La gira de los norteamericanos de nombre impronunciable tenía parada por dos ciudades andaluzas, la primera Sevilla.
Foto: Jesús Bragado
Aunque una cosa tuvieron en común las citas andaluzas, en las dos se colgó el cartel de "no hay billetes", curiosa situación ante un público que supuestamente no llena emplazamientos. El Teatro Central mostraba sus mejores galas para recibir el primer gran concierto del año, aunque un problema con los monitores iba a proporcionar un retraso de una hora. Se agradeció y mucho las disculpas pedidas por el propio teatro.
Foto: Jesús Bragado
Malas caras a la entrada recibieron a Falso Cabaret, a los teloneros les tocaba bailar con la más fea. Un escenario con una barra, un pódium, perchas, lámparas hicieron que la presentación de "Para muchas amigas mías" pasará ligera. Con un momento estelar en "Im Divine" donde tal cabaret, tuvimos baile de lo que parecía una maceta en mallas de brillantinas, dando el momento surrealista de la noche. El mejor momento de la actuación llegó cuando la voz (escayola puesta) interpretó "Lápices de colores" y es que es aquí donde encontramos esa influencia de Waits tan patente en el grupo, buenos cimientos gasta este Falso Cabaret.
The Pains Of Being Pure At Heart tienen muchos problemas (como todos los grupos), pero el más sangrante es la manera en el que el segundo trabajo ha sido grabado, y la manera de interpretarlo. "Belong" abrió el concierto y cuando esperábamos que se nos partiera el pecho en las entradas de las guitarras, todo sonó inofensivo, bien interpretado pero sin potencia alguna, demasiado respetuosos con los tímpanos de los oyentes. Esto fue un problema que solventaron poco a poco hasta llegar al cenit en su parte final.
Foto: Jesús Bragado
No hubo sorpresas en el repertorio, tampoco las queríamos. Debemos de decir que a "Los Pains" el teatro y que estuviéramos sentados les cogió un poco a contra pie, Kip Berman bromeó con eso, aunque la concatenación de "Come Saturday" y "Young Adult Friction" puso al teatro en pie hasta el final de la actuación. El teclado de Peggy, que no sonaba demasiado alto se arregló, como no podía ser de otra manera, para "My Terrible Friend", cancion que gana muchísimos enteros en directo. Bien es cierto que son más disfrutables las canciones de su homónimo, más rodadas, diferentes, si no dominas al grupo, caes en que muchas de las canciones te puedan parecer similares, así cuando llegan perlas Strokianas como "A Teenager In Love" se gradecen.
Para el bis un solo de Kip Berman guitarra en mano para abrir, y cuatro temas, especialmente emocionante la poco habitual "Higher Than Stars", con un sonido que ahora sí, invadía, contagiaba intensidad, ahogaba las voces, y donde vimos por fin retorcer y exprimir toda la instrumentación, un bis que tardaré tiempo en olvidar. Les costó arrancar, pero cuando lo hicieron The Pains Of Being Pure At Heart fueron una locomotora, y con ese repertorio es mucho más sencillo hacer temblar un teatro.
