Hola a Todo el Mundo
Ultraviolet Catastrophe
[Mushroom Pillow; 2012]
Escúchalo en: Spotify
¿Qué línea debe seguir un segundo disco? Quizás sea una de las preguntas más socorridas a lo largo y ancho de la industria musical, y que como los gustos, depende de los colores. ¿O era al revés?
Siendo un romántico empedernido, o lo que podríamos llamar por estos lares “un hipster” de bien, podríamos responder que los discos, sean el segundo o el enésimo, deben responder a las inquietudes propias de la formación o del artista en cuestión. No somos nada “hipsters” entonces. Si adoptamos la posición de un talibán musical podríamos decir que para qué cambiar lo que ya funciona, si ya llenamos salas, tocamos a lo largo y ancho de la piel de toro, y encima éste se nos queda pequeño y tocamos hasta en Japón. Por último, podemos ser una veleta que adoptemos y cambiemos nuestra música en función de lo que el público vaya necesitando, sabiendo llenar esos huecos dejados por otra formaciones que llevan un tiempo sin decir nada.
Esto último es lo que ha hecho HATEM con su último trabajo “Ultraviolet Catastrophe”. ¿ Quiere esto decir que se han traicionado a ellos mismos, a su sonido y a sus fans? ¿Quiere esto decir que el disco no tenga por donde agarrarse? NO, aunque no rotundamente.
La línea seguida en su segundo largo- por medio colaron un desafortunado “Estela Castiza”- poco tiene que ver con lo mostrado en su exitoso predecesor homónimo, pues solo algunas temas siguen manteniendo la esencia y el alma de esa banda hippiense que sorprendió a propios y extraños allá por el 2010. Ejemplo de ello su “And a Just Man Howls”, que pese a incorporar la electrónica como seña de identidad del disco, sigue manteniendo ese regustillo de su primer trabajo.
Y es que si algo se puede extraer con una primera escucha de su trabajo es la influencia de grupos como Beach House o M83, haciendo de la electrónica el conducto que todo lo mueve y todo lo comunica. La formación madrileña no tiene problema en mostrarnos sus fuentes de inspiración. De hecho, su firma con el mismo sello de Delorean ratifica lo intuido, y no hace más que confirmar la importancia de los sellos y productores a la hora de saber entender el porqué de un trabajo.
Pese a todo, el disco goza de sentido, aunque le suceda como a su predecesor, que se va desinflando poco a poco. Con un comienzo en el que ya no engañan a nadie, “ Oh Lord Tell Them Wind Blows Far From Me” nos va marcando la seña de identidad del trabajo, con la batería marcando y los “cacharros” disponiendo, mientras que las guitarras apostillan.
Sus dos temas siguientes, “They Won´t Let Me Grow” y “You Know We Found New Words” son mayúsculos, especialmente este último con una base magistral del teclado y un final grandérrimo dejándonos llevar por la guitarra y ese sonido eléctrico new ochentero. Siguiendo esta línea también cabe destacar “Youth Time, Least Brother & Friends”. El disco acaba con “I´ll return to over Gloria”, canción que empieza como una versión de los Killers, aunque para su desgracia, el de sus últimos trabajos.
En definitiva, si te gusta la nueva ola electrónica, te encantará su nuevo giro. Si por el contrario estabas a gusto con ellos, algo puedes extraer.