Esto es el Granapop, cada vez una familia más grande
El Granapop festival se ha convertido ya en una cita obligada en estos primeros días del otoño granadino. En esta cuarta edición, Granapop ha elegido a Aldeas Infantiles para la donación de la recaudación y esto, mezclado con el cartel que ha ofrecido, ha vuelto a hacer que el público asista de forma masiva a este festival solidario.
Jueves
Este año Granapop ha aumentado a tres el número de jornadas del festival, siendo la del jueves casi una fiesta de presentación, con acceso mediante invitación, que ha ofrecido la posibilidad de ir caldeando el ambiente para los días venideros. Un ambiente íntimo, con bastante afluencia de gente, con conciertos y dj, a un nivel comparable al de los dos días clásicos de ediciones anteriores.
Antonio Arias dio el pistoletazo de salida para la previa, con un cambio de horario que supuso que la mayoría de la gente se perdiera su actuación. A continuación, The One And The Other, los granadinos son los ganadores de la edición de este año de bandas emergentes del festival y, con un repertorio muy enérgico, no les tembló el pulso a la hora de pasar por el escenario tras la voz de Lagartija Nick, y demostrar al público por qué han resultado ganadores. The Miskins Ronson, con el 50% de su formación sobre el escenario nos ofrecieron un repaso de su Chewing Glam. Un buen concierto con toques de folk, rock y garaje. Trepàt, uno de los grupos con más personalidad que podemos encontrar a día de hoy en Granada, continuaron con esta primera jornada de Granapop. Sonidos acelerados, alaridos marca de la casa y cambios de instrumentos que nos pusieron de manifiesto una actuación casi marciana en el mejor sentido de la palabra. Anunciaron próximo LP y esperamos que sea muy pronto y volver a verlos en un concierto para ellos solitos. Rufus T. Firefly fueron una de las primeras sorpresas de este festival. Con un directo limpio y potente, bastante más de lo que se aprecia en los discos, los de Aranjuez nos ofrecieron un concierto muy intenso que nos dejó a más de uno con ganas de que no se bajaran del escenario.
Plastik Frostik Machine tomaron el relevo. Los granadinos, con percusión a base de caja tocaron temas de su disco, que verá la luz próximamente. Jugaban en casa y se notó porque el público estaba muy entregado, llegando a corear partes de su Bye, bye, canción correspondiente a su EP. Para acabar la noche, en lo que a conciertos se refiere, Toulouse llegó como confirmación de última hora y su cantante José en solitarios repasó algunos de los temas de Serendipia. Juan Popp y Le Marchand de Sable pusieron el punto final de esta primera jornada de festival, con sesiones frescas y bailables.
Viernes
La segunda jornada de Granapop, ya en la sala Plantabaja comenzó con Mi Pequeña Radio que pusieron muy alto el listón para el resto de la noche. Los madrileños, con un setlist improvisado, como dijeron al empezar, nos ofrecieron un directo muy potente, con una batería contundente donde el “la siguiente canción es más tranquila” sonaba a casi a broma. Un final más pop con Valor galáctico, que me dejó con ganas de seguir bailando otro rato con ellos. Kuve tomó el relevo, debemos de tratarlos bien en Granada, cuando es la segunda vez que actúan en dos semanas. Melodías pegadizas donde la voz de Maryan Frutos es lo que resaltaba por encima de todo y con canciones como Dando vueltas el público empezaba a entregarse y a animarse a bailar. Mechanismo hicieron un más que correcto concierto, creando un ambiente íntimo y recogido, no era un concierto de saltos, sino de tranquilidad y disfrute de cada una de sus melodías. Para esa hora la sala ya estaba prácticamente llena y llego el turno de Jack Knife que se convirtió en pocos minutos en otra de las grandes sorpresas del festival. Mucha actitud y una cuidada estética sobre el escenario, o quizás no y fuera casualidad, pero daba la impresión de tener medidos sus movimientos al milímetro. Un concierto plagado de buen rollo y rock fresco con algunas pinceladas de garaje.
Y llegó el turno de dos bandas con fans de primera fila y de corearlo todo. Los primeros, los sevillanos Full, que en este último año y tras presentar disco hace unos meses han sufrido un in crescendo que se notaba en los apretujones hasta llegar a primera fila para poder tomar una foto. Un buen rato de pop y unas tablas sobre el escenario que se notan cada vez más. Para acabar con los grupos y en el día mundial de la sonrisa, La Sonrisa de Julia tomaba el escenario para demostrar que un acústico a última hora no tiene porque ser un concierto de nanas. De nuevo un público totalmente entregado en primeras filas y destacar, sobre todo, el vozarrón que gasta en directo Marcos Casal, su cantante. Para acabar el concierto, subida sorpresa de Kuve al escenario, interpretando juntos una versión de Roxanne. Eme DJ puso el punto final a esta segunda jornada de festival con una sesión electrónica en la que compensó sobradamente su falta en la pasada edición.
Sábado
Con casi treinta minutos de retraso sobre la hora programada comenzó la tercera y última jornada del Granapop 2013. Wiggum abrieron el escenario en la noche de sábado. Todavía había poca gente en la sala, pero la que estaba tenía muy claro a lo que iba y lo que iba a encontrar. Los barceloneses repasaron en su mayoría La guerra mundial, su nuevo disco, aunque tuvieron tiempo también para “una canción que compusimos el fin de semana pasado, de borrachera” y que resultó ser una estupenda versión de Where is my mind? (Pixies).
Niño Burbuja fueron los primeros encargados de la noche en lo que a moverse respecta. Con su electropop fresco y con alta dosis de idiosincrasia fueron poniendo a punto al respetable para todo lo que quedaba por llegar. Si la misión de Bravo Fisher era hacernos bailar, la cumplió sobradamente. Un buen directo donde además de repasar El valle invisible, nos sorprendió con propuestas como una magnífica versión de Videogames (Lana del Rey).
Pasajero ofrecieron otro de los conciertos de esta edición del festival que quedarán grabados en el recuerdo. Un directo absolutamente impecable, cañero hasta decir basta y con un sonido excepcional. Si todo esto no fuera suficiente, contaron con la presencia de Juan Alberto y Andrés, dos Niños Mutantes, para el tema Borro mi nombre, poniendo al público muy arriba. ¿Y qué pasa si, cuando más altos estamos, aparece en el escenario Grises. Pues que un tornado arrasa la sala. Da igual que toquen en el escenario grande de un festival de verano que en una sala pequeña. En sus 40-50 minutos de actuación no dieron un segundo de tregua. Mención especial para Amancay, un torbellino que en directo me recuerda cada vez más a Alice de Crystal Castles (salvando las distancias respecto a patadas y saltos hacia el público).
En este punto de la noche tengo una discrepancia respecto a la organización de los grupos. Me explico: Los siguientes en actuar fueron, de nuevo Wiggum, esta vez en acústico. Un concierto que volvió a parecerme una virguería y en la que pudimos disfrutar de La chica imaginaria, canción que eché de menos en el concierto en eléctrico. Hasta ahí bien. El problema es que la noche llevaba un retraso considerable y lamentablemente las sesiones de los dj se vieron recortadas por este motivo. Por supuesto es una opinión personal.
Posteriormente, en un concierto que casi parecía un reto, Alondra Bentley tomó el relevo, en acústico y casi a la una de la mañana. Ella misma nos dijo “me sorprende que a estas horas no os hayáis dormido” y no sólo no nos dormimos, sino que hizo un directo íntimo, cercano, delicioso, como para levantar a un muerto. Y es que Alondra es una artista. A continuación y para dar fin a la velada y con ello al Granapop 2013, Corrientes Circulares DJ Set y Pin&Pon DJs. Ambas sesiones eclécticas, con un hit detrás de otro, divertidas… aunque nos supieron a poco.
Granapop ha demostrado que es más que un festival. Es una cita anual, es un evento solidario, es una reunión de amigos. Casi una gran familia.
Fotografías: Paula Almonacid y Mamen García
Texto: Mamen García