Cuando alguien va a un concierto que ha formado parte de su vida, y lo mejor aun de su infancia, no tiene más remedio que salir del recinto con una sonrisa tal niño en el día de los Reyes Magos.
Si a la excitación inicial incluimos que por los aledaños del Palacio de Deportes ya se podían ver familias completas vestidas de Jedis, o al mismísimo Darth Vader, o que antes de entrar pudimos disfrutar de los disfraces originales, partituras del maestro Williams, maquetas, y actores de todos los bandos preparados para fotografiarse con ellos, pues apaga y vámonos.
EL comienzo, como no podía ser de otra manera el “Main Tittle” más famoso de todos los tiempos, la piel de gallina, y al comprobar que en la Royal Filarmonic había 90 personas y un coro, con un sonido sobresalientísimo, nos dimos cuenta que estábamos ante algo único e irrepetible. Llenazo hasta la bandera en el Palacio de la Comunidad de Madrid.
Las imágenes se sucedían intercalando frases de las películas (en VO con subtítulos en español) mientras la música nos hacía retroceder a los salones de nuestras casas, a cines ya derribados o a las kilométricas colas que algún día hicimos. Después de la presentación tuvimos un guía de lujo Anthony Daniels (dio vida a C3PO, uno de los pocos que aparece en las seis películas) nos fue introduciendo todos los temas, que iban avanzando en la historia pero nos la enseñaban a través de los personajes. La historia llevó el guión cronológico y no cinematográfico.
Especial mención para “The Sith Spacecraft and the droid Battle” donde vimos salir por primera vez al coro, y como no podía ser de otra manera el cierre de la primera parte estuvo dedicado a Darth Vader y su Marcha Imperial, que saco los gritos y los vítores de los asistentes.
Tras una pausa volvimos a por lo que quedaba que no era poco, quedaban las tres primeras películas (las antiguas) y allí vimos salir a Leia, Yoda, Han Solo y toda la tropa de los años 80 en lo que fue una vuelta a nuestra niñez, tal era la entrega del público que después de acabar el concierto hubo un Bis con las luces encendidas y el tema elegido fue de nuevo la Marcha imperial, para deleite y salir al centro de Madrid como si en el mismo planeta Tattoine se tratara. Os dejamos con el final.
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Señores y señoras este espectáculo ha partido de España siguiendo su gira, pero si le ocurre volver algún día, no duden en ir a disfrutar de una experiencia única. Que la fuerza os acompañe.
