Espectacular y divertidísima segunda jornada del Sonorama
La segunda jornada de este Sonorama 2014 arrancaba como es debido, una degustación de lechazo, morcilla y vino de la tierra. Este año optamos por hacerla a domicilio en la casa donde el equipo tomaba fuerzas, la Casa de “El Novegal” situada a escasos 10Km del recinto un espectáculo de sabores y olores de la tierra que nos animaba ante posiblemente la jornada con la programación menos atractiva, al menos para nosotros y a priori.
Amaral ya desplegaba su espectáculo cuando llegamos al recinto y de nuevo sentimos lo mismo de siempre, y van unas pocas veces. ¿qué ha hecho este grupo para tener los parabienes de los festivales en los que tocan? Su puesta en escena es absolutamente plana, no hay nada nuevo bajo el sol, sus sobados hits llevan sin transmitir nada muchos años. Su directo, como siempre solvente, no se puede ser tampoco injusto con los maños. Tal vez la mejor noticia para ellos es que siguen teniendo una legión de fans fieles y aguerridos que hacen de sus conciertos lo mejor, ya quisieran muchos grupos tener este ambiente.
Tras Amaral, todo fueron alegrías, León Benavente y su rock para adultos perturbaba el pecho de los asistentes. Con solo un disco Abraham Boba y su trupe han conseguido posicionarse como uno de los grupos de referencia de este último año. Un espectacular directo que dio dos momentos de matrícula. “Ánimo Valiente” sirvió para comprobar que el personal venía con los deberes bien hechos y “Ser Brigada”. Una canción que sirvió para cerrar el concierto y que en el disco no parece ser más de una versión de Nudozurdo se convirtió por derecho propio en una histeria colectiva con un sonido abrumador, esa es la palabra, León Benavente fueron abrumadores.
El caso de Izal es curioso, sorprendió mucho ver mucha camiseta de Mikel y los suyos. Había muchas ganas de verlos en Aranda tras reventar el pasado año la Plaza del Trigo el pasado año. Es un caso curioso ver que un grupo en menos de dos años ha pasado de meter en la Caja de Negra de Sevilla a nueve personas a movilizar a un ejército de fans. Izal ha hecho algo que muchos grupos no han sabido hacer, observar. Han mirado qué funciona, lo han aprendido, le han dado su propio toque y eso transmiten, un torbellino de karaokes salieron de la boca de un rejuvenecido Mikel con pose guitarrera a lo Bruce Springteen. Faltaron pocos asistentes allí; Especialmente coreadas las canciones de su “Magia y Efectos Especiales”, los ritmos ska de “Prueba y Error”, el desierto cantó finalmente tu nombre en “Tu Continente” y “La mujer de verde” derritió lo poco que quedaba en pie aunque echamos de menos ese “Extraño Regalo”. De Agujeros de gusanos destacar lo especialmente que sonó “Hambre” o “Despedida”, una canción que recuerda a unos olvidados como Doves (que no Dover). Sobresaliente para ellos y para los fans que compraron las camisetas, porque se lo merecían.
La primera de las bandas internacionales del festival llegaría desde Copenhage, Reptile Youth con una presencia que recordaba a MGMT (aunque no su música) traía el rock fiestero a Sonorama. Su frontman se encargó de repetir con su actitud que el que pasa frio es porque quiere porque le sobró su camiseta al hacer algunas de sus canciones. “Above” y ese remanente Arctic Monkeys y “Colours” no faltaron a la fiesta. Prometedora banda que esperemos que no se queden en un simple soplo de aire fresco.
El perreo mamarrachero arrancó con Fuel Fandango desplegando su flamenco bakalaero en el escenario principal con muchos interrogantes en el aire., pero sobretodo, ¿aguantarán la presión de tener que levantar a todo un festival?, la respuesta es clara, el escenario se les quedó pequeño. Que manera de hacer bailar a una muchedumbre ansiosa por pasarlo bien. Fuel Fandango tiró a matar con balas de verdad con Nita y su abanico en plan efervescencia fiestera, no quedó nada en pie; la gresca arrabalera de “New Life”, o la ultravitaminada “Talking” sirvieron para calentar el ambiente pero si hay dos momentos épicos del concierto fueron “Shiny Soul” y el electrofunk barriobajero de “Always Searching” para cerrar, hacia tiempo que no bailábamos tanto. Apoteósico.
Pero si hubo una fiesta esa quedó reservada con letras mayúsculas para Lofelive. Los murcianos fueron las gran sorpresa del festival para bien, cuando todos nos esperábamos un tipo tirando samplers a la cara, el grupo ofreció un concierto a todo confort y actitud a raudales. Todo apuntaba a notable hasta que del escenario salió aquello de: “hemos visto que en la Plaza del Trigo han hecho muchas versiones y nosotros vamos a hacer otra” y entonces fue cuando se mezclaron “We Are Your Friends” de Justce y Simian con “I Love London” de los Fighters, con Daft Punk y sobretodo con “Kids” de MGMT que trajo el delirio al escenario, un auténtico momento Girl Talk a lo murciano. De ahí al cielo pasando por “Miracle”. Menuda rave en 45 minutos para estos chavales, esperemos editen ese MassUp y que sigan así.
La segunda noche en el Sonorama nos dejó los momentos más inesperados, grupos grandes tocando hierro y los llamados a menos liando el “picatoste”, con una sonrisa de oreja a oreja salí de Aranda rumbo a casa.