Esta sexta edición iba a ser especial, iba a tener cuatro jornadas con verdaderos cabezas de cartel para cada día pero al final, por diferentes problemas y por la falta de apoyos públicos se quedó en uno solo. Recordad cosas como esta edición de Granapop cuando votéis por partidos que dicen que se preocupan por los más necesitados y por la cultura porque cuando en realidad cuando tienen que dar la cara se olvidan de transformar sus palabras grandilocuentes en hechos. Aun con todo en contra, la organización demostró otro año más que se puede sacar un festival por amor al arte y que los beneficios vayan destinados a socorrer a los más necesitados, en este caso a través de Save The Children.
En el plano musical, el festival empezó con un concierto de Señores en el Planta Baja, con lo peor que un grupo puede tener en contra: Un Madrid-Barça a la misma hora. Aunque muchos aficionados madridistas hubiéramos preferido ver a los bilbaínos que a nuestro equipo en ese partido. Aun así este disgusto no nos quitó las ganas de ver el resto de conciertos.
En un local diferente, Sala El Tren, continuaba Granapop y de Señores pasábamos a la banda cordobesa Señor Blanco un grupo que como ellos mismos se definen: “solo son creadores de canciones.” Temas como Lunas de Plutón, influidos por el pop-rock más clásico y el indie más mainstream, que conectan con el público y hacen que ya tengan fans que desde primera hora estén acompañándolos en primera fila coreando sus letras. Continuaba la noche con Toulouse, la banda granadina que presentaban su recién sacado segundo disco Realidad y Metáfora y del que dieron buena cuenta mientras la sala se iba llenando poco a poco.
Quedaban tres grupos más por tocar, uno de ellos Rufus T Firefly estuvo a punto de no hacerlo por una afonía de su líder Víctor Cabezuelo pero Granapop es un festival especial y todo el mundo hace todo lo posible y lo imposible para que cada edición sea un éxito como lo demostró la actuación de la banda que viene de Aranjuez.
Último concierto, éste ya de verdad, de la gira de León Benavente el cuarteto que en dos años, un disco y un EP han sabido demostrar que son una de las bandas más importantes del panorama musical actual en España y para el último concierto antes de su próximo disco lo dieron todo con un Abraham Boba desatado y con Luis, Edu y César dispuestos a acompañar hasta el fondo del precipicio a su líder. Se nota que Granada es un sitio donde son felices y les gusta tocar.
La última actuación fue para Neuman con un público rendido y que llenaba la sala para escuchar a Paco y los suyos que gracias a su último disco IF han dado un paso adelante y se han recorrido España con éxito por salas y festivales con una gira que continuará en 2016 y con un público que tararea hitazos como Turn It o Bye Fear/ Hi Love
Siguió la noche con DJs de la talla de Banin, Óscar Mina y Chico Biónico. Que nos dejaron con ganas de más y con que llegue pronto el Granapop 2016.
