Nacho Vegas
La Zona Sucia
[Marxophone; 2010]
6
Recordando a Dry Martini, S. A. de “El Manifiesto Desastre”, editado en 2008, Nacho nos trae “La zona Sucia”, con gran mezcolanza de colaboraciones.
Se produce una ruptura con Limbo Starr y arranca una nueva etapa, autoeditándose con Marxophone. El asturiano, junto a Refree y Fernando Alfaro, crea este nuevo sello, algo digno de alabanza en los difíciles tiempos por los que pasa el mundo musical. Un gran aplauso para aquellos que asumen los riesgos de sus creaciones. El disco ha sido grabado en los estudios de Paco Loco, en el Puerto de Santa María. La portada representa una alegoría a la urbe, obra de Adolfo P. Suárez.
Inicialmente Nacho contaba con dieciséis temas, de los que decidió hacer un evidente recorte para conseguir un disco más compacto y que transmitiese la sensación de compacidad local, no obstante creo que queda algo corto, y transmite sensaciones de vinilo. Curiosamente una de las canciones que ya habíamos escuchado “Marquesita”, se ha quedado en el tintero, a la espera de su próxima edición, que probablemente sea en la próxima primavera.
Entrando a bocajarro, y desvelando que el disco es bastante más sencillo, asequible, facilón, en resumen, no quisiera dejar pasar la oportunidad de reseñar que la última de las canciones del disco “El Mercado de Sonora”, parece sacada de otro tiempo diferente al de la composición del resto de temas. Rompe completamente la dinámica del disco. Nacho, como todo artista que se precie, es de esos que van iniciando la composición de diferentes temas y los dejan aparcados para continuar con otros, y luego los retoman y posteriormente necesitan espacio para que la canción respire y poder volver a trabajar sobre ella. Este método de creación consigue que todos los temas lleguen a estar interrelacionados, hasta parecer, en algunos casos, diferentes cuñas de un pastel que juntas consiguen una armonía consolidada. No obstante esta última canción no consigo engranarla con el resto. Curiosamente me parece una de las mejores de todo el LP.
Nuevamente tenemos el recurrente tema dramático en sus temas y el desamor como protagonista de ellas. En este caso, es mostrado como pérdida irrecuperable, en la que aparece una lucha encarnizada para alcanzar aquello que desapareció hace tiempo. Lo declara en “Cuando te cases de mí”, en la que es consciente de que su amor se rompió antaño y espera el momento en que termite por completo, lamentándose de lo que le pasará en la mayor de las soledades que tendrá que aceptar.
Me encantan las alegorías que utiliza en todo el disco refiriéndose a dos grandes elementos de la naturaleza como el fuego, en forma de incendio y el agua en forma de lluvia. De hecho una de sus canciones la llama “Incendios”, este tema arranca de una anécdota en la que una vivienda prende en llamas con unos niños en su interior, y por suerte con final feliz, Nacho intenta reflejar que en el terreno amoroso todo el incendio de una ruptura puede acabar con nuevos amaneceres y vidas renovadas sea cual sea el camino elegido.
Que en un disco tan cargado de sentimientos puramente amorosos, aparezcan un coro de niños, como ocurre en “Lo que comen las Brujas”, y den una giro total a la melodía de la que hace gala Nacho, hace que me rompan totalmente la dinámica en la que me introduzco al disfrutar de este disco.
Probablemente, y sin caer en juicios de valor especulativos, el disco que nos ha presentado Nacho Vegas ha sido suavizado, con respecto al resto de su trayectoria profesional, para conseguir atraer un nuevo público, que haga que esta nueva aventura de la autoedición se convierta en una apuesta al caballo ganador.
Tracklist
1.- Cuando te canses de mí.
2.- La gran broma final
3.- Incendios
4.- Reloj sin manecillas
5.- Taberneros
6.- Perplejidad
7.- La comedia humana
8.- Lo que comen las brujas
9.- Cosas que no hay que contar
10.- El mercado de Sonora
