto” “Universal” o “Mi habitación” en sus conciertos.
Llega el plato fuerte de la noche; los aclamados y muy esperados Editors. Con el escenario a reventar, pudimos disfrutar del conciertazo que nos ofreció la banda de Birmingham. Presentando su cuarto álbum de estudio, The Weight Of Your Love.
No pudieron faltar los hits de rigor como “Bullets”, “The Racing rats” o el temazo que dio por concluído el espectáculo, “Papillon”.
La nota amarga la protagonizó el pseudoDj Steve Aoki. El americano volvió a ofrecer una de sus lamentables y repetitivas sesiones dónde los temas permanecen grabados mientras él se dedica a ensalzar su figura de súper dj de moda tirando tartas, abriendo botellas de champán y colchonetas de considerable tamaño al público, cual Payaso de la Tele (Símil injusto para éstos)
Llenísimo hasta arriba, hicieron falta cuatro ambulancias para el auxilio de la gente. Un auténtico agobio insoportable. El creador de temas como “Come White Me” o “Turbulence” está ganando una fama desproporcionada no por su música sino por el morbo de verle a él.
Por último y con pocas fuerzas ya en el cuerpo tras más de 12 horas de conciertos, acabamos en el escenario Cocacola Beach Club dónde decidimos dar unos últimos bailes de la mano de SquareElectric y de Buffet Libre. Una jornada maratoniana donde las haya y que sólo los buenos festivaleros pueden aguantar.
