¿El último Contempopranea en Alburquerque?
Viernes por las tarde, acabo mi trabajo y quedo a la salida de Cáceres con Alejandro y Marcial que vienen de Madrid, todo listo según los planes, paramos los coches, nos saludamos y seguimos la marcha hasta el festival, mientras conduzco voy escuchando en Radio 3 “Disco Grande” desde Alburquerque, programación especial Contempopránea, donde van desfilando en las dos horas de programa, diferentes protagonistas y llega el momento clave cuando en la entrevista a Agustín Fuentes, Julio Ruiz le pregunta sobre la próxima edición de Contempopránea. Nunca antes Agustín dejo tan claro que era posiblemente la última edición de este festival en el formato tal y como lo conocemos, se están estudiando diferentes opciones y lugares pero ocurre un milagro en forma de maná publicitario o adiós a este evento tal y como lo conocemos y en el sitio donde se ha ido por 16 ediciones.
Tras esta pésima noticia, llegamos a este bello pueblo extremeño, aparcamos los coches y llamamos al dueño del piso para dejar nuestras cosas y arreglarlo todo cuanto antes. Mientras esperamos, damos buena cuenta del primer tercio de cerveza del festival. Dejamos las cosas, preparamos las cámaras y volvemos para la Plaza Mayor del pueblo, esto también es Contempopránea y no solo los conciertos, mientras tomamos nuestra primera ración de jamón ibérico regada con unos cuantos de botellines que hacen que el calor de la tarde extremeña sea más fácil de soportar, en esto que aparecen Triángulo de Amor Bizarro por la plaza, pasan por nuestro lado los llamamos y la bella Isa se sienta con nosotros para compartir un rato de charla, risas, jamón y cerveza. Una vez que la mesa esta llena de botellines decidimos que es hora de ir a cenar. Para eso solo hay un sitio en Alburquerque y es el restaurante El Castillo, que es como el escenario pequeño del Contempopránea si a la persona que buscas no está ni durmiendo ni en los conciertos lo más probable es que este allí. Día, tarde, noche y madrugada su patio, la amabilidad de propietario y camareros, esa sensación de sentirte como en casa tiene un no sé qué que qué sé yo que te atrae y no te deja marchar. Acabamos la cena y tras el café y chupito de rigor vamos directos para la Ladera del Castillo y llegamos a tiempo para ver a Standstill.
Un grupo que tras verlos tanto en interior (ver crónica de su espectáculo Room en Valladolid) como en exterior (Sonorama 2010 y esta edición de Contempopránea) debo decir que en exterior se pierden muchos detalles de su música. Con esto no quiero decir que fuese un mal concierto, al contrario, simplemente si han visto a este grupo en diferentes festivales y tienen la oportunidad de verlo en cualquier teatro o auditorio, no dejen pasar la oportunidad porque saldrán mas enamorados de su música y si van con su novia, ella saldrá diciendo que Montefusco será el padre de sus hijo.
Xoel López fue el siguiente en subirse al escenario, este chico lo mismo te forma una banda que te presenta un documental en National Geographic sobre el Camino de Santiago que se va a Argentina a vivir y se trae una Caravana Americana y lo mejor de todo es que le sale todo bien, como demostró en Alburquerque, de su concierto solo eche en falta un par de canciones de Lovely Luna, ese otro grupo paralelo que tiene y del que sus canciones son pequeñas joyas pero como me dijo en el backstage no hubo tiempo para todo. Tras el gallego, era la hora para ver a los galeses de Cardiff The School con su pop inspirado en los 60, con influencias que van desde The Supremes al bubblegum pop y algo naïve con que hizo las delicias de los pocos mods que por allí había y por ratos hacer bailar a la mayoría del público como ocurrió con su tema “Hoping and praying”
Turno para otros gallegos como TAB (Triángulo de Amor Bizarro) poco a poco, concierto a concierto, festival a festival, disco a disco, demuestran que lo tienen todo para ser la banda de referencia del indie patrio en una o dos temporadas. Especial atención a su versión de “Soy un truhán, soy un señor” del gran Julio Iglesias, aunque era una versión pensada para el homenajeado de este festival Julio Ruiz y el 40 aniversario de su Disco Grande espero que no se quede aquí y sean capaces de tocarla en más conciertos.
De la Fe y Las Flores Azules, comentario general antes del inicio del concierto “no si a mi este grupo no me gusta” pero empezó el concierto y con su puesta en escena, su hip-pop, sus caretas de Julio Ruiz cuando les toco hacer su versión y que no pararon de moverse durante todo el concierto, convencieron hasta incluso al sector talibán del indie allí reunido que este concierto fue uno de los más divertidos de esta edición.
Tras ellos fue el momento de Mendetz que aunque con su temazo “Orgasmatron” puede poner patas arriba cualquier sitio donde toquen fueron en mi opinión una de las decepciones de esta noche. Para los que todavía tenían ganas de marchita les estaba esperando Tokio DJ para finalizar la primera jornada, especial atención a sus gogos las Mama Rachers que pusieron la nota festiva encima del escenario.
Tras acabar las actuaciones en el festival quedaba para los más valientes el volver a El Castillo, ese after donde puedes combinar un desayuno contundente (las tostadas de tomate con jamón resucitan a un muerto) con las sesiones de DJ Contractura, mientras hablas con esos amigos que hiciste en años anteriores en el mismo lugar y que no habéis coincidido todo lo que sería necesario por lo que hay que aprovechar ese momento en tan bucólico lugar.
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