Acudimos a la primera jornada del Día de la Música 2013 en el que el premio al concierto más masivo fue para Lori Meyers.
Junio en Madrid significa calor y música, aunque este año el calor se está haciendo de rogar, la música no nos ha fallado. Un año más se dio cita en Matadero el Día de la Música, con un buen número de grupos en directo. Con novedades respecto a los escenarios, tres ausencias (la Nave 16, el auditorio y el antiguo escenario UFI) y una nueva incorporación (escenario Nivea Soft).
Los Punsetes fue el primer grupo del que disfrutamos el viernes, sí, tocaban Deptford Goth antes, pero el beber nos llamaba más fuerte. El quinteto madrileño nos sedujo con una gran selección de temas de sus trabajos, aunque durante todo el set con evidentes problemas de sonido. Problemas que no hicieron mermar las ganas de los allí presentes de pasarlo bien y lo ponen fácil cuando tocan temas de la talla de 155, Tus Amigos, Maricas o Dos Policias, tras la que se proyectaron imágenes de la sala madrileña Nasti, la cual cerrará sus puertas definitivamente el mes que viene.
De Madrid a Brooklyn, en el escenario Acciona nos recibía efusivamente Arthur Ashin, o lo que es lo mismo Autre Ne Veut, con su gran temazo Play By Play. Quizás esta efusividad inicial se vio un poco desinflada y el concierto del norteamericano se vino un poco abajo, quizás demasiado falsete, aunque una ejecución excelente, todo sea dicho.
Lo que sí nos dejaron claro Hola a todo el mundo, es que su vena folk ha quedado relegada a un segundo plano, basando su tiempo sobre las tablas exclusivamente en su último trabajo Ultraviolet Catastrophe, la época de flores en el pelo ha terminado.
De Loja vinieron para meterse al público en el bolsillo, sólo como ellos saben hacerlo, y es que Lori Meyers juegan a ganar. Firmaron el concierto más masivo de la noche del viernes, sin lugar a dudas, recurriendo, por suerte para los románticos de épocas anteriores, a temas de la etapa dorada como Tokio Ya No Nos Quiere o Ham'a'cukoo. Para el final poca sorpresa, Noni descamisado y nonaino mientras sonaba Alta Fidelidad y el público dedicándole a Mariano Rajoy (listen, Mariano, listen) aquello de "ieeieeeieee todo esto es culpa de la gente". Hemos de decir que, durante esta actuación, miles de monóculos fueron arrojados al aire y pisoteados.
Y si Lori Meyers fueron el premio de congregación de público, The Horrors no se quedaron muy atrás, pero además fueron bendecidos con un sonidazo increíble. Los ingleses, liderados por el siempre lánguido Faris Badwan, centraron su set en sus dos últimos largos (Primary Colours y, el magnífico, Skying). Abriendo fuego a modo de perfecta introducción con Mirror's Image y en impecable sintonía agotaron sus minutos, que la verdad se hicieron escasos, pero fueron tan gentiles de mandarnos de vuelta a casa con un trío de categoría, Still Life, Changing The Rain y Moving Further Away.
Tratando de recomponer el monóculo nos volvimos a nuestras madrigueras, eso sí, con gran sabor de boca.