La sexta edición del South Pop ha llegado a su fin, y solo nos quedan imágenes en nuestra cabeza que nos hacen pensar, qué grande es esto de la música.
Foto: Marichispa www.flickr.com/photos/marichispa
Que el festival se celebre en un teatro, con un sonido de diez, con una programación ligera pero bien elegida hace que festivales como este (empieza a ser un tópico en los organizados por Green Ufos) tengan todo ganado antes siquiera de que suene el primer acorde. Por no hablar de la hora feliz en barra, le buena entrada para todos los conciertos, y todas las facilidades y la gran ubicación del festival. Enhorabuena a la organización.
Exsonvaldes en South Pop Sevilla
Cinco grupos por día que tuvieron cinco categorías, muy bien definidas, “los nuevos” que abrieron sus días respectivamente fueron Francois & The Atlas Mountains y Nitoniko, los franceses estuvieron muy a la altura, recordaron y mucho a Animal Collective, formación a cuatro con la percusión en el centro y sacando sonido hasta de un balón de baloncesto, la primera sorpresa del fin de semana. Nitoniko llevan el rollo Dorian, muy implantado ahora, aunque un poco desactualizado tal vez ahí radique una gracia que no les encontré, tuvieron el descaro de dedicar una canción a ese movimiento llamado “tontipop”.
Foto: Marichispa www.flickr.com/photos/marichispa
Los grupos “pequeños” que serán grandes, cumplieron a las mil maravillas en el viernes tuvimos a Klaus & Kinski, que estuvieron, esta vez sí, fantásticos, contundentes como esperábamos, abrieron con su nuevo disco “Tierra Trágalos” y apuntillaron de manera sobresaliente con los hits del primer largo, pese a como anuncio Marina "Santa Teresa" sigue sin formar parte del equipo titular; la réplica en el sábado fueron Exsonvaldes, apunten este nombre, (ya lo dijo Go mag), el concierto del festival? Qué cantidad de recursos populares se sacaron de la chistera, canción a capela, se quedaron inmovilizados en el escenario un rato forzando al público a animar sin parar, un contagio pop que hizo honor al nombre del festival con letras mayúsculas, su nuevo disco “theres no place like homes” a buen seguro ocupará un lugar muy notable en las listas de este año, cuando interpretaron “Everything I see” la multitud se vino abajo, increíble!.
Foto: Marichispa www.flickr.com/photos/marichispa
Entre los “grandes nacionales” tuvimos a Sr. Chinarro, el hijo prodigo, que se permite la licencia de “guasear” con la semana santa a dos días del Domingo de Ramos en Sevilla, el sevillano hizo todo de sus discos más clásico para delirio de la parroquia, que se vino abajo cuando anuncio que habían preparado “farolillo rojo”, que grandes eres Chinarro, y de un clásico a unos modernos, Los Punsetes presentaron un repertorio un poco rústico, cargaron con “fondo de armario” al salir para luego presentar todo su nuevo trabajo, terminando con Dos policías y la que está llamada a sustituir al buen día planetario “tus Amigos”. Del inmovilismo de Ariadna no hablaremos que luego se lo cree.
Las “grandes letras” Lacrosse y The Hidden Cameras, llegaron en distinta forma, si los suecos pisaron Sevilla y la pusieron boca abajo, con sus canciones, animación y fiesta continua, tanto es así que en “We are Kids” salió un bailarín de la nada a hacer coreografías con el público, como si es tema lo necesitase, pues eso fue al acabose, e hizo que el público apretara tanto que regalaron un bis. En cambio los canadienses Hidden Cameras, lo tienen todo, una gran banda, buenos músicos, grandes temas pero sonaron un poco antigüos la poca renovación de su propuesta hizo que el interés general que había por verlos se quedara en un “muy bien”. Mención aparte para su violinista que está en una forma física que muchos chavalines quisieran.
Para “la fiesta” dos postres, Stero Total, composición atípica pensada por y par y bailar, con directo muy contundente, el dúo mejora a medida que avanzan los temas hasta llegar de manera apoteósica al final de su bolo. Y los alemanes Zombie Zombie, más elegantes, y con un sonido más limpio, rozando en muchos momentos atmósferas electrónicas transportándonos a una sala de fiestas, gran nota para el cierre de los días. Y una matrícula para todo el festival.
