El pasado 9 de abril, Málaga fue el escenario en el que el estilo personal, la psicodelia, y un colorido sonoro alternativo protagonizaron una noche musical muy contundente codirigida por Lüger y Crystal Fighters.
Foto: Luz Liébana Liébana
Bajo el sello de Heineken Music Selector y contando con la organización y el sonido de una de las mejores salas de la ciudad, Sala Vivero, las dos bandas consiguieron abstraernos de la realidad, rebasando barreras espaciales, temporales e incluso culturales sin que los allí presente supiésemos muy bien a dónde íbamos.
Con un poco de retraso y con un público no muy entregado, Lüger nos deleitó durante poco más de una hora con un espectáculo sonoro que se podría definir como una experimentación sensorial en un escenario cósmico. Aunque, personalmente, me quedo con la definición que ellos mismos asignan a su música en MySpace “suena como…si cogieras un saco de bombillas y le pegaras con una vara de avellano mientras intentas subirte a un taburete para poder otear por encima de un muro que te impide la visión de la destrucción...”
Verdaderamente fue una hora en la que el quinteto madrileño hizo gala de la fama que le precede y de la experiencia musical con la que cuenta cada uno de los componentes. Los allí presentes pudimos disfrutar de un concierto intenso, potente en el que la psicodelia guiaba una base rítmica minimalista, repetitiva que construían su estilo rock electro-progresivo tan peculiar e innovador y que tanto ha dado que hablar desde la aparición de su primer disco. Contra todo pronóstico, el directo comenzó con el tema más folkie de su repertorio
“Bedlam in a sugar plum fairy reception”. Cuando todo el público nos esperábamos una irrupción brutal en el escenario, la banda nos sorprendió con un momento casi intimista en el que el cantante se sentó en el escenario para deleitarnos con un sitar e introducir el tema. Pero el disparo no se hizo esperar, y en menos de dos minutos el resto del grupo se unió para dar forma a lo que sería la esencia del directo…un estilo experimental y subterráneo de inspiración kautrockera, una superposición inquietante de sonidos de teclados, sintetizadores, baterías, guitarra y bajo cuyo resultado fue sin duda una mezcla sonora explosiva. Las voces sólo en momentos determinados, como algo complementario…en su justa medida.
El resto del concierto fue un repaso de su disco homónimo (de descarga gratuita en http://luger.bandcamp.com/) en el que no faltaron temas como "Why should I care?", en el que se podría encontrar similitud con canciones de la producción más reciente de Primal Scream o "Portrait of a distant look" y "La fin absolue du monde”. Destacable fue la interpretación del tema "Swastika sweetheart", que toma su nombre de la rubia demoníaca que pilotaba uno de los coches de carrera de la película "Death Race 2000" (Paul Bartel, 1975), donde derrocharon energía comenzando con sintetizador, acompañado de un golpe de guitarra, bajo y batería provocando un impactante efecto.
También tuvieron tiempo de presentarnos su segundo disco 'Concrete Light' que será editado bajo el sello Marxophone y Giradiscos y saldrá a la luz en este mes de abril, rock espacial que ya ha sido presentado en su gira por el norte de América y continuará con su debut dentro y fuera de nuestras fronteras en ciudades como Barcelona, Bruselas, Sevilla y con su participación en festivales nacionales.
Pero la noche no había hecho más que empezar, nos quedaba la auténtica fiesta que el grupo londinés Crystal Fighters nos tenía preparada compartiendo con nosotros su interesante y divertido directo: la más eufórica mezcla de sonidos electrónicos con ritmos folk e influencias vascas, característica que les ha llevado a ser considerados uno de los grupos más controvertidos y admirados en la actualidad.
Con una pinta desaliñada y una puesta en escena aparentemente descuidada, el quinteto nos motivó hasta el punto de hacernos bailar al son de un estilo 'nu-rave' muy personal, aderezado con el uso de sintetizadores, loops e instrumentos acústicos de forma experimental y demostrando claramente que es una banda para vivirla en los directos y que su base reside en las pistas de baile.
Pero el rasgo fundamental, lo que realmente impresiona de su salvaje directo es el uso impresionante de instrumentos tradicionales vascos como la txalaparta y txistu, además de la guitarra española y su prefecta combinación con los sintetizadores y sus voces. Este saber hacer, lo pusieron en práctica durante todo el directo en el que hicieron un intenso repaso a su último álbum, Star of Love, variando algunas canciones y haciéndolas más “rompepistas”. La sala, notablemente más llena desde el comienzo de este segundo pase, vibró con cada uno de los temas, coreando las letras y saltando desde el primer momento.
En su repertorio, Crystal Fighters nos deleitaron durante casi dos horas con temas como “In The Summer” canción protagonizada por los coros vocales con un ritmo funky, “Solar System”, que empieza folk para pasar a unas bases más electrónicas y canciones puramente electrónicas como “I Do This Everyday” y la conocida “I Love London” con su elocuente comienzo: “Hola, me llamo Mimi”. Ésta última es una de las canciones más electrónicas del disco en la que también utilizan los instrumentos de percusión vascos.
Lo mejor llegó al final, con “Follow”, un tema con un crescendo matador que nos hizo saltar y saltar y “Plage”. Para terminar este directo tan redondo que nos demostró que realmente merece la pena ver esta banda en vivo, la sala vibró con “At home”, la canción más pop protagonizada por la voz femenina sobre los coros masculinos y en un bis poco pedido por el público (más bien porque sabíamos que iban a volver) Xtatic Truth que es casi un himno de la banda con las que se dieron a conocer, hit bailable que nos puso los pelos de punta.
Con este buen sabor de boca terminó este concierto tan interesante, psicodélico y colorido que amenizó la agradable noche de la capital de la Costa del Sol. Aunque para ser sincera, no nos quedamos muy satisfechos….nos quedamos con ganas de más Crystal Fighters….aunque de momento, no tienen fechas previstas en tierras españolas.
Crónica y Fotos: Luz Liébana Liébana
