Man Man Madrid

“Yo vi a Man man en la Nasti”. Sabía perfectamente cómo iba a titular la crónica de este concierto nada más entrar en la sala Nasti el pasado Sábado 24 de Septiembre y ver la que había liada encima del florido escenario de esta pequeña y mítica sala malasañera.

Foto: Edwina Hay

Mis sospechas se confirmaban y un halo de concierto épico se apoderaba del lugar despertando en mi un inusitado interés y nervios porque comenzara el espectáculo. Todo tipo de instrumentos ante nuestros ojos: saxos, teclados, dos xilófonos, percusiones varias, bajos, guitarras, una batería de jazz, marimbas, sintes, trompetas y alguno que otro más que seguro que se escapa, esperando a ser tocados y la fiesta a punto de empezar.

Os pongo en antecedentes:

Empieza la semana y me preguntan desde el fanzine si quiero cubrir el concierto de Man man en Madrid. - ¿Quienes son Man Man?. - Una banda de Filadelfia de rock experimental. - ¿Molan? - Los vi en el Primavera Sound 2008 y lo flipé. - Entonces, voy a investigar un poco y después te lo confirmo, ¿vale? Me pongo su segundo disco (con el que se dieron a conocer ante el gran público), “Six Demon Bag” (2006), y nada más escuchar los dos primeros cortes (“Feathers” e “Engrish Buwudd”) lo confirmo: – Quiero hacerlo. Me paso la mañana y el resto de la semana escuchando sus otros dos álbumes “Rabbit Habits” (2008) y el último, publicado este mismo año por el sello Anti Records, “Life Fantastic” en bucle.

Con mucho retraso, como en la mayoría de los grandes eventos, aparecen completamente maquillados y disfrazados de manera muy bizarra estos cinco personajes: Al frente Honus Honus (voz, teclados) y Pow Pow (baterista espectacular) y en la retaguardia, Chang Wang, Turkey Moth y Jefferson (que se intercambian continuamente el resto de instrumentos), juntos forman Man Man, una de las bandas más originales, descaradas y divertidas que he visto en directo este año.

El concierto comienza con la primera canción de su segundo disco, la ya comentada anteriormente, “Feathers”, un precioso, fúnebre y desgarrador vals, interpretado magistralmente por Honus Honus al piano y acompañado por unos coros perfectamente engrasados del resto de la banda, que a nivel general son todos unos portentos vocales. Acto seguido, bajo la batuta de Pow Pow, que dio todo un recital a la batería, suena la alegre y caribeña “Piranhas Club” de su último disco, xilófonos al viento y yo que empezaba a volverme loco con lo que estaba viendo. El concierto tomaba de pronto unos tintes mágicos, y es que una banda que por momentos es capaz de recordarte a Black Keys, Goran Bregovic, Mr Bungle o Stereophonics…es sinónimo de diversión asegurada.

Hay conciertos que son imposibles de contar con palabras y este, es uno de ellos. Fue una genialidad, y tanto público como banda fue calentándose hasta hacernos bailar a todos con temas como Hurly / Burly, que perfectamente podría servir de base para un tema de Beastie Boys, o Dark Arts impregnada por un aire psichobilly-balkan-cabaretero. Man man tocan casi todos los palos y aciertan de pleno en la mayoría.

Una vez que nos tenían a todos en el bote nos hicieron incluso formar parte del espectáculo, animándonos para ello a agitar nuestras respectivas llaves a forma de percusión en otro momento entrañable.

No sé exactamente el tiempo que duró el concierto ya que se me pasó todo en un abrir y cerrar de ojos, por eso cuando se despidieron de nosotros por primera vez, no tuvieron más remedio que volver a salir entre gritos y aplausos. Un bis, en el que interpretaron su famosa “Van Helsing Boombox”, con la voz del glamuroso Honus Honus en modo de gypsy crooner del siglo 21 sirvió como perfecta y elegante despedida. A pesar de que de allí no se movió ni un solo alfiler, no hubo tiempo para más. Concierto épico, maravilloso y una oportunidad quizás única de ver a banda semejante en otro sitio que no sea un macrofestival.


NOTA: 9.0.

Publica tu comentario en Facebook

 

Lo más leído