Todavía recuerdo la crónica de la edición pasada (2014) donde hablábamos de records y expectativas superadas. En este Alrumbo 2015 apostaron fuerte, hubo cambio de emplazamiento y de Rota se pasó a Chipiona. Las distancias en el recinto eran tremendas, ya que el festival contaba con 3 escenarios (Alrumbo, Sur y Cruzcampo) y además estaba el Dub Corner donde pinchaban distinguidos Dj’s, en un lugar realmente bonito con una vistas increíbles al mar. Sobre las 6 de la tarde me encontraba recorriendo las instalaciones y familiarizándome con los lugares que debería recorrer las próximas 72 hs.
He estado en festivales alrededor del mundo y se nota que este año la organización ha decidido dar el gran salto. Entre los cambios, uno muy favorable era que al comprar la entrada te enviaban a casa la pulsera de acceso, evitando así las demoras del año pasado al realizar el Check-in. En el recorrido encontré lugares para recargar el móvil, el mercado-zoco y hasta un mini supermercado. Alrededor de las 19:30 ya estaba en el escenario Sur para ver a Rayden que se presentaba junto a Mediyama y Dj Mesh. Con temas como “Sastre de sonrisas”, “Nunca será siempre” o “La boca del asno” logró aplausos y manos en el aire a pesar del calor. En ese momento debía tomar la primera decisión de la tarde, ya que tocaban Juanito Makandé y Los Chikos del maíz en el mismo horario. Como a Juanito lo había visto el año pasado opté por los segundos y fui al escenario Cruzcampo. Muy buena elección, sonaron bien arriba con mucha energía y con un público muy participativo. Era la primera vez que los veía y realmente, hubiera querido quedarme hasta el final, pero debía ir a uno de los escenarios principales porque tocaba Calle 13.
Habían estado en la edición pasada y dejaron el listón muy alto, y una vez más lograron enloquecer a la multitud que no paraba de cantar, bailar y de elevar las manos hasta casi tocar el cielo. Temas como “El aguante” o “Muerte en Hawaii” daban alegría, bajaban un poco los decibelios con “La vuelta al mundo”, pero volvían a explotar con “Calma pueblo” o “Vamo’ a portarnos mal”, un final bien arriba. Una vez más Calle 13 demuestra su poderío en directo incendiando el escenario Alrumbo. Ya estaba viendo a Flyahbwoy y me encantó su show, a esa hora de la noche venía muy bien un poco de Reggamuffin. El madrileño estuvo en un nivel altísimo en un primer día que poco a poco se escapaba. Dub Inc entraba en escena con una mezcla perfecta de reggae y hip hop, los acompañó el buen gusto y una alta calidad sonora. El público aplaudió a rabiar a los franceses en un show que no tuvo desperdicio. Rápidamente me desplacé de nuevo al escenario Cruzcampo donde Narco cerraría ahí las actuaciones del primer día. Nunca había asistido a un concierto suyo, suenan bestiales y es digno de señalar el apoyo de su público que no paró de saltar y poguear durante todo el set list. Excelente show, aunque el cansancio ya se hacía notar. Casi sin respiro me dirigí hacia el Dub Corner donde pinchaba Zion Train; lo había visto hace unos años en Portugal y sigue intacto, con el buen gusto a flor de piel. Me gustó tanto como Dj Fresh que ofreció una tremenda sesión en el escenario Alrumbo. Aún había que dosificar energías ya que todavía quedaban dos jornadas y Chipiona tenía guardadas muchísimas más sorpresas.
Comenzamos el viernes a las 19 hs, con todo listo para que Miguel Campello abriera el escenario Sur. El sol pegaba un poco menos fuerte que el día anterior y Miguel, con su puesta en escena habitual, nos propondría un muy buen espectáculo. Es todo un artista y sabe cómo manejar las energías: temas como “Quiero bailar” o “Aire” nos metían en un mundo de sensaciones adonde sólo él te puede llevar.
Después de tanto sentimiento y el sol a nuestras espaldas, nos hizo bailar con dos temazos de El Bicho, “De los malos” y “Locura”, dando un excelente punto de partida a este segundo día. Una hora más tarde estábamos en el escenario contiguo mirando a Canteca de Macao: era tiempo de rumba y de seguir bailando, muchas vibraciones buenas de este grupo decidido a darlo todo en 55 minutos de show. La gente agradeció el esfuerzo de cantar con el sol de frente y se fueron ovacionados. Pasadas las 21 hs arrancaba Rapsusklei and the flow fanatics, recibimos rap y hip hop en altas dosis con cataratas de palabras, pero con mensaje, frases largas con mucho sentido que solo “El niño de la selva” puede decir sin quedarse sin aire, tremendo show que se pasó volando. Llegaba el turno de Mojinos Escozíos con un Sevilla iluminado y encendido, que arrancó la diversión y la alegría a un público entregado, con temas como “Me has dicho borracho” que no sabías si reírte o bailar. En este tema el Sevilla se bebió una refrescante cerveza a la salud del público y sin respirar. Muy divertidos y a la vez, profesionales. A esa hora había quedado con Roberto Cantero, de Chambao, para charlar antes de que tocaran, y cuando llegué a camarines, él estaba con Miguel Campello. Nos hicimos una foto, charlamos y Roberto tuvo que irse a la prueba de sonido. Son dos artistas con mayúsculas. La salida de Chambao era inminente, y a pesar de haber tenido altibajos con el sonido, ofrecieron un show bien recibido por el público. Temas como “Papeles mojados” o “Ahí estas tú”, levantaron la actuación e hicieron olvidar alguna adversidad acústica. Como al final terminé arriba del escenario tomando fotos, según acabó, bajé hacia los camerinos y coincidí con el Zatu de SFDK que me comentó que estaba listo para su actuación.
Hablamos un rato y salí disparado porque escuché que comenzaba Lauryn Hill en el escenario Alrumbo. Arrancó con casi 40 minutos de retraso, ella sentada con un vestido blanco y con su guitarra, sin levantarse en los dos temas que teníamos para fotografiarla y a la que veíamos con cara de asombro, como desde su silla dirigía, cual maestro de orquesta, a sus compañeros. Fue un show de menos a más, pero eso sí, cuando llegó a su pico más alto, todo el mundo olvidó el lento comienzo y los problemas con el micrófono de los primeros temas. Pasada la una de la madrugada daría comienzo uno de los mejores directos del viernes: SFDK apostaba fuerte y nos regaló un breve repaso por su historia; y digo breve porque su show duró poco más de una hora, pero que fueron suficientes para hacer excelentes versiones, como “Todo lo que importa” de su más reciente Cd Sin miedo a vivir, donde el Zatu marcó sus afiladas rimas a capela para deleite de todos los que abarrotaban el recinto. También se escucharon “Bajo el mismo sol”, “El niño guey” y una extraordinaria versión de “Malviviendo”. Estaban sonando brutales. Poco después arrancaba Asian Dub Foundation, los fotografié y me tomé un respiro. Pasadas las 3 y media Trashtucada invadía Chipiona con un espectáculo energético que enloqueció a todos los presentes. La banda supo sacarle beneficio a eso de jugar casi de local, ya que los miembros del grupo, son de Chiclana de la Frontera (a 65 km). Con las pilas cargadas, vendría otra de las grandes actuaciones del viernes, Dirtyphonics. Impresionante sesión que no dio tregua y que incitaba a bailar a saltar y a disfrutar de una magnífica actuación de los parisinos, que sólo contaban con dos de sus integrantes, pero que bastaron para enloquecer a una multitud que no daba crédito de lo bien que sonaban y de lo rápido que pasaban los minutos; era uno de esos momentos que no quieres que terminen nunca.
Aún quedaba Steve Aoki que subía a escena cerca de las seis de la mañana. Un público entregado, pero en lo personal, mi cabeza todavía estaba analizando el show de los Dirtyphonics. Pasadas las siete de la mañana había que ir a descansar porque quedaba el último día de festival.
Ya era sábado y cerca de las 20 hs estaba viviendo los primeros minutos de Mártires del compás, un grupo con mucha experiencia que hizo bailar a todos a pesar del calor. A las 20:30 hs Tomasito actuaba en el escenario Cruzcampo: todos puntos a favor, con el desparpajo del jerezano que completa cada rincón del escenario: canta, baila y conduce al público a un estado de euforia y alegría que no cualquiera puede hacer, tiene el increíble don de transmitir y hacer circular la energía a la velocidad de la luz, un grande. Fui al escenario Sur para fotografiar a Caravan Palace, este grupo reunió a muchas personas a pesar de que el sol seguía pegando duro, me dejó muy buenas sensaciones. Faltando minutos para las 22 hs, Nach sale a escena y a pesar de tener algún problemita de sonido, dio un espectacular directo. “Leyenda”, “Efectos vocales” o “Disparos de silencio” fueron temas que hicieron disfrutar de un Nach inspirado. Cerca de la medianoche venia el plato fuerte del sábado, Cypress Hill. No fallaron, hicieron de las suyas recorriendo temas clásicos de la banda tanto en inglés como en español. Brillaron canciones como “How I could just kill a man”, “Illusions” e “Insane in the brain”, con el que todo el mundo enloqueció y gritó hasta quedarse sin voz. En este directo estuve muy activo y los escuché desde distintos lugares y en algunos, un poco más de volumen no hubiera estado nada mal. Así mismo marcaron un show increíble y dejaron a todo el mundo satisfecho.
Se terminaba el Alrumbo 2015, pero había tiempo para ir a ver a El canijo de Jerez. Muchísimas personas se dieron cita para ver al Canijo que también empezó con algún problema de sonido, pero rápidamente encontró el camino y puso todo del revés a base de buenas canciones y complicidad con su gente. Lo dio todo y en agradecimiento por tanta lealtad, hasta se arrojó al público. Una vivencia muy emotiva y para el recuerdo. Y como todo lo bueno pasa rápido, ya me estaba despidiendo de este Alrumbo 2015.
Una edición que sigue superando records, una edición que dio el gran paso para convertirse en uno de los principales festivales de España, donde casi 150.000 personas disfrutaron en sus tres días de 60 artistas nacionales e internacionales, en un marco espectacularmente natural en la bonita costa de Chipiona.