Alt-J (∆)
An Awesome Wave
[Infectious Music; 2012]
8
El alumbramiento de la nueva sensación del año sucedió en el año 2007, en la Universidad de Leeds, Alt-J nacía para realizar su debut en 2012 con un resultado excelente. Hasta el nombre tiene algo que contar. Alt-J es la expresión informática para Mac del signo Delta, ∆, una rocambolesca historia que da idea de lo que nos vamos a encontrar en este “An awesome wave”.
Unos arreglos que parten desde la electrónica más sutil y fría para adornar una base clásica, pop melódico fabricado en el siglo XXI, coral, popero, de raíces, un suflé de sonidos de alta gama que encandila y amansa.
Se les ha relacionado con bandas como The XX por el estilo, aunque tal vez lo más parecido que tengan es que Alt-J también deciden presentar el disco con una “Intro”, no tan espectacular como la de XX, pero sí consistente, con olor a resumen de lo que nos vamos a encontrar en este paseo marítimo musical.
Un disco que va de menos a más, aunque cada vez tengo más claro que el que va de menos a más es el oyente. Si bien al principio con “Interlude I” puedes quedar en estado de shock por el recuerdo cercano de Fleet Foxes, la primera parte del disco es la más fría, que no menos brillante. Posiblemente, lo más difícil de asimilar, sea la voz de Joe Newman, de timbre estridente pero perfectamente afinada. Así en las canciones atrapadas entre los dos primeros “Interludes”, “Tessellate y Breezeblocks”, recibimos toda la influencia de Wild Beats, finales orquestales acelerados con ritmos electrónicos que transforman estos versos en hits instantáneos.
A medida que este implacable debut avanza, se va notando mucho más la importancia de los elementos orgánicos, algo que transfiere al disco la cualidad de cálido, aunque saltemos del helado piano de “Something Good” a los ritmos caribeños de “Dissolve Me” pasando por el que fue el single de salida, una delicia de nombre “Matilda” donde se cita en la letra a su compatriota Johnny Flynn, concretamente parte de la letra de "The Wrote and the Writ". Aunque es a partir del “Interlude III” cuando encontramos un final de viaje que colma todas nuestras expectativas.
“Bloodfood” despierta los todos sentidos, un mecer constante, paisajes estrellados para viajar a través de los sueños, dreampop con un bajo “despistado” con cuesta empinada final para desembocar en “Taro”. Una canción condenada a ser una de las canciones del año, quizás sea el corte más especial por incluir ritmos magrebíes que rezuman baile a pesar que recibe el nombre de la fotógrafa de guerra Gerda Taro, que por cierto murió en la guerra civil española y que fue compañera del también fotógrafo Robert Capa, cuya muerte es la protagonista de la canción. Una canción homenaje de letra solemne y de ritmo pegadizo que te desliza al final coral de “Hand- made” que de nuevo retoma esa influencia Fleet Foxes en unos coros simplemente perfectos.
En la música casi todo parece estar inventado, pero la diferencia entre unos y otros es como gestionan sus influencias y mezclan en sus composiciones sonidos y apuestas novedosas, Alt-J consigue exprimir con precisión una compota de ideas para parir un disco diferente y brillantemente producido.
Escúchalo en Spotify: alt-J – An Awesome Wave
