Elbow
Build a rocket boys!
[Fiction Records / Polydor; 2011]
8.5
Elbow son un valor seguro, y parece que ya a estas alturas bastante consolidado. Vienen publicando un disco cada dos o tres años, sin sorpresas o con la sorpresa de encontrar de nuevo más lo mismo: canciones compuestas con clase y producidas con excelente criterio. Los tempos que manejan en los discos deben ser fiel reflejo de la paciencia y dedicación con la que se toman el proceso de composición, grabación y publicación de nuevo material, virtudes necesarias para hacer las cosas bien hechas.
Perdonados quedan desde ya por la espera trienal en este caso por este quinto disco, ya que pudiendo dejarse llevar por la ola generada por el -relativo- éxito del anterior “The Seldom Seen Kid”, no sintieron la necesidad de aprovechar el tirón para sacar una continuación de cualquier manera (o al menos no han sucumbido a ella). Al contrario, según el propio Guy Garvey (cantante y líder de la banda), el primer paso en la creación de “Build a rocket boys!” fue asumir por parte del grupo que como es habitual, se estancarían en el proceso de composición, y saldrían del bache con su propio tópico: “what do we want to hear next?”, concentrándose en hacer un disco que transporte al que lo escucha a otro lugar.
Ese otro lugar está en este disco inspirado por la época en la que la banda era un grupo de amigos que comenzaban con la ilusión de ser una banda de música, pero descrita con la perspectiva del paso del tiempo y con el conocimiento de como se desarrollarían los hechos. Tal como proclama la canción “Jesus is a Rochdale girl”, sencilla canción que por ser la primera en terminarse comenzó a definir la temática del disco: “And nothing to be proud of / And nothing to regret / All of that to make as yet” (“Y nada de lo que enorgullecerse / Y nada de lo que arrepentirse / Todo eso por hacer aún”).
Musicalmente, la elegancia y la belleza prevalecen en la mayoría de las canciones. El trabajo de los hermanos Mark Potter (guitarra) y Craig Potter (teclados y producción del disco) es genial consiguiendo transmitir grandes dosis de emoción guiados por la profunda voz de Garvey. Emoción en ocasiones contenida como en las bellísimas “Lippy kids” o “The night always win”, y en otras casi épica como en la anímica y bondadosa Open arms (curiosa referencia por cierto al Quijote en sus versos “And you're not the man who fell to earth / You're the man of La Mancha”). En general se trata de un álbum poco agresivo, en el que no encontraremos en ninguna de sus canciones ese bajo saturado con el que Pete Turner ha logrado tan buenos riffs en otras ocasiones (“Grounds for divorce”, “Leaders of the free world”, …), esta vez las líneas de graves se mantienen más que correctas y muy rítmicas (“With love”, “High deals”) pero sin excesivo protagonismo. Igualmente los matices guitarreros más característicos del sonido Manchester los encontramos únicamente en el single “Neat little rows”.
Por otro lado, los dos paradigmas definidos por el grupo en sus EPs iniciales siguen evolucionando en este disco. El corte inicial “The birds” es una canción hipnótica e introspectiva como ya lo fuera “Any day now”, en este caso Garvey doblando su propia línea vocal una octava por encima y una línea muy simple pero llamativa de sintetizador marcan la diferencia en este genial tema. “Dear friends” podría ser el ejemplo de canción de guitarras rasgueadas y sencillos arpegios que incitan al balanceo, como en “New born”, aunque en este caso sin la furia desatada que con la que cierra ésta última.
“Build a rocket boys!” es un disco de notable alto y de estantería, de los que no dará pereza volver a colocar en el reproductor pasados los años. Uno podría extraer la lectura de que con este álbum Elbow sienten que han hecho realidad sus sueños de juventud y animan a todos aquellos que tengan ilusión en un proyecto a ponerse manos a la obra, así que ahí queda el mensaje: ¡construid un cohete, chicos!
Escucha el disco en Spotify: Elbow - Build a rocket boys!
