Último asalto al Resu y nuestras diez conclusiones
Llegamos al último día del festival doloridos, cansados, contusionados, sucios, resacosos, habiendo dormido apenas un par de horas por noche. Como debe ser. Decidimos que para llegar a Lagwagon lo mejor era tomarlo con tranquilidad e irnos a los bares del pueblo a recuperar fuerzas a base de raciones de pulpo, calamares y raxo. Mano de santo. Además el sábado empezó a llover desde bien temprano, uno de los detalles que marcaría el resto de la jornada, que sólo puedo calificarla como ÉPICA. Mencionar que por un motivo u otro nos perdimos algunos conciertos muy interesantes: Ryker’s (por lo que nos han contado de lo mejor del festival), The Real Mckenzies (fiestón asegurado), Gallows, Discharge o Carcass , entre otros. Pero vamos a lo que nos ocupa.
Aborted: Una pasada. Los belgas, que llevan tocando casi 20 años y que en la actualidad solo cuentan con un miembro de la formación original, su vocalista Sven de Caluwé, tocaron en el peor escenario y el sonido fue de los mejores de todo el festival. Death Metal con pinceladas de Grind y Hardcore ultra-técnico y con un batera de otro planeta. Tocaron bastantes temas del último disco “The Necrotic Manifesto”, recientemente publicado, como “Coffin Upon Coffin” o “The Extirpation Agenda” junto a otros míticos como el "Meticulous Invagination" con el que comenzaron la masacre sonora. Más de media hora de pura aberración y agresividad. Acojonantes.
Gojira: Lo de estos franceses es un caso único. Posiblemente sea una de las mejores bandas en directo a nivel mundial. Una auténtica apisonadora sonora. Era la tercera vez que los veíamos y nos volvieron a romper el cuello a base de guitarrazos mastodónticos. Sonido y puesta en escena espectacular. La seguridad que Joe Duplantier y compañía muestran encima del escenario es plasmosa y su setlist, compuesto por 8 temas más un bis (“Vacuity”), no dejó títere con cabeza. Sonaron sus temas más conocidos, “Flying Whales”, ‘”L’Enfant Sauvage” y “Oroborus”, momento culmen de su actuación. Los que ya los conocíamos flipamos y los que no, se quedaron con la boca abierta. Conciertazo con mayúsculas.
Judge: El mejor concierto de auténtico hardcore de todo el festival (con permiso de Ryker’s, a los que no vimos). No obstante, Judge es una de las bandas más míticas de NYC Hardcore Stright Edge – Youth Crew, y llevan desde el 87 repartiendo cera, eso se nota, además, aunque pasados de kilos y puretas, están en buena forma. Seguramente sea el concierto en el que mejor lo pasamos. Estaba cayendo una tromba de agua monumental, que lejos de achantar al personal, le animó de sobremanera y pudimos ver auténticos baños y derrapes talegueros en el barrizal que se formó en plena la pista. En resumen, concierto absolutamente épico, con bengalas y pringados de barro hasta las trancas. Agresividad y potencia neoyorkina, bailes inverosímiles. De lo mejorcito del Resu 2014.
Turbonegro: Los suecos eran, junto a NOFX, Down y Megadeth, uno de los cabeza de cartel indiscutibles del festival, y para nosotros, uno de los grupos que más ganas teníamos de ver. No defraudaron en absoluto. Tocaron después de Testament (concierto que tuvimos que abandonar para refugiarnos en la carpa por la lluvia) en el escenario y principal, y puedo asegurar que fue diversión en estado puro. Con la intro de “The Blizzard of Flames” a modo de llamada empezó a llenarse el Main Stage, y con “Back To Dungaree High” comenzaban los primeros bailes bajo la lluvia. Tanto, que “All My Friends Are Dead” acabo convirtiéndose en “All My Friends Are Wet”, sin duda, el himno del festival en esta edición. Aunque obviamente preferimos a Hank Von Helvete, hemos de reconocer que el “nuevo” vocalista no lo hace nada mal. Temazos como “You Give Me Worms”, “Are You Ready For Some Darkness” o “Get It On” lo hacen más fácil, ya que son infalibles en directo. Terminaron con un bis de 3 temas, incluyendo una increíble “The Age Of Pamparius”, un cover de Dire Straits (“Money For Nothing”) y un final que nos la puso dura a la mayoría de los presentes “I Got Erection”. Muy grandes.
Lagwagon: Personalmente, empecé a escuchar a esta banda cuando tenía unos 15 años, y fueron junto a NOFX, Pennywise, Rancid o No Use For A Name, uno de los culpables de lo que escucho hoy día. Me se la mayoría de sus los temas al dedillo, y aunque ya los había visto anteriormente en un par de ocasiones, motivo por el cual no estaba tan entusiasmando como en conciertos anteriores, léase NOFX o Turbonegro, disfruté muchísimo de este cierre de festival. Maravilloso. Y eso que, aunque llegábamos calados hasta los huesos y con las fuerzas justas para su actuación, no hay nada como cantar a pleno pulmón los temas de tu infancia en compañía de tus amigos. Con este concierto pasó algo parecido a lo que pasó en el concierto de NOFX, y es que el setlist de Lagwagon fue prácticamente perfecto. Con abundancia de temas clásicos, como “Making Friends”, con el que rápidamente entramos en calor, “Alien 8”, “Island Of Shame”, “Violins”, “Coffe And Cigarretes”, “Bombs Away”, increíble. Joey Cape acabó arrastrandose por el suelo y nosotros con la garganta rota y barro hasta la coronilla.
Hasta aquí nuestro festival, después de Lagwagon pusimos rumbo a casa, y con algunas conclusiones en la cabeza que dejamos aquí patentes:
1 – El festival mejora cada año en organización, calidad, infraestructuras…y se ha convertido por derecho propio en uno de los mejores, por no decir el mejor, del panorama estatal.
2 – Hay que llevar siempre un chubasquero y zapatillas de repuesto en Galicia.
3 – Los auténticos cabezas de cartel son siempre los colegas.
4 - La peña que lleva paraguas a los festivales debería morir.
5 - Sick Of It All son y seguirán siendo los putos amos.
6 - Por mucho que intentes controlarte al final acabas gastándote el 80% del presupuesto del festi en minis de birra.
7 – El Resurrection empieza a parecerse peligrosamente al HELLFEST.
8 – Empezar tan temprano los conciertos y terminar tan tarde, debería estar prohibido.
9 – Hay que dedicar al menos una mañana a irse de tapeo por Viveiro.
10 – Volveremos.